Por Gioconda San-Blas
Con especial afecto a
Radio Caracas Radio 750 AM,
a su director Jaime
Nestares y todo su equipo.
“Somos libres, escribimos en
un país libre y no nos proponemos engañar al público” fue el lema del “Correo
del Orinoco” desde su día inaugural, el 27 de junio de 1818, un semanario
fundado en Angostura por Simón Bolívar como órgano oficial del gobierno de la
Tercera República y el más importante portavoz de la causa patriota. Su
propósito fue el de difundir y promover las ideas independentistas y oponerse a
la Gaceta de Caracas, ocupada esta en resaltar los logros realistas en la
guerra de independencia.
Años después, ya
desaparecido el semanario (circuló hasta 1822), Bolívar diría que esa
experiencia comunicacional había sido “artillería de pensamiento, educadora de
masas de hoy y mañana, portavoz de la creación de un nuevo orden económico y
de la información internacional desde el punto de vista de nuestros intereses”
(carta a Páez, 4 de agosto de 1826).
Estaba claro el Libertador
sobre el poder de un medio de comunicación en la trasmisión de ideas. Como
también lo han tenido claro los gobiernos en general y sobre todo, los
regímenes autoritarios y estados con vocación totalitaria que en el mundo han
sido. De allí que la conquista a pulso de derechos al libre ejercicio del
periodismo y a la libertad de expresión, ha culminado en tiempos modernos
en la
declaración de esas libertades como derechos humanos inalienables.
Nada más apropiado,
entonces, que escoger el 27 de junio como Día Nacional del Periodista. Y
ante la cercanía de la fecha, vale hacer un breve recuento de la situación
actual de los comunicadores sociales y de los medios de comunicación, cuando
sus voces libertarias se han tornado incómodas para el régimen, como siempre
ocurre con la disidencia frente a las dictaduras.
Cuando se busca “ejercer un
dominio desde el terror, los medios independientes son un importante obstáculo
a derribar para concretar su hegemonía comunicacional, alimentada por el
control de los medios, el hostigamiento al periodismo independiente, la
opacidad de la información pública”, puntualiza la periodista Marianella
Balbi, directora ejecutiva de IPYS – Instituto Prensa y Sociedad Venezuela.
No son palabras vacuas.
Desde el cierre forzado de Radio Caracas Televisión en 2007, no ha cesado la
intervención del régimen en el control de la prensa escrita y los medios
audiovisuales. Entre agosto de 2013 y mayo de 2018, unos 40 diarios
dejaron de circular en sus versiones en papel, han reducido la paginación o se
han convertido en semanarios, como consecuencia de una política de control en
la adquisición de papel a través del Complejo Editorial Alfredo Maneiro, en rol
de Torquemada del régimen. Entre ellos, el 2 de noviembre de 2017 el diario (ya
para entonces semanario) Tal
Cual, se convirtió en Tal Cual Digital. En el mismo periodo se reportaron
57 medios radioeléctricos cuya señal fue retirada.
El control del mundo digital
se ha ido acelerando. Cada día aumentan los portales de orientación opositora,
imposibles de acceder desde Venezuela. Y el mundo real también se afecta a través
de agresiones físicas a periodistas, en intentos siempre vanos de impedir la
difusión de las noticias”
En tal entorno, resulta
alentador que la periodista venezolana Luz Mely Reyes haya sido galardonada con
el Premio
Internacional a la Libertad de Prensa del Comité para la Protección de
Periodistas (CPJ, por su sigla en inglés). Dice la CPJ que el premio
es una recompensa frente a las “acciones legales, los ataques físicos, las
amenazas, los arrestos o las represalias en su trabajo”, en un país donde “la
libertad de prensa se ha deteriorado constantemente, donde los periodistas que
informan de crisis políticas, económicas y de derechos humanos lo están
haciendo bajo condiciones peligrosas y represivas“.
Registramos también como
positiva una
iniciativa, BusTV, por lo que tiene de rebeldía para burlar tanta censura:
la vieja práctica del pregón, retomada para presentar noticiarios rodantes a
viva voz en los autobuses, mientras circulan por la ciudad.
Sea este mi humilde homenaje
a los comunicadores sociales en su próximo día; a quienes contra viento y marea
siguen denunciando violaciones de derechos humanos y atropellos, en afán de
mantenernos informados; a quienes diariamente defienden los valores democráticos
quebrantados en la Venezuela de hoy.
Información es poder, ya lo
sabemos. Hay quienes no quieren que tengamos ni una ni otro. No lo lograrán.
21-06-18
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