SANTIAGO TORRADO y FRANCESCO MANETTO 25 de febrero de 2019
@Santorrado
y @fmanetto
Pence insiste en Bogotá en que no descarta
ninguna opción para desalojar a Maduro, mientras el Grupo de Lima aumenta la
presión diplomática
Acelerar
la asfixia económica de la cúpula chavista. Esta es, a corto plazo, la
estrategia de EE UU para desalojar a Nicolás Maduro del poder y poner en marcha
el plan de transición de Juan Guaidó. El vicepresidente Mike Pence llamó este
lunes a sus aliados reunidos en Bogotá a congelar los activos de PDVSA, la petrolera
estatal de Venezuela, y transferirlos a la Asamblea Nacional. A pesar de que
Washington defendió que todas las opciones están sobre la mesa, 11 países del
Grupo de Lima descartaron “el uso de la fuerza” para restablecer la democracia.
"Ha
llegado el momento de que hagamos más”, afirmó Pence. “Instamos a todas las
naciones aquí reunidas a congelar de inmediato los activos de PDVSA”. Esa
medida, ya adoptada por Washington, supondría, de ser aplicada, el trasvase de
capitales millonarios a las cuentas del poder legislativo, controlado por la
oposición. Le escuchaban el mandatario colombiano, Iván Duque; los de Panamá y
Guatemala, Juan Carlos Varela y Jimmy Morales; el vicepresidente de Brasil,
Hamilton Mourão, y otros representantes del Grupo de Lima, la iniciativa
regional promovida para buscar una salida a la crisis de Venezuela a través de
un cerco diplomático al régimen. El lugar de la cita tenía, además, especial
relevancia por el hecho de que Colombia haya acogido a más de un millón de
venezolanos que cruzaron la frontera en busca de oportunidades.
El
Gobierno de Trump anunció también nuevas sanciones contra los gobernadores
chavistas de cuatro Estados venezolanos, a quienes incluyó en la lista negra
del Tesoro. Se trata de Ramón Carrizalez Rengifo (Apure), Jorge García Carneiro
(Vargas), Rafael Lacava (Carabobo) y Omar Prieto (Zulia), que ya no tendrán
acceso a sus cuentas y bienes en EE UU y tendrán limitaciones para viajar a su
país. “El presidente Trump me pidió que estuviera aquí para transmitir un
mensaje simple a usted y al pueblo venezolano: estamos con ustedes, estamos con
ustedes al 100%”, señaló Pence dirigiéndose a Guaidó. “Seguiremos apoyándolos
hasta que la democracia y la libertad sean restauradas”, añadió, e invocó al
propio Trump al asegurar que “no hay vuelta atrás”.
Para
el número dos de EE UU, el primer país en reconocer a Guaidó como presidente
legítimo, fue “totalmente inadmisible” que Maduro bloqueara cientos de
toneladas de ayudas. El sucesor de Hugo Chávez, dijo Pence, “literalmente bailó
mientras que los camiones con alimentos y medicinas eran incendiados”. El
vicepresidente advirtió también de que Washington reaccionará con contundencia
si el Gobierno de Maduro se excede con Colombia, su principal aliado en la
región. ·Cualquier amenaza a su soberanía y seguridad", dijo en referencia
a las tensiones entre los dos países, que comparten más de 2.200 kilómetros de
frontera, "enfrentará la determinación de Estados Unidos”. Los disturbios
en los pasos fronterizos próximos a la ciudad de Cúcuta ha dejado desde el
pasado sábado al menos cuatro muertos y cientos de heridos.
No al “uso de la fuerza”
El
vicepresidente anunció 56 millones de dólares adicionales de asistencia para
sus aliados en la región. Además, prometió que Estados Unidos continuará
ejerciendo presión diplomática y económica contra la cúpula chavista, aunque no
despejó las dudas sobre una intervención militar, sugerida el sábado por el
propio Guaidó. “Esperamos una transición pacífica a la democracia en Venezuela,
pero, como ha dicho Trump, todas las opciones están encima de la mesa”, afirmó.
No
obstante, la declaración final del Grupo de Lima choca con esa posición. Los
países insistieron en “su convicción de que la transición a la democracia debe
ser conducida por los propios venezolanos pacíficamente y en el marco de la
Constitución y el derecho internacional, apoyada por medios políticos y
diplomáticos, sin uso de la fuerza”. La oposición venezolana también suscribió
el comunicado.
Guaidó,
que salió de Venezuela pese a una orden judicial que se lo prohíbe, mantuvo que
“el régimen que usurpa funciones debe saber que la presión, el cerco
diplomático, empieza por parte de una región determinada”. “No hay un dilema
entre democracia y dictadura. No hay dilema entre la guerra y la paz, es la paz
la que tiene que prevalecer, es la protección de los ciudadanos”, continuó antes
de afirmar que la única guerra que golpea a Venezuela es la del Gobierno contra
la población, sumida en una crisis sin precedentes.
Duque
aseguró que “hace un año la dictadura se sentía fortalecida”, pero ahora
“Maduro ha quedado aislado. El presidente colombiano solicitó además al Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) respaldo financiero para la reconstrucción
del país.
REUNIÓN DEL CONSEJO DE SEGURIDAD DE LA ONU
El
Gobierno de Estados Unidos ha pedido una reunión urgente del Consejo de
Seguridad de la ONU sobre Venezuela, que se reunirá este martes tras la
represión violenta que sufrieron el fin semana los manifestantes durante el
intento fallido de introducir en el país cargamentos con ayuda humanitaria. Los
choques dejaron al menos cuatro muertos y cientos de heridos.
Michelle
Bachelet, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, condenó la
violencia policial del régimen. “Se ha disparado a personas y algunas han
muerto. Son escenas deplorables. El Gobierno venezolano debe obligar a los
cuerpos de seguridad a dejar de emplear el uso excesivo de la fuerza contra
manifestantes desarmados”.
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