Por Luisa Pernalete
Por estos tiempos venezolanos,
esta es una pregunta recurrente: ¿Corro o me encaramo? ¿Qué hago con este país?
Este país, mi país, tu país.
Opción A: Corro. Me voy,
¿Cuántos se han ido? Todo el mundo tiene un familiar, o al menos un conocido
que se ha ido. No critico ni juzgo al que lo haya hecho o esté pensando en
hacer. Ayer, Alejandra, orientadora, maravillosa, me decía que su esposo se
quiere ir y ella no... No es fácil… Hay también otras formas de correr: dejar
las causas. ¡Tirar la toalla, pues!
Opción B: Me encaramo. Me
evado. Miro para el otro lado porque “aquí no está pasando nada”, o “ese no es
mi problema”, o me aíslo. O me sumo a ese discurso fatalista: “¡Aquí nadie hace
nada! ¿Cuándo es que alguien va hacer algo? Aquí todo el mundo es
flojo, conformista”… por cierto, yo no soy floja ni conformista. No sé usted.
No compro ese discurso.
Opción C: Me quedo, pero
sumando. Para ello propongo:
1. Reconozca que la cosa
está difícil, mal, muy mal. Reconozca que tiene miedo, y se comprende, pero
recuerde que “miedo compartido toca menos por cabeza”. Recuerde la fórmula que
nos ofrece el filósofo J.A. Marina (Radiografía del miedo) según la cual, las
amenazas por el miedo, disminuyen si usted tiene fortalezas personales.
2. Mire más allá de
su metro cuadrado. No se quede rumiando “lo mal que está todo”. Si mira más
allá verá mil cosas buenas que se están haciendo y que usted puede sumarse.
Sólo en el IX Encuentro de Constructores de Paz se presentaron 8 experiencias
de diverso tipo. Cada una nos dejaba a los asistentes, admirados, gratamente
sorprendidos. Solo mencionaré algunas, pero los prometo contarlas completas.
● La gente
propone. Un programa del Grupo Social Cesap para organizar ciudadanos,
generar veedurías de las políticas municipales y proponer soluciones.
Están en 12 municipios. No sólo monitorean sino también proponen.
● Yo creo en ti. Un
ingeniero, Jesús, quedó sin trabajo, y le conmovió el rostro de un niño
desnutrido. Se juntó con compañeros de la pastoral juvenil, creó esa fundación
en San Juan de los Morros. Asiste a niños y jóvenes que pasan hambre. Transmite
un entusiasmo impresionante. Lo nombramos presidente de la ART: Asociación de
Recogedores de Toallas. Provoca vivir en Guárico no más para ayudar y animarse
uno también.
● Prodiga. Las
hermanas Agustinas Recoletas, con presencia en varias ciudades del país, nos
contaron que en Los Teques comenzaron dando alimentos a 50 personas. Pero cada
día iban más. Ya van por mil cada día, mañana, tarde y noche. ¡Y lo dicen con
una alegría! Hacen milagros. Creen en la PROvidencia -por eso el PRO-. Escuchar
a esa religiosa menuda contar lo que hacen y cómo lo hacen, lo pone a uno a
creer en los milagros.
● Vamos a llevarla en
paz. Los jóvenes del Mto. Juvenil Huellas, presente en un montón de
colegios de Fe y Alegría, se ha unido a las familias de la comunidad La Vega
(Caracas) y La Carucieña (Barquisimeto) y realizan todo un trabajo para
promover la cultura de paz con niños, jóvenes y también adultos de entornos muy
violentos.
Por razones de espacio les
debo las otras 4 pero crean: se anima uno y entonces recuerda las palabras de
monseñor Azuaje, presidente de la Conferencia Episcopal, presidente de Cáritas
y ahora arzobispo de Maracaibo, que no es tiempo de lamentos sino de
propuestas. Después de todo un día de compartir, el IX Encuentro de
Constructores de Paz culminó con un Velorio de la Cruz de Mayo:
Santísima Cruz de Mayo/ mi
proyecto es Venezuela/ que tiene muchos problemas/ y tambén mil cosas
buenas// Cruz de Mayo, Cruz de Mayo/ te lo vuelvo a repetir/ Ni corro, ni me
encaramo/ yo me quedo en mi país/
28-05-18
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