Estimado Compatriota,
Ante todo permítame felicitarlo por su nuevo papel como Presidente de
la Asamblea Nacional, cargo que representa una enorme responsabilidad y un gran
reto en el proceso de recuperación de la democracia en Venezuela.
Me dirijo a Ud. haciendo caso a su llamado el día de su elección por
parte de la mayoría de los diputados de la MUD: “A los venezolanos le pedimos
que nos vigilen, que nos exijan y que nos observen.”
En primer lugar quiero manifestarle mi admiración y gratitud por el
manejo que hizo de su cargo el día de la instalación de la Asamblea Nacional;
Ud. logró superar con éxito el primer intento de sabotaje por parte de la nueva
minoría parlamentaria.
También quiero manifestarle algunas reflexiones que podrían ilustrar
formas más efectivas de llevar a cabo la decisión de sacar las imágenes del
difunto del recinto de la AN, con la cual estoy de acuerdo. A la luz de lo
ocurrido es evidente que su actuación está siendo utilizada por el régimen como
un pretexto para agudizar la polarización política, revivir el culto al difunto
que ya desvanece y desviar la atención de los problemas fundamentales del país.
Mis observaciones van más allá de su estilo que a algunos encantó y que
a otros indignó, incluso entre sus electores. Este asunto parece ya haber sido
asumido, al presentar en boca de Chuo Torrealba excusas a quienes pudieran
haberse sentido ofendidos, por la forma, no por el fondo. Pienso que, por
ejemplo, la misma decisión se hubiera podido llevar a cabo presentando como
base el Decreto del mismo difunto prohibiendo el uso de su imagen y sin
necesidad de supervisar personalmente su ejecución.
Para mi el asunto es de estrategia política y de liderazgo efectivo:
para alcanzar los objetivos estratégicos a largo plazo se debe mantener el foco
en los mismos a corto plazo, y evitar facilitar o permitir desviación alguna.
Para ello se requiere claridad y capacidad para ajustar los planes, las
prioridades y las acciones a las condiciones del entorno, así como utilizar el
estilo de liderazgo adecuado a cada circunstancia. Se trata de diferenciar lo
estratégico de lo operativo. Y dedicar atención focalizada, energía y tiempo, a
lo estratégico.
El tema estratégico me lleva a plantear el asunto de la organización,
que como sabe, debe alinearse a la estrategia. Entiendo que durante la campaña
electoral la MUD funcionó con una Dirección única o central, lo cual a mi
juicio, junto con la visión y claridad estratégica y a una excelente
organización para la ejecución impecable de la estrategia, llevó al
extraordinario éxito de ganar los 2/3 de diputados de la Asamblea Nacional.
Logro que será ponderado en su justa dimensión cuando se escriba la
historia de la Venezuela de estos difíciles años.
No se si esa dirección política central de la MUD se mantiene, si ha
sido redefinida y cuál es el papel actual de su Secretario Ejecutivo; pero me
sospecho que con la nueva realidad de la Asamblea Nacional, este tema pudiera
no haber quedado muy claro. Si bien se acordó que los diputados electos con la
tarjeta única de la MUD responderán a una misma línea estratégica, si la
Dirección política de la MUD no sigue funcionando como la dirección central,
pueden generarse confusiones de dirección entre los papeles de la Junta
Directiva de toda la Asamblea y de la Jefatura de la fracción parlamentaria
unitaria. Considero importante que, si bien la MUD no es un partido, funcione
como tal, con todo su aparato organizativo, mientras se transite el regreso a
la democracia; esto implica, entre otras cosas, que la dirección única sea la
Dirección de la MUD, y a ella deben reportar y rendir cuenta sus directivos
parlamentarios y sus diputados (aunque en la práctica en muchos casos, como el
suyo y el de Julio Borges, sean las mismas personas, la Dirección política
colegiada debe prevalecer sobre los cargos individuales).
Sugiero que todos los parlamentarios, incluyendo a los directivos de la
Asamblea y de la fracción, se subordinen de forma clara a la Dirección política
de la MUD y que se creen mecanismo para rebotar ideas y para consultar
propuestas, de manera de reducir la posibilidad de desvíos de las líneas
estratégicas centrales, al calor de la lucha cotidiana en la AN. En este
sentido la contribución de Chuo Torrealba puede seguir siendo fundamental. Una
dirección política colegiada “externa y por encima” de los diputados electos,
con un Secretario Ejecutivo en pleno ejercicio, son clave a mi juicio, para
mantener el rumbo estratégico de manera más efectiva.
Por último, queda claro que el régimen obstaculizará todo lo que haga
la nueva Asamblea Nacional e intentará trancar el juego democrático mediante
diatribas “legales”, usando para ello a “su TSJ” y sus diversas Salas; la
Electoral ahora y luego sobretodo la Sala Constitucional con
“super-poderes-inapelables” para declarar inconstitucional, de forma arbitraria,
toda decisión que no les guste. Ante este escenario me parece necesario que la
MUD, con sus estructura organizativa y su bancada en la AN como parte de la
misma, enfoquen sus acciones iniciales en desenmascarar a ese TSJ espurio,
denunciando la forma mafiosa como el saliente presidente de la AN nombró
“magistrados” a su medida.
Sugiero se desarrolle una fuerte campaña de denuncia y evitar al máximo
caer muy temprano en la “confrontación de poderes” que pretenden desarrollar
los jerarcas rojos en el terreno “jurídico”. La confrontación con los jerarcas
rojos que intentan preservar el poder y mantener a salvo sus arcas, debe ser
más en el terreno político, y en varios frentes más allá del recinto
parlamentario, incluyendo el de la opinión pública nacional e internacional así
como la tarea cotidiana de los militantes de los partidos de la MUD,
acompañando a la gente en la denuncia de las graves penurias que sufren por
culpa de un régimen que en lugar de atender y resolver los problemas se dedica
a trancar el juego democrático.
Se trata de mantener el foco y controlar en lo posible el tablero de
juego, impulsando la agenda estratégica de la MUD, que a mi juicio trasciende
la agenda parlamentaria.
Agradeciendo nuevamente a Ud. y a todos los partidos de la MUD, así
como a Chuo Torrealba, por este inicio de la recuperación de la democracia y la
construcción de una Venezuela de paz y bienestar para todos, le saludo
cordialmente y quedo a la orden.
Atentamente,
Christian Burgazzi
@cburgazzi
10 de enero de 2016
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