Por Marino J. González R.
Ya está concluyendo el
segundo mes del año. Cada día que pase sin la aprobación de medidas para
enfrentar efectivamente la hiperinflación y la recesión, aumentan las
probabilidades de que en este año tampoco se recupere el crecimiento en
Venezuela.
Si se da ese lamentable
escenario, el país alcanzaría seis años seguidos de recesión e ingresaría al
grupo de siete países con ese récord tan poco envidiable. En ese grupo solo la
República Democrática del Congo también experimentó hiperinflación (a
principios de los años noventa del siglo pasado). Todavía ese país no ha
recuperado el PIB per cápita que tenía el año antes del inicio de la recesión
(1988).
Por ello conviene revisar la
experiencia de los países que han tenido éxito en superar seis años de
recesión. Estas lecciones pueden ser tomadas en cuenta para los cambios
que deberán implementarse en Venezuela, especialmente porque podríamos tener la
recesión más profunda de estos países.
En este grupo, el país más
exitoso para recuperar el PIB per cápita del año previo a la recesión ha sido
Croacia. La recesión croata se extendió desde 2009 a 2014. El promedio de caída
anual de la actividad económica en el período fue 2%, es decir, seis veces
menos de lo que podría ser el promedio de reducción en Venezuela. Ya en 2016 el
PIB per cápita de Croacia había regresado al valor del año 2008 (año previo a
la recesión).
Son evidentes las diferencias
entre Croacia y Venezuela, las cuales se expresan también en las recesiones
experimentadas. En primer lugar, la de Venezuela ha sido más profunda y
causada por una severa destrucción de capacidad productiva.Un segundo aspecto
está relacionado con las diferentes estructuras productivas: Croacia es un país
con mayor nivel de diversificación económica que Venezuela, es decir, con
posibilidades más amplias de creación de valor.
Explicar entonces las causas
de la recesión en Croacia, supone identificar rasgos particulares de la
estructura productiva y asociarlos con las condiciones propias de Venezuela. Un
primer aspecto a destacar es que en Croacia se produjo una guerra por la
independencia de cuatro años de duración (entre 1991 y 1995). El sistema económico
resultante después de la guerra, conservaba las restricciones de los países con
planificación central, y en particular, las distorsiones del mercado laboral
con beneficios, incluyendo las pensiones, por encima de las reales
posibilidades fiscales. Aparte de ello, muchas de las empresas eran públicas
con bajos incentivos para funcionar en entornos exigentes.
Por otra parte, las
exportaciones de Croacia se realizaban a países que también eran menos
competitivos. Como consecuencia de estos factores, todos de naturaleza
estructural, la economía croata entró en una fase de decrecimiento en 2009, la
cual se prolongó por los siguientes seis años.
Vistas estas condiciones de
la economía croata, resulta claro que la solución de la recesión debía basarse
en una transformación sustancial. Un primer aspecto que recibió atención fue la
promoción de incentivos para la exportación. Dentro de ellos estuvo la
aprobación de disposiciones legales para aumentar la inversión en el país,
tanto en el sector público como en el privado. Esto se acompañó con un programa
de privatizaciones de empresas del sector público.
También se aprobaron medidas
para aumentar la flexibilidad del mercado laboral, así como la reforma de los
beneficios de protección social. A estos últimos se le colocó un tope con
respecto al salario mínimo. La orientación de estas reformas laborales y de
protección social fue estimular la creación y ampliación del empleo.
Como resultado de estas
reformas, desde 2015 la economía croata experimenta un período de crecimiento,
pronosticado hasta 2023 por el FMI.
Dentro de los factores
relacionados con este crecimiento se encuentra el aumento del consumo privado,
el incremento de las exportaciones, aunque todavía muy dependientes del
turismo, así como la disminución del déficit del sector público
Si en los próximos años se
mantienen estos avances y se fortalece la diversificación productiva, la
sostenibilidad de estos cambios será aún mayor.
La trayectoria de Croacia
ilustra que el diferimiento de los cambios estructurales trae su precio. En ese
caso, fue la generación de una recesión de seis años. Para Venezuela los
aprendizajes son muy relevantes. En primer lugar, especialmente por lo notorio
que ha sido no contar con ello, se encuentra la prioridad a la exportación de
bienes con un nivel creciente de diversificación. No se trata solamente de
la preponderancia del petróleo, es la preocupación cada vez mayor por
consolidar múltiples áreas de producción.
Un segundo aspecto está
vinculado con las reformas que se deben implementar para aumentar la
flexibilidad del mercado de trabajo, con el objetivo de favorecer la instalación
de empresas o la transformación de muchas de ellas. En tercer lugar, la
experiencia de Croacia indica que la sostenibilidad del progreso supone contar
con la estrategia y los recursos para aumentar la calidad y diversidad de
bienes y servicios atractivos en el mercado internacional.
Croacia demostró que salir
de una recesión de manera sostenible no puede conllevar una visión de corto
plazo
27-02-19
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