Chuo Torrealba 07 de diciembre de 2015
“¡Comenzó
el Cambio, Venezuela! Hoy tenemos razones para celebrar: el país pedía un
cambio y ese cambio comienza hoy.
La
agenda de la paz reinó y la agenda de los ciudadanos se impuso. El voto logró
vencer democráticamente a un gobierno que no es democrático.
Debemos
agradecerle al pueblo de Venezuela. A todos. A quienes nos han acompañado
durante años, ¡gracias por su lealtad! A quienes por primera vez votaron por
nosotros, ¡gracias por su confianza! No los defraudaremos. Y a quienes
prefirieron otra opción, nuestro respeto y reconocimiento. A ustedes queremos
decirles, especialmente a ustedes, que también ganaron, porque en este proyecto
cabemos todos. Éste es un solo proyecto que se llama: Venezuela. ¡La Venezuela
unida!
Hoy es
un día de celebración, pero este día histórico también amerita que
reflexionemos.
Hemos
estado divididos durante años y el país no ha ganado nada con esa equivocación
histórica. Es hora de demostrarnos que hemos aprendido de los muchos errores
cometidos. Cuando nos dividimos, nos hundimos y perdemos todos.
Una
nueva mayoría se expresó y mandó un claro y contundente mensaje. Venezuela dio
un mandato que es una campanada histórica, un alto en el camino de la
destrucción y un llamado que convoca a todos los sectores para enderezar el
rumbo de nuestra querida Patria para que, por primera vez en mucho tiempo,
podamos pensar en el futuro como Nación, un futuro que le pertenece a nuestros
hijos quienes merecen una Venezuela distinta.
Vivimos
la peor crisis de nuestra historia. Se hace urgente que todos dejemos las
agendas particulares y veamos en este pueblo sufrido un ejemplo de unidad y que
nos preparemos para enfrentar las dificultades.
En tal
sentido es nuestra responsabilidad mandarle un mensaje claro al Gobierno: el
pueblo habló claro… Las familias venezolanas se cansaron de vivir las
consecuencias del fracaso. El pueblo no tolerará ni el más pequeño desvío de
los principios que están establecidos en la Constitución. ¡No más! ¡Ya basta!
Respeten la decisión del pueblo.
Venezuela
puede estar tranquila de que la Unidad sabrá, con humildad, firmeza y
responsabilidad, administrar este triunfo que es un triunfo de todos, y que no
llegará para atropellar a nadie… que llegar a la Asamblea en Unidad y con
deseos de Cambio, no implica acabar con las conquistas sociales ni mucho menos
llegará a perseguir y condenar a quienes piensen distinto.
Hoy
esto cambió: ahora Venezuela tiene una Asamblea Nacional al servicio del
pueblo, que se guiará por los principios de la Constitución y que esa
Constitución será una brújula común que guíe las actuaciones de todos los
poderes en Venezuela.
Esta
victoria histórica, además, es una esperanza real para aquellos que durante
este tiempo han sido injustamente perseguidos, encarcelados, inhabilitados o
exiliados. Nos comprometemos a devolverles sus derechos como ciudadanos libres
para poder verlos junto a nosotros, construyendo el país que viene.
Con
esta victoria empieza un ciclo en la vida política e institucional de
Venezuela, con el respaldo de todos los ciudadanos.
A
nuestros hermanos de la Fuerza Armada, nuestro mensaje de aprecio y de
reconocimiento. Yo pido un aplauso par a la Fuerza Armada Nacional, a los
efectivos del Plan República. Ustedes son hermanos y hermanas, padres y madres,
con la única diferencia de que visten uniforme y que los compromete con este
país el sagrado juramento a la bandera. Un juramento en defensa de nuestra
soberanía y nuestra patria. Comencemos un camino en el que el país reconozca en
ustedes, hermanos y hermanas con uniforme, una referencia de valentía y que se
les respete como constructores de la Venezuela por venir. Y eso empieza por
despolitizar la institución y ponerla de nuevo al servicio de todo el pueblo de
Venezuela, sacando las ideologías de los cuarteles y no permitiendo que se les
pinte de un color. Avancemos hacia el día en el que “gloriosas” sea el único
adjetivo que acompañe el nombre de nuestra Fuerza Armada.
Y así
como debe suceder en nuestros cuarteles, todos debemos vigilar que nunca más
las instituciones de la República sean secuestradas por un partido. Vigilemos
que nunca más un venezolano crea que haber sido electo para un cargo lo pone
por encima de los demás, que nunca más el lenguaje violento y el discurso
oficial se confundan, que nunca más un venezolano sea discriminado por pensar
diferente.
Cientos
de personas trabajaron en esta campaña. Incluso, mientras ustedes me escuchan
muchos siguen trabajando en este momento en el proceso de cuidar el voto de los
venezolanos. Sin ellos, esto hubiera sido imposible. También le agradecemos a
la comunidad internacional, tanto a los organismos como a quienes participaron
como observadores. El pueblo venezolano les ha permitido ser testigos de
excepción de un momento histórico.
Nada
puede detener a un país que ha decidido transformar su realidad.
Es
innegable que quienes votaron por nuestra opción y quienes no lo hicieron
sufren lo mismo. Y por eso debemos salir juntos de este dolor. Atravesamos una
situación económica delicada, con potencial de convertirse en una crisis social
y humanitaria inédita en la región. Una crisis que debe ser atendida
urgentemente a través de la producción nacional, de hacer lo necesario para ser
capaces de producir en Venezuela, productos venezolanos, hechos en casa, hechos
por nosotros. Para combatir el hambre, la escasez, la carestía.
Vamos
a contagiar con nuestra esperanza a quienes han sido víctimas del miedo y la
mentira. Durante estas semanas a muchos les hicieron creer que esta victoria
que tanto nos alegra a nosotros no los incluye. El futuro nos pertenece a
todos, porque nuestra querida Venezuela nos pertenece, igualmente, a todos.
En
nombre de la esperanza y contra el miedo vencimos todos los obstáculos.
A los
jóvenes les aseguramos que van a tener un país donde será posible tener sueños
y conquistarlos con trabajo, honestidad y esfuerzo.
A los
adultos mayores les haremos sentirse orgullosos del tiempo que dedicaron a
construir este país.
A las
madres y a los padres les decimos que el miedo, el crimen y las angustias serán
parte del pasado.
A
quienes tuvieron que irse del país, pronto recordarán lo bien que se siente
estar donde uno nació y serán bienvenidos de vuelta.
Hoy la
Unidad está fortalecida. Vamos a celebrar esta victoria en paz, pero también a
reflexionar.
Hoy ha
comenzado el Cambio en Venezuela y que quede claro: no hay una mayoría que
quiera aplastar a la minoría. Hoy comenzó el Cambio porque yo cambié, tú
cambiaste, todos cambiamos. ¡Venezuela cambió!
De
este día se dirá que los ciudadanos decididos caminamos juntos. Se dirá que la
esperanza siempre es más poderosa que el miedo. Se dirá que fuimos mucho pueblo
y que triunfamos con el arma más poderosa que tenemos quienes creemos en la
democracia: el voto.
Venezuela
quería un cambio y ese cambio empezó.
¡Gracias,
Venezuela!
¡Gloria
al bravo pueblo!”
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