Prensa MUD 30 de abril de 2017
@unidadvenezuela
Querido
Santo Padre
La
Mesa de la Unidad Democrática (MUD) como representación política organizada de
los demócratas venezolanos, se dirige públicamente a usted, desde el afecto y
el respeto que le profesamos y del cual nos sentimos orgullosos.
Queremos
agradecer profundamente su constante preocupación por nuestro sufrido país que,
como usted perfectamente conoce, padece una crisis humanitaria sin precedentes,
agravada ahora por el autogolpe de Estado perpetrado por el régimen militarista
en el poder. Los venezolanos sufren por falta de comida, por falta de
medicinas, por la violencia de las fuerzas represivas del Estado y de los
grupos paramilitares del gobierno, y ahora por el autogolpe de Estado, que ha
terminado por quitarle al pueblo su Constitución y la posibilidad de resolver
esta dolorosa crisis por medio de las elecciones. Usted no sólo ha señalado las
constantes violaciones a los derechos humanos que se cometen hoy en Venezuela,
sino que ha expresado en numerosas oportunidades que si no hay garantías y
“condiciones muy claras” por parte del régimen, no hay posibilidad ni de
diálogo ni de resolver esta gravísima crisis humanitaria y política.
Los
venezolanos estamos hoy más unidos que nunca en torno a la demanda de un cambio
político en el país. Y los factores que conforman la Mesa de la Unidad
Democrática también lo están, tanto en sus propósitos como en sus
acciones. La última evidencia de esto es el reciente Manifiesto, firmado
por unanimidad y sin excepción alguna por todos los partidos políticos de la
Unidad esta misma semana, en el que se señalan claramente los objetivos
unitarios de esta lucha, a fin de restituir el orden constitucional en el país:
·
Que se restituya de manera inmediata el
ejercicio del derecho a las elecciones, con un Consejo Nacional Electoral
imparcial apegado a la ley, con la participación de los líderes políticos que
están presos o inhabilitados y con observadores internacionales que garanticen
la legitimidad y legalidad de los resultados.
·
Que por ser Nicolás Maduro el responsable de la
ruptura del orden constitucional, se activen los distintos mecanismos que
permite la Constitución la celebración de una elección presidencial anticipada
este mismo año 2017.
·
Que se fije de manera inmediata un cronograma
electoral integral que también garantice la celebración en 2017 de las
elecciones de Gobernadores y Diputados Estadales que correspondían en diciembre
de 2016, y las de Alcaldes y Concejales que corresponden en diciembre de este
año.
·
Que permita la activación de un canal
humanitario para atender las necesidades básicas en medicinas y alimentos de
nuestros ciudadanos.
·
Que respete a la Asamblea Nacional como poder
independiente y se le devuelvan las competencias usurpadas por el Gobierno y el
Tribunal Supremo de Justicia,
·
Que libere a todos los presos políticos.
·
Que desmovilice a las fuerzas paramilitares y
desista de distribuir 500.000 armas a civiles afectos al gobierno.
Además
de estar unidos –sin excepción- con respecto a estas demandas y acciones, y con
respecto a su afirmación reciente sobre la necesidad de un diálogo con
condiciones, la Unidad ha hecho suyos los planteamientos del Secretario de
Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin. El cardenal Parolin ha señalado como
necesarios para cualquier diálogo futuro, a saber, que el gobierno cese en la
represión militar, policial y en la de los grupos paramilitares que hoy afecta
a las manifestaciones pacíficas del pueblo venezolano; que reconozca la
autoridad y autonomía constitucional de la Asamblea Nacional; que libere a los
presos políticos, y que facilite la ayuda humanitaria internacional,
cuyas condiciones el gobierno no dado señal alguna de querer cumplir, y es está
intransigencia la que ha llevado al fracaso a dos intentos precedentes, en 2014
y 2016, en los cuales la Santa Sede ha participado. Los venezolanos nos
sentimos defraudados por un diálogo sin resultados, en el cual la intención
gubernamental ha sido más propagandística que sustancial, desprestigiando así a
ese valioso instrumento e intentando, sin éxito, desmoralizar a la opinión
pública y dividir a la coalición opositora.
En ese
mismo camino se ha situado la Organización de los Estados Americanos, que a
raíz de los informes precisos que ha presentado su Secretario General, Luis
Almagro, al Consejo Permanente, y que son consistentes con lo anterior, ha
pedido, recién y como efecto, una reunión de Cancilleres para dialogar sobre
las vías más apropiadas para resolver sobre la crisis venezolana. Y la
Conferencia Episcopal venezolana ha sido también muy clara en cuanto a la
exigencia de condiciones, la primera de las cuales es un cronograma electoral
para permitir que el pueblo se exprese, antes de pensar en cualquier tipo de
conversaciones con el régimen.
La
Unidad, de manera unitaria y sin excepciones, ha dejado claro ante los
venezolanos y ante el mundo que el único diálogo que se acepta hoy en Venezuela
es el diálogo de los votos como único camino para destrabar la crisis y
restablecer la democracia hoy secuestrada en Venezuela. En esto, de nuevo,
querido Padre, no hay divisiones ni desunión en la Unidad venezolana.
Le
saludamos respetuosamente y con profundo y reiterado afecto, Su Santidad
Francisco, y rogamos de usted sus bendiciones, para todo el pueblo de Venezuela
que le ama y ora todos los días por usted.
Atentamente,
Mesa
de la Unidad Democrática
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