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miércoles, 20 de enero de 2016

La hora de la política, por @lmesculpi



Luis Manuel Esculpí 19 de enero de 2016

En mis lecturas de una época recuerdo ahora una frase muy citada: "La guerra es la continuación de la política por otros medios". La frase en cuestión pertenece al General prusiano Karl von Clausewitz en su famosa obra: De la guerra. Tomando como base la afirmación de ese importante teórico militar podríamos afirmar: la política es una lucha, una confrontación donde no se emplean principalmente los medios violentos o sangrientos; tal como ocurre en la guerra. Resalto una contradicción en la afirmación del párrafo en la extensa obra mencionada (VIII libros) -leí los tres primeros y un resumen de los restantes- cuando Clausewitz señala "la guerra no pertenece al terreno de las artes ni de las ciencias, sino de la existencia social". El libro de Sun Tsu escrito hace más de 2000 años se titula precisamente: El arte de la guerra. Tratado que ha trascendido el ámbito bélico a zonas tan diversas como él área comercial.


Hay una vieja discusión entre los teóricos militares si es una ciencia o un arte, en todo caso ambas actividades son consustanciales a la "existencia social". Otros autores señalan que la obra del estratega chino, ha perdurado más que la del prusiano, que fue difundida después de su muerte a mediados del siglo XIX.

El paso lateral de los parlamentarios de Amazonas, para luego avanzar, con la presencia de Maduro en la Asamblea Nacional, legitimando al poder legislativo y reconociendo ser minoría en esa instancia, significó un evento trascendente y un movimiento político que descolocó al gobierno y posicionó a la mayoría democrática, permitiéndole recuperar la iniciativa.

A propósito de esa decisión incomprendida inicialmente por algunos opositores, también vino a la memoria la añeja conseja de Sun Tsu "nunca atacar con cólera y con prisas"...o aquella que indica eludir la confrontación cuando no tienes posibilidades de triunfar.

Estamos entrando en un período que puede ser definido como la hora de la política, hasta ahora hemos llegado a dónde estamos, por aciertos en las definiciones y a la conducción política. No pretendemos ocultar las deficiencias, carencias y limitaciones de la alianza opositora, afirmamos que al aquilatar estás frente a los aciertos, la resultante es ampliamente favorable.

Para consolidar la mayoría que se expresó electoralmente en diciembre es requisito indispensable, fortalecer la unidad, proyectarla a sectores, gremios y organizaciones sociales más allá de las organizaciones políticas, sin disminuir el peso que en la conducción deberán tener los partidos, que han demostrado tener competencia, dominio y conocimiento del oficio.

La victoria alcanzada redujo el volumen de los voceros de la antipolítica y los anti partidos; sin embargo no hay que confiarse solo con los logros alcanzados, entramos en una etapa sumamente compleja, que requiere nuevas elaboraciones, exige toda nuestra imaginación y creatividad para superar los nuevos obstáculos. El adversario no se resigna y utilizará todas las armas a su alcance para minimizar nuestros avances, se aferran a conservar el poder como un fin en sí mismo. El poder por el poder.

El ocuparse de la política no quiere decir dedicarse exclusivamente al tratamiento de los temas reducidos a ese ámbito propiamente dicho, descuidando los problemas fundamentales de los venezolanos en el campo de la economía, lo social y la seguridad personal. Muy por el contrario se trata de atenderlos prioritariamente, acompañar el descontento y el rechazo a las políticas del gobierno deben constituir aspectos esenciales en el comportamiento de las fuerzas democráticas. La AN puede ser un extraordinario escenario para dar cabida a la expresión de los sectores sociales afectados por la grave crisis que confrontamos.

El desconcierto inicial que en algunas esferas causó la decisión sobre los parlamentarios de Amazonas, se redujo a su mínima expresión, el día viernes con el discurso rutinario y repetitivo de Maduro, y la impecable respuesta del presidente de la Asamblea Nacional, el fin de semana fue comentario obligado en los más variados círculos. Nicolás desaprovechó la oportunidad y Henry Ramos se empleó a fondo, consciente del momento y con la definida comprensión que es la hora de la política.

Luis Manuel Esculpí

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