Por Edward Rodríguez
Sólo cuando no se es candidato
se piensa y se dice que la abstención es una “forma de lucha
acertada” que genera frutos y que detiene a un Gobierno avasallante,
inescrupuloso y de corte dictatorial que funciona bajo el concepto
del poder: “ni se negocia, ni se entrega”.
Así que bajo esa premisa soy
de los que piensa que quien hoy me invita a no votar no puede mañana tocar la
puerta de mi casa y decirme: “ven y vota por mí”, sería una falta de respeto y
coherencia pensar un día una cosa y al otro día otra distinto; aunque en estos
tiempos la coherencia de los políticos ha quedado sujeta al pragmatismo.
Haciendo un análisis histórico
del año 2000 hasta hoy, tenemos que hemos perdido más cuando no votamos que
cuando lo hacemos, siempre teniendo presente el ventajismo del
Gobierno.
El 3 de diciembre del año
2005 Henry Ramos Allup lideró la campaña de no ir a votar en
las elecciones parlamentarias para “presionar” al Gobierno
de Hugo Chávez.
Confieso que vi con buenos
ojos esa iniciativa como forma de lucha, pero 12 años después, sin bolita
mágica sino vivencial, nos damos cuenta de que aquella decisión emocional, que
salía del estómago y del corazón, nos condujo a una calle ciega y que -aparte-
nos encerró en nuestras casas y nos quitó el instrumento
del voto como arma para lograr grandes cambios por la vía pacífica.
La Asamblea Nacional de 2005
fue electa con una abstención de 75%, y sin la participación de los partidos de
oposición, se eligieron los nuevos diputados rojos rojitos que le hicieron los
trajes a la medida a Hugo Rafael cuando los necesitaba.
El primer regalito que le
dieron al Comandante Supremo fue en el 2007 con la aprobación de una Ley
Habilitante por 18 meses mediante la cual reformó 20 leyes, y dictó 59,
entre las que destacan la Ley de Reconversión Monetaria, la Reorganización del
sector Eléctrico, Migración a Empresas Mixtas de los convenios de la faja del
Orinoco, Seguridad y Soberanía Alimentaria; entre otras.
En el 2010, le volvieron a dar
otra Habilitante por 18 meses más; en esta ocasion reformó 14 leyes y redactó
50 nuevas; aquí entra la Ley de Costos y Precios Justos, Ley de Reserva al
Estado la Exploración y Explotación del oro, Ley del Trabajo, etc ¿Resultado de
esas Leyes Habilitantes dadas a Chávez por aquella Asamblea Nacional electa
gracias al 75% de abstención? Una crisis humanitaria sin precedentes
en la historia de Venezuela, ni más, ni menos.
No hay tarea más fácil que te
digan que te quedes en tu casa; lo mismo ocurrió hace unos meses cuando, en
medio de la efervescencia de la protesta, los líderes políticos sugirieron una
acción de paro cívico y el mensaje fue: “quédate en tu casa por tantas horas”;
y así lo hicimos, nos quedamos en nuestros hogares, temerosos de salir por
aquello de que la delincuencia aprovechaba para andar a sus anchas. El final
fue trágico, pues el paro terminó apagando la calle. Ahora bien, si ya sabemos
cómo se bate el chocolate; sí, ya sabemos y además estamos padeciendo las consecuencias
de no haber participado en las Parlamentarias de 2005.
Este 10 de diciembre no
repitamos el mismo error. No te quedes en casa con la bandera de la abstención,
esa sólo nos alienta a lo interno pero no es el camino de la lucha de quienes
seguimos sobreviviendo día a día. Quien hoy te pide que te quedes en tu casa,
mañana te va tocar la puerta para que votes por él.
Con este CNE, con
Tibisay, con estas Fuerzas Armadas, con este Gobierno que va de salida, en 2015
ganamos 113 curules en la Asamblea Nacional, obtuvimos un Parlamento
autónomo porque salimos a votar, porque 14 millones de venezolanos
ejercieron su derecho y su deber. Con esos mismos personajes vamos a escoger
los nuevos alcaldes en Venezuela, y al gobernador del Zulia el
10 de diciembre; pero también al nuevo Presidente de Venezuela en el 2018 … si
salimos a votar.
Foto: Archivo Efecto Cocuyo
06-12-17
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