ANATOLY KURMANAEV 03 de Julio de 2014
BLOOMBERG
La llegada de un carguero con bandera
de Liberia, tripulado por marineros ucranianos, árabes y filipinos, significa
una sola cosa para Elena: dólares. Y los billetes verdes reinan en Venezuela,
afirma la prostituta de 32 años.
En cuestión de horas desde que se
enteró de la llegada inminente del barco, hizo sus maletas y se dirige a la
arruinada ciudad de Puerto Cabello. Es una travesía de 450 kilómetros (280
millas) desde su hogar en el estado oriental de Zulia que Elena tiene que
emprender ahora más a menudo, a medida que la economía de Venezuela se contrae,
el bolívar pierde valor y los precios suben por las nubes.
Las prostitutas están aumentando sus
ganancias en más del doble por medio de funcionar como corredoras de divisas en
Puerto Cabello. Ellas son el mostrador del cambio de divisas para los marineros
en un país en el cual la compraventa de dólares en la calle es un delito, pero
la prostitución no lo es. Los billetes verdes se cotizan en el mercado negro a
11 veces más de la tarifa oficial, a medida que los dólares se hacen más
escasos en una economía que importa el 70% de los bienes que consume.
“El dólar es rey en estos momentos,
pero conseguirlos tiene su precio”, dijo a fines del mes pasado Elena, quien
usa un seudónimo para proteger su identidad, en un cuarto que alquila en un
prostíbulo de Puerto Cabello. “Sí, tenemos dólares para comprar las cosas que
nuestras familias necesitan, pero tenemos que vender nuestros cuerpos para
eso”.
Las ventajas de su oficio están
amontonadas por todo el cuarto en el prostíbulo Blue House –sacos de arroz,
harina, azúcar y aceite de cocinar– productos por los que otros venezolanos
tienen que esperar en línea por horas para comprarlos a precios regulados en
las tiendas, si es que los encuentran.
MERCADO NEGRO
El bolívar ha bajado de 71 por dólar a
23 en el mercado negro desde que el presidente Nicolás Maduro sucediera a su
mentor Hugo Chávez en abril del 2013. El gobierno hizo más estrictas las
entregas de divisas para controlar la fuga de reservas de divisas extranjeras,
las cuales están cerca de su punto más bajo en una década. La tasa oficial de
cambio, reservada para los alimentos y medicinas importadas, es de 6.3
bolívares por dólar.
La escasez de dólares está
convirtiendo a Venezuela en una sociedad dividida en dos capas, similar a la
Unión Soviética y Cuba, dijo Steve Hanke, profesor de Economía Aplicada de la
Universidad Johns Hopkins en Baltimore. Aquellos que tienen acceso a los
dólares, tales como las prostitutas, agentes turísticos, choferes de taxi de
aeropuerto y expatriados pueden protegerse de la inflación por medio de cambiar
sus billetes verdes a una tasa aún más alta. Aquellos que no pueden hacerlo
están viendo bajar los estándares de su modo de vida.
En un país en que la prostitución es
legal, es el mercado negro de los dólares lo que Maduro ha calificado de “perverso”,
diciendo que fue diseñado por la burguesía para destruir su gobierno
socialista.
INDUSTRIA EN ASCENSO
Los funcionarios han probado a
encarcelar a los cambistas, cerrar las casas de cambio y establecer cuatro
sistemas paralelos de cambio para controlar el aumento de la tasa no oficial de
cambio en los 11 años desde que Chávez empezó a controlar el valor del bolívar.
La prostitución se ha convertido en la
única industria en ascenso en el mayor puerto de Venezuela. El burdel Blue
House está limpio y bien mantenido, con un patio y una cocina en la cual las
mujeres reciben tres comidas al día. Afuera, las plazas y las calles
adoquinadas del centro colonial están en ruinas, llenas de montones de basura
impregnados del hedor del alcantarillado.
“Antes yo trabajaba para mantener a mi
hijo y a mi mamá; ahora yo mantengo a toda mi familia”, dijo Paola, una
prostituta que, como Elena, viene desde Zulia y no quiere decir su verdadero
nombre. “Los dólares son la única manera de arreglárselas. El sueldo en bolívares
de mis tíos y mis primos ahora casi no significa nada”.
Las prostitutas en Puerto Cabello
cobran a los marineros un precio fijo de $60 por hora. Además, ayudan a los
extranjeros a conseguir habitaciones, tarjetas telefónicas y taxis, cobrándoles
en dólares y luego pagando a los caseros y los choferes en bolívares.
UN TRABAJITO EN DÓLARES
En un trabajito típico con un
extranjero que les pague en dólares, una prostituta gana unos 6,800 bolívares
en tarifas y arbitraje de cambio de divisas en el mercado negro. El mismo
servicio, pagado en bolívares, lo cual Elena y sus amigas aceptarían de mala
gana como último recurso, les ganaría 3,000 bolívares.
“Podemos ganar más en dos horas aquí
que trabajando un mes en una tienda”, dijo una prostituta que se hace llamar
Giselle, mientras sorbía un whiskey de 12 años en el club de desnudismo Club
440.
La escasez de dólares ha llevado a la
carencia de todo en las tiendas, desde agua embotellada a papel sanitario, y
llevó a la subida de los precios en un 59 por ciento en el año hasta marzo, el
último mes para el cual hay cifras disponibles.
El aumento de los precios, la
creciente escasez y la ola delincuencial han impulsado tres meses de protestas
antigubernamentales que han costado la vida a por lo menos 42 personas.
EL COSTO DE LA PROTECCIÓN
El precio pagado por los
inversionistas para proteger la deuda venezolana del incumplimiento aumentó 3
puntos base en el último mes a 987, el más alto del mundo después de Argentina,
según datos compilados por Bloomberg. El precio de las permutas de
incumplimiento crediticio implica una probabilidad del 49 por ciento de que
Venezuela dejará de pagar a los obligacionistas en los próximos cinco años.
La economía se contrajo 0.5 por ciento
en el primer trimestre con respecto al año anterior, según el cálculo mediano
de siete economistas encuestados por Bloomberg. Economistas de Goldman Sachs
Group Inc. pronosticaron el mes pasado que la economía venezolana se contraería
este año en un 1.3 por ciento. El Producto Interno Bruto se expandió 1 por
ciento el año pasado, ha dicho el banco central.
“Vamos a derrotar al dólar paralelo”,
dijo el vicepresidente de Economía Rafael Ramírez el 20 de marzo al anunciar un
nuevo mercado de divisas. El sistema, conocido como Sicad II, permite a
compañías e individuos comprar dólares en cantidades restringidas por alrededor
de 50 bolívares, una devaluación del 88 por ciento respecto a la tasa oficial
de cambio.
El bolívar ha bajado 17 por ciento en
el mercado negro desde que empezó Sicad II, según el websitedolartoday.com,
dedicado a seguir las tasas de cambio.
Una portavoz del Ministerio de
Economía, Finanzas y Banca Pública, cuyo nombre no puede ser revelado a causa
de la política interna, no respondió a llamadas telefónicas y un correo
electrónico en busca de comentarios sobre la tasa de cambio del mercado negro.
Un vocero de la oficina de Maduro, quien pidió también no ser nombrado debido a
la política interna de la misma, no quiso hacer declaraciones sobre el plan del
presidente de controlar el alza de la tasa de cambio del mercado negro, la
inflación y la escasez.
“Maduro ha sido un fracaso total”,
dijo el vendedor de bebidas Luis Alberto Paredes, de 52 años, cuya casa está
adornada de banderas y afiches de Maduro, Chávez y el Partido Comunista. “La
gente se está hartando. Creo que esto va a explotar más temprano que tarde”.
Para mujeres como Giselle, Elena y
Paola, la prostitución por dólares se ha convertido en un salvavidas que las
rescata de la pobreza.
“Nosotras no hemos estudiando, no
tenemos educación ninguna. ¿Qué íbamos a hacer ahora si dejamos de hacerlo?”,
dijo Giselle. “¿Trabajar por el salario mínimo, que ni siquiera paga la comida?
Si no estuviéramos aquí haciendo la calle, estaríamos viviendo en la calle”.
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