Por Jesús Alexis González, 18/01/2016
La finalidad de un Banco Central (BC) es preservar la estabilidad monetaria,
apuntalado por un buen manejo de la la cantidad de dinero (crecimiento de la
liquidez) evitando se genere un aumento sostenido del precio de los bienes y
servicios a lo largo del tiempo
(inflación) en procura que la moneda cumpla con sus funciones de almacén de
valor, unidad de medida y medio de cambio, siendo vital que el signo monetario goce de la confianza del público en concordancia
con la favorable credibilidad que ha de tener sobre la meta de inflación
estimada a la luz de contar con una información anual y mensual que incluya
como mínimo una visión sobre la evolución de las variables económicas y de su potencial
influencia sobre la trayectoria futura de la tasa de inflación. Esigualmente
sabido, que los procesos inflacionarios distorsionan el sistema de precios relativos generando incertidumbre y
desestimulando la inversión, al tiempo de reducir la capacidad de crecimiento
de la economía así como de perjudicar
muy especialmente al estrato social de menos ingreso.
A los efectos que un BC pueda cumplir con sus fines,
ha de gozar de plena autonomía con
el propósito de cumplir el mandato
constitucional en materia monetaria, que para el caso venezolano está
consagrado en: Art. 318: “Las
competencias monetarias del Poder Nacional serán ejercidas de manera exclusiva y obligatoria por el Banco
Central de Venezuela”; en elArt.
319: “El Banco Central de Venezuela se regirá por el principio de
responsabilidad pública, a cuyo efecto rendirá
cuenta de las actividades, metas y resultados de sus políticas ante la Asamblea
Nacional (…); y en el Art. 320: “En
el ejercicio de sus funciones, el Banco Central de Venezuela no estará subordinado a directivas del
Poder Ejecutivo y no podrá convalidar o financiar políticas fiscales
deficitarias” (Las negrillas son nuestras) A tenor de lo señalado, se
infiere que la autonomía del BCV consagra, muy especialmente, que no puede ser
obligado a prestarle dinero al Gobierno mediante
la emisión de dinero inorgánico para monetizar
el déficit fiscal causado por una
situación donde los gastos del Gobierno son mayores que sus ingresos (algunas
cifras indican que en la actualidad PDVSA le adeuda al BCV más de ¡$145.000 millones! por concepto de
financiamiento), lo cual trae como consecuencia un aumento del Circulante (M1)que evolucionó desde 4.938.181 en 1998
hasta 1.839.535.079 a finales de 2014 propiciando unahiperinflación (ver:elrepublicanoliberal.blogspot.com/2015/03/jesus-alexis-gonzalez-hiperinflacion/html); que intentan erradamente combatiraumentando las perversas regulaciones y
controles sobre la economía (ver:elrepublicanoliberal.blogspot.com/2015/05/jesus-alexis-gonzalez-pv-congelado-e.html?=1). Sea pertinente mencionar, que el Presidente de la
Republica vía Ley Habilitante modificó (31/12/2015) la Ley del BCV (la 7ª en “revolución”), para
en esta oportunidad agregar que el instituto emisor podrá otorgar o financiar
créditos al Estado y entidades públicas cuando exista amenaza interna a la
seguridad u otro perjuicio al interés público que calificará el Presidente; ampliando la reforma del 2010 donde se
estableció que el BCV puede imprimir
billetes para auxiliar a PDVSA (¡!).No vacilamos en afirmar, que ambas
reformas deben ser declaradas inconstitucionales
por la AN con la inmediatez debida.
Como referencia despilfarro—gasto excesivo y superfluo—gubernamental,
es propicio recordar que durante los dos últimos gobiernosdemocráticos antes
de la llegada al poder del actual “proceso”, el precio de nuestra cesta
petrolera promedió $15/bmientras que
el Presupuesto Nacional (con equilibrada eficiencia y austeridad) se formulaba
sobre la base de unos $25.000/año;lo
cual no impidió se construyeran 655.999
viviendas un 46,3% de las 1.415.631
construidas durante los 4 Gobiernos democráticos a la par de una mayor
soberanía alimentaria.El inicio del despilfarro, podemos ubicarlo a partir de 1999 coincidiendo con la etapa de ascenso en el precio promedio de
nuestra petrolera (crisis del Medio Oriente y crecimientoeconómico de China e
India) desde $9,38/ben 1998 pasando
por $117,4/b en junio 2008 (el
histórico más alto) hasta alcanzar un promedio de $86,8/b para el lapso 1999-2014 (un 480% superior al democrático);tiempo
durante el cual el Gobierno administró (desperdició) cerca de $2 billones para culminar en 2015 en la
situación Divina de “Dios proveerá”.
Vale acotar, que para 1998 la deuda pública total (interna y externa) era de$27.909 millones (35% del PIB) mientras
que para principios del 2015 se ubicó en $249.523
millones (42% del PIB).
Es marcadamente evidente, que el modelo de
organización económico-socialque sin
brújula doctrinaria ni visión concreta de país adelanta la “revolución”
(ver:http://www.finanzasdigital.com/2015/10/una-revolucion-carente-modeloeconomico/), está haciendo aguas desde principios del 2000 y se
ha sostenido en el poder con base en la represión aunado a un socialismo rentista populista que
elevó el gasto público desde Bs 14.500 millones en 1999 hasta 1.150.000
millones en 2015, al tiempo que las reservas internacionales apenas crecieron
un 6,22% entre 1998 y el 12/01/16 desde $14.700 millones hasta $15.615 millones
donde las divisas liquidas representan
solo $1.700 millones; escenario que nos condujo en 2015 a una hiperinflación del 347% (Universidad
Johns Hopkins), aproximándonos a una indeseable situación similar a la
experimentada por Zimbabue que en
2009 suprimió su moneda al haber perdido
todo su valor, y luego de transcurridos 7 años no ha podido retomar el sendero
de la estabilidad institucional.
Reflexión
final. Apreciamos como cínica, la pretensión reduccionista del
Gobierno y su burocracia demanejar la crisis
estructural que han propiciadohasta empobrecer el país(ver: www.lasverdadesdemiguel.net/edicion-538-venezuela-por-que-se-esta-empobreciendo/) dándole un tratamiento de emergencia (desastre) “argumentando”
simplemente la necesidad de enfrentar solo las consecuencias inducidas por lacaída del precio petrolero que se inició
a finales del 2014,sin presentar acciones
concretas en materia monetaria, cambiaria y fiscal (por la vía del gasto); pero
si aspiran expropiar los medios de
producción privados para atenuar la
crisis (¿?) Tal ambigüedad, ha de disiparse en no más de 6 meses al momento cuando el Poder Ejecutivo, luego del
vencimiento del ejercicio anual, presente a la AN la rendición de cuentas en un todo de acuerdo con el Artículo 315 de la CRBV.
Economista Jesús Alexis González
@jesusalexis2020
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