Miguel Méndez Rodulfo 17 de febrero de 2019
Para
poder opinar con propiedad, me he leído el Plan País y he asistido a 4 de sus
presentaciones: la de su exposición inicial el 19 de diciembre en el Centro
Cultural Chacao; la de la presentación formal a cargo del Presidente Juan
Guaidó en la UCV –Faces; la que se realizó en Fedecámaras y la que se llevó a
cabo el jueves 7 en la Plaza Los Palos Grandes. Esta última copó la plaza de
ciudadanos y tuvo en nuestros jóvenes diputados (incluido mi apreciado José
Guerra) unos expositores certeros en el mensaje y vibrantes en su alocución lo
que motivó una reacción fervorosa del pública, hasta tal punto que casi me
olvido de mis observaciones a dicho plan. La excelente estrategia
comunicacional del Plan País debe ser replicada en las comunidades y llevada al
interior de la República, para que los ciudadanos lo conozcan, hagan sus
observaciones y se lo apropien, de manera que la nueva gobernabilidad sea
efectivamente democrática y no sea un ejercicio de participación, sino uno de
inclusión de las opiniones del ciudadano.
Ahora
sabemos que el período de la Transición política, será de un año; lo que quiere
decir que este lapso de reconstrucción lo iniciará el Presidente de la
Transición y lo continuará el Presidente (a) Constitucional elegido (a). El
Presidente que inicie la nueva gobernabilidad, luego de la salida de la
dictadura, le tocará un lapso corto pero muy intenso y lleno de enormes retos,
los cuales implican reconstituir la institucionalidad de la administración
pública, algo que señala apropiadamente la Ley del Estatuto, así como
racionalizar el tamaño del Estado, a la par que simultáneamente aborde la
emergencia humanitaria de medicinas y alimentos, y al mismo tiempo encarar la
reconstrucción de la infraestructura pública y privada, de los servicios
públicos básicos, de los equipos humanos, de los procesos, de los valores, etc.
Comenzando con el tema del Agua Potable y Saneamiento, porque es la esencia de
la vida humana y de la agricultura, tenemos que tomar en cuenta que antes de
formular el programa de acciones definidas para recuperar este fundamental
servicio público, hay que considerar en forma general las actividades que
corresponde realizar en el orden del “Recurso Agua” (algo que detallaremos más
cuando abordemos la reconstrucción para el tema ambiental); en este sentido es
clave planificar los aspectos puntuales que se deben realizar para la
recuperación de las cuencas hidrográficas, específicamente las cabeceras de
ríos, zonas protectoras y parques nacionales que albergan las nacientes de
agua, para lo cual habrá que revertir las invasiones, así como la deforestación
y la agricultura insustentable; así mismo controlar y minimizar las fuentes
contaminantes sobre los cuerpos de agua, sean aguas servidas, de origen industrial
o de explotaciones como cochineras, mataderos, granjas avícolas, agroquímicos,
etc; recuperar los ríos y quebradas en situación de abandono o contaminados; de
la misma manera restituir la normalidad operativa de presas así como de
embalses, para asegurar su potencial y alargar su vida útil.
El
tema del Lago de Valencia (asunto del orden ambiental) hay que tratarlo aquí
por la gravedad de la contaminación que ocasiona a los dos principales
acueductos del país: el metropolitano y el regional del centro, hecho que
afecta la salud de alrededor de 10 millones de venezolanos; en efecto, el
trasvase hecho a través del Tucutunemo, lleva las aguas contaminadas del Lago
de Valencia hasta el embalse Camatagua, lo que deteriora la calidad del agua
que consumimos en Caracas. De la misma manera, drenar el exceso de agua hacia
el Pao Cachinche, donde se encuentran las plantas potabilizadoras del Acueducto
Regional del Centro, pone a estas plantas a realizar una tarea imposible ya que
no fueron diseñadas para procesar agua contaminada. Hay que eliminar ambos
trasvases y en su lugar drenar los excedentes de agua del Lago de Valencia
hacia las zonas despobladas del sur, algo que se puede lograr, desarrollaría
cultivos maderables, es ecológico y mucho más económico que las propuestas de
construir una salida por tubería hacia el Mar Caribe, cuestión que las varias
fallas geológicas y los recientes sismos ponen en entredicho. Pido disculpas
porque no pude entrar como quería en materia del servicio de agua potable y
saneamiento, lo que ocurre es que los temas adquieren vida propia y a veces nos
gobiernan.
Miguel
Méndez Rodulfo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico