ANA VANESSA HERRERO y NICHOLAS CASEY 21 de febrero de 2019
@AnaVHerrero
y @caseysjournal
El
exencargado de Inteligencia Militar de Venezuela y una de las figuras más
conocidas del gobierno de ese país anunció su respaldo a la oposición y llamó a
Nicolás Maduro un dictador cuyo círculo cercano está lleno de corruptos que ha
tratado con el narcotráfico y cortejado al grupo militante Hezbolá.
En
entrevistas con The New York Times, Hugo Carvajal, de 58 años y quien es
diputado del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela, exhortó a otros
militares a romper filas con el presidente antes de una jornada de probable
tensión este sábado, en la que los opositores buscarán pasar ayuda humanitaria
por las fronteras frente a un bloqueo ordenado por Maduro.
“Ya ha
sido más que suficiente”, dijo Carvajal en un comunicado y en un video dirigido
a Maduro, publicado el jueves 21 de febrero. “Has asesinado a cientos de
jóvenes en las calles por reclamar los derechos que les robaste. Eso, sin
contar todos los fallecidos por la falta de medicinas y de seguridad”.
La
sorpresa de las mujeres de La Paz
“A los
generales”, añadió, “¿cómo es que, teniendo el poder de dejar ingresar la ayuda
humanitaria internacional a nuestro país para salvar vidas, decidirían no
hacerlo? ¿Serán tan inhumanos? ¿Están tan hipnotizados?”.
Sus
declaraciones fueron hechas en medio de una ola de deserciones de funcionarios
del gobierno, incluidos oficiales de la fuerza aérea, diplomáticos, agregados
militares e integrantes de la Guardia Nacional Bolivariana. El rompimiento con
el régimen de un hombre que alguna vez protegió los secretos de Maduro como
jefe de inteligencia, aumenta la presión hacia el presidente tan solo tres días
antes de la posible confrontación sobre el paso de la ayuda humanitaria en la
frontera con Colombia.
Las
acusaciones de Carvajal también van un paso más allá: se dijo dispuesto a dar
evidencia en contra del gobierno de Maduro en caso de que este caiga. También
constituyen una valiosa arma para la oposición, que durante años ha indicado
que el círculo cercano del presidente tiene lazos con narcotraficantes y
milicianos.
El
lunes 18 de febrero, el gobierno estadounidense de Donald Trump lanzó la
advertencia a oficiales militares para que abandonen a Maduro a más tardar el
fin de semana o lo “pierdan todo”. Esto fue una escalada del respaldo
estadounidense a Juan Guaidó, líder opositor que se juramentó presidente
encargado y ha prometido entregar la ayuda humanitaria a partir del 23 de
febrero en contra de la voluntad de Maduro. Muchos de los partidarios de Guaidó
dicen que están preparados para irrumpir en el puente fronterizo para destrabar
el bloqueo.
Carvajal,
quien se retiró del servicio de inteligencia en 2012 después de casi diez años
de servicio, contó en entrevista el funcionamiento interno de un gobierno en el
cual aseguró que el narcotráfico y la corrupción son comunes y manejados por
figuras de alto nivel como Néstor Reverol, ministro del Interior; Tareck El
Aissami, ministro para Industrias y Producción que antes fue vicepresidente, y
el mismo Maduro.
“El
que combate la droga al final termina traficando también”, dijo en referencia a
los oficiales venezolanos que han sido imputados o sancionados por Estados
Unidos.
El
mismo Carvajal ha sido señalado de tráfico de drogas en investigaciones
estadounidenses; evitó ser extraditado desde Aruba por esos cargos en 2014 y
fue sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, por haber
ayudado a grupos guerrilleros colombianos a traficar cocaína.
En las
entrevistas con el Times, Carvajal reconoció que sí ha tenido contacto con
ambos mundos.
Pero afirmó
que cualquier transacción con narcotraficantes, incluido el capo venezolano
Walid Makled, fue hecho para fines de investigación como jefe de la Dirección
General de Inteligencia Militar.
Dijo
que se había reunido con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc)
en 2001 pero que lo hizo solamente para entablar negociaciones por parte del
gobierno en un caso de secuestro de un empresario venezolano, un viaje que fue
aprobado por los presidentes tanto de Colombia como de Venezuela.
Carvajal
señaló más bien a otros funcionarios de alto nivel del gobierno, como Reverol,
el ministro del Interior que está imputado por Estados Unidos por supuestamente
asistir a narcotraficantes y cancelar investigaciones cuando era director de la
Oficina Nacional Antidrogas (ONA).
Carvajal
recordó un incidente en 2012, cuando dijo que estaba investigando un rancho de
lujo en Venezuela propiedad de Makled, el capo. Carvajal contó que su equipo
había interceptado un envío de 400 kilogramos de cocaína que llegó al rancho en
un avión pequeño.
Después
de que fueron confiscadas las drogas, según Carvajal, recibió una llamada
inusual en la que le dijeron que las fuerzas armadas habían determinado que el
envío no contenía narcóticos, lo que él interpretó como un intento desde el
gobierno para que Makled recuperara su carga.
Carvajal
dijo que pudo revocar la decisión de regresar el envío.
Aseguró
que El Aissami y Reverol eran “directamente responsables”, y acusó a los
hombres de recibir sobornos para hacer caso omiso del narcotráfico.
Carvajal
también denunció a Reverol de haber permitido que aterrizaran aviones con
drogas a bordo cuando dirigía la ONA. Dijo que en 2012 llamó a Reverol para
reportar una aeronave sospechosa que sobrevolaba Caracas a baja altura, pero
que Reverol no hizo nada y el avión siguió su camino.
“Estoy
seguro de que era un supercargamento de drogas”, dijo Carvajal.
En
2017, el Departamento del Tesoro estableció sanciones en contra de El Aissami,
quien era vicepresidente en ese entonces, tras calificarlo como “un
narcotraficante venezolano prominente”.
Carvajal
dijo que El Aissami también había buscado alianzas con Hezbolá, la organización
militante libanesa chiita. Indicó que cuando él y El Aissami viajaron a Irán en
2009 en representación de Hugo Chávez, que El Aissami —quien era ministro del
Interior en ese momento— pidió hacer una parada en Siria, donde tenía amigos y
familiares.
A
decir de Carvajal, durante esa parada se reunieron con un representante de
Hezbolá y con un diplomático venezolano que simpatiza con los militantes
libaneses. El Aissami propuso un plan para que los milicianos visitaran
Venezuela para trabajar junto con combatientes de las Farc, de acuerdo con
Carvajal.
Añadió
que el operador de Hezbolá le dio tres rifles a El Aissami y que este le dio
uno de ellos a Carvajal. Durante la entrevista, Carvajal mostró el rifle y su
pasaporte que tenía sellos de entrada a Irán y Siria que concuerdan con las
fechas mencionadas.
Carvajal
dijo que desconoce la identidad de la persona de Hezbolá, pero identificó al
diplomático venezolano como Ghazi Nasr al Din, exencargado de negocios en la
embajada de Venezuela en Damasco, la capital siria.
En
2008, Al Din fue sancionado por el Departamento del Tesoro estadounidense por
ser un “simpatizante de Hezbolá” que “facilitó los viajes de integrantes de
Hezbolá hacia y desde Venezuela”. También es buscado por el FBI por esos
cargos.
Carvajal
afirmó que él objetó los planes de invitar a los milicianos libaneses a
Venezuela directamente con Maduro, quien era canciller en esa época. Pero
Maduro, quien estaba a favor de enfrentarse a Estados Unidos, parecía respaldar
la propuesta, dijo Carvajal.
Maduro
ha negado que su gobierno tenga vínculos con Hezbolá.
Carvajal
aseguró que también quedó en medio de una disputa entre el presidente y el
multimillonario venezolano Raúl Gorrín, que llevó a un duelo de intentos de
chantaje y soborno.
Carvajal
contó que Maduro, después de que fue elegido presidente tras la muerte de
Chávez en 2013, se enojó por la cobertura poco favorable que había de él en
Globovisión, cuyo dueño era Gorrín.
Maduro,
de acuerdo con Carvajal, expresó su interés en utilizar los archivos de
inteligencia recopilados por Carvajal para ejercer presión contra Gorrín con el
fin de cambiar la línea editorial de la televisora. Esos archivos incluían
información sobre sobornos de Gorrín a funcionarios, según Carvajal.
Un
tiempo después, un representante de Gorrín le ofreció 10 millones de dólares a
Carvajal para poner fin a la investigación, según el exencargado de Inteligencia
Militar, quien dijo que no aceptó el pago.
Globovisión
cambió su línea editorial poco después a una de respaldo a Maduro.
Gorrín
no pudo ser contactado para hacer comentarios al respecto: su ubicación se
desconoce y es buscado por Estados Unidos debido a cargos de lavado de dinero y
de ofrecer sobornos a funcionarios de alto nivel, entre ellos el extesorero de
Venezuela a quien, según las acusaciones, le compró yates, hogares, jets y
caballos de carrera.
Tomado
de: https://www.nytimes.com/es/2019/02/21/venezuela-maduro-hugo-carvajal/?smid=tw-espanol&smtyp=cur
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