Páginas

sábado, 2 de enero de 2016

Cooperativismo: puente de unión


Por Carlos Molina Camacho


Todos los venezolanos desearíamos que tanto la nueva Asamblea Nacional como los demás poderes públicos, particularmente el Poder Ejecutivo, puedan sentarse, por medio de sus personeros, a dialogar para hallar las mejores soluciones a los graves problemas de todo orden que enfrentamos los que vivimos en esta tierra de gracia.


Hace muy pocos días el actual Presidente de la Asamblea Nacional sugería, delante del Presidente Maduro y en cadena nacional, que los empleados, técnicos, comunicadores sociales, etc que laboran en el canal ANTV, formaran una asociación con el fin de autogestionar esa empresa pública. El Presidente Maduro sin pérdida de tiempo expresó: “¡¡¡eso es, una cooperativa!!!”

No sabemos cuál será la decisión de la nueva Asamblea Nacional en relación al asunto planteado, pero la sugerencia hecha por el Presidente de la A.N. encaja perfectamente dentro de la actual Ley Especial de Asociaciones Cooperativas.

En efecto, el art. 89 de la misma en su encabezamiento dispone que: “El Estado, mediante los organismos competentes, realizará la promoción de las cooperativas por medio de los siguientes mecanismos: ……numeral 5: “El impulso a la participación de los trabajadores y la comunidad en la gestión de las empresas públicas y privadas, mediante fórmulas cooperativas, autogestionarias o cogestionarías”.

Estamos de acuerdo con la idea expresada por esas dos altas autoridades del Estado. Sí es perfectamente posible que los que hacen vida como trabajadores en esa planta televisiva formen una cooperativa para gestionarla, permaneciendo los bienes materiales de ella como propiedad de la nación.

Ahora, es importante poner de relieve que organizar una cooperativa no es nada fácil. Siendo una empresa de autogestión es menester que sus asociados estén muy bien capacitados tanto en sus derechos como en sus deberes –claramente expresados en el instrumento legal- y adquieran los básicos e indispensables conocimientos en punto a administración de la cooperativa en cuestión.

Lamentablemente las experiencias cooperativas vividas durante estos años de chavismo no son en nada halagüeñas. Se constituyeron miles y miles de cooperativas sin educación alguna de sus miembros, los que recibieron inmensas sumas de dinero, y en consecuencia los resultados fueron sencillamente desastrosos, dañándose la fe en el cooperativismo como un medio de redención social. Ello sin hablar del sectarismo político que manchó desde su inicio la creación de muchas de esas cooperativas.

Sin embargo, los errores pueden corregirse, y somos del criterio que tanto el Gobierno como la oposición en la nueva A.N. pueden acordarse en la promoción de esta cooperativa del canal televisivo y de muchas otras, tanto entre trabajadores como entre consumidores y usuarios (cooperativas de consumo, de viviendas para la clase media, educativas, de salud, de transporte, etc.), siempre y cuando se eviten los costosos errores que se cometieron hace algunos años y ya señalados.

Son más las cosas que nos unen a los venezolanos que aquellas que nos separan. Ojalá el cooperativismo pueda ser una de esas herramientas en donde estemos de acuerdo para fortalecer en nuestro país la llamada Economía Social o Solidaria, pues las cooperativas tienen una naturaleza socialista o colectiva, pero deben gozar de autonomía frente al Estado y las empresas privadas.

La política debe estar alejada de esas unidades económicas toda vez que lo importante en ellas es que brinden a sus miembros los mejores bienes y servicios, al más bajo costo. Las de trabajo asociado, que producen bienes o servicios, son propiedad de sus trabajadores, quienes se liberan así de su condición de simples asalariados en las empresas mercantiles.

El desideratum debe ser que cada día haya en Venezuela más propietarios. Hay que democratizar en nuestra patria la propiedad en todas las áreas de la actividad humana.

El cooperativismo puede unir tanto a aquellos partidarios del socialismo del siglo XXI como a los social demócratas, social cristianos, liberales, etc... 

Quizás es uno de los pocos caminos en donde podríamos marchar tomados de la mano y decidirnos de una vez por todas a edificar una Venezuela socialmente justa, libre y en paz, que sea ejemplo para otros países hermanos de América Latina. Ese es el profundo anhelo de todos los que votamos el 6 de diciembre, sea cual sea la opción que hubiésemos tomado.

Ex Superintendente Nacional de Cooperativas


01-01-16




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico