Por Edward Rodríguez
Que hoy el país tenga
308 alcaldes “rojos rojitos” no es una buena noticia. En el olvido
quedará aquello de que el alcalde es el nivel de gobierno más cercano al pueblo
para atenderlo y resolverle de manera más directa sus problemas; pues ahora
esos burgomaestres del buró de la revolución se convertirán en
pagadores de nóminas y despachadores de las cajas Clap.
El régimen en su afán de
controlar todo, se apodera, de todo y las 308 alcaldías que obtuvieron, para no
decir que compraron, el pasado domingo no serán la excepción; estarán
manejadas, a conveniencia y discreción puntual, desde una en oficina en Caracas
por un grupo no mayor de 10 “camarados y camaradas” peso pesados delGobierno.
La compra de esos 308 títeres
rojos rojitos le costó al régimen un talonario con diez tickets de 50 mil
bolívares cada uno, para un total de 500 mil bolívares que le daban al mejor
postor de su conciencia; también lo pagaron a crédito a través del
fulano carnet de la Patria, es decir, a los carnetizados prometieron
depositarles los mismos 500 mil bolívares por el voto.
Como vemos, el proceso
electoral del pasado 10 de diciembre se convirtió en una subasta que ganó
el que tenía más dinero para comprar. Quedó en evidencia que la oposición, en
eso de la “adquisición” de votos no tiene las de ganar y sus candidatos menos
que menos, si acaso pueden resolver la movilización del día D, que ya es mucho
cuento.
Ahora bien, que hoy tengamos
308 alcaldías en manos del régimen, no es responsabilidad completa de
los abstencionistas, ellos tienen una posición que respeto pero no
comparto, sin embargo, considero que la MUD como plataforma unitaria
de partidos debe replantearse urgentemente y tomar una sola ruta para
presentarle al pueblo una sola posición.
En el caso del
Zulia, Manuel Rosales salió a dar la pelea ante la decisión de Juan
Pablo Guanipa de no juramentarse como gobernador; válido lo que hizo Rosales
pues el poder se hizo para aspirar y asumir. Tendrá también que hacer una
reflexión por la brecha tan abierta en números entre el candidato oficialista y
él; la diferencia fue de 193.898 votos.
Igual reflexión deberán hacer
los gobernadores que se juramentaron ante la fraudulenta Asamblea
Nacional Constituyente y los cientos de candidatos como Kiko
Bautista, Yon Goicochea y Carlos Alaimo que sabiendo que no tenían la primera
opción se postularon y pusieron en peligro al candidato con mayor
posibilidad de triunfo.
La pelota está en la cancha
del régimen, cuentan con 20 gobernaciones de 23; y 308 alcaldías de 335, tienen
el control “por ahora”, se acabaron las excusas y los cuentos
de “sabotaje” para gobernar como Dios manda.
Foto: Archivo Efecto Cocuyo
12-12-17
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