Por Pablo Pérez, 03/12/2015
Debo reconocer que estoy gratamente sorprendido con el entusiasmo que
hay en la población para participar en las elecciones de este domingo 6 de
diciembre. En cada contacto directo en el cual participo en los circuitos del
Zulia, percibo una creciente voluntad de cambio. Muchos son los que votaban
antes por el oficialismo y hoy están cansados de la ineficiencia y la crisis.
Todas las encuestas dan una opción de triunfo incuestionable para la
Unidad. Pero creo que esos estudios se están quedando cortos con la avalancha
de votos que recibirá el cambio el 6D. Hay un agotamiento en la imagen y
credibilidad del gobierno. La mayoría cree con acierto que con ellos es
imposible salir de esta crisis que nos está llevando a tocar fondo.
Mientras la imagen del gobierno se deteriora, hay un refrescamiento de
la confianza del electorado en la Unidad. En cada comunidad que visitamos hay
una mezcla de alegría y esperanza a pesar de la crisis. El ciudadano nos expone
sus penurias para poder sobrevivir, pero siempre con una sonrisa nos dice
“cuenten con mi voto”.
No ha sido fácil llevar el mensaje de la Unidad porque son demasiados
los obstáculos que pone el gobierno. Pero más puede la voluntad de un pueblo,
dirigentes y electores, de levantar su voz contra un régimen opresor, corrupto
e ineficiente que pretende condenar al pueblo venezolano a vivir como mendigos
y en una eterna cola.
Es importante que todo ese entusiasmo lo concretemos con una elevada
participación y con una espléndida organización. El gobierno no anda jugando
muñecas y en su desesperación son capaces de todo, pero hasta ahora se han
topado con una férrea oposición de los venezolanos que no han caído en el
juego.
Son días duros, pero muy especiales.
Estamos encaminados a un cambio en Venezuela.
Pero un cambio gradual y en el marco de la Constitución.
No hay atajos fuera de la ley, porque si queremos erradicar por
completo el atraso y el autoritarismo representado por el régimen, debemos ser
inteligentes.
Y el primer paso para actuar con inteligencia es votar y participar en
la defensa del voto. Esto no sólo es trabajo de los partidos. Es un esfuerzo de
todos y para todos. Estoy plenamente seguro que el “bravo pueblo” venezolano
derrotará al yugo del opresor. Votemos con alegría. Participemos con
entusiasmo.
Pablo Pérez
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