Freddy Paz 16 de enero de 2016
@freddyspaz
Estos son momentos en que el país
reclama el concurso de todos para asumir el inmenso reto de recuperar la
verdadera patria que nuestro padre Bolívar soñó y que a fin de cuentas todos
los venezolanos nos merecemos.
Pero ese inmenso reto exige el
sincero compromiso y la total entrega de todos y cada uno de los sectores que
hacemos vida en este, nuestro hermoso y generoso país. Los egoísmos deben dar
paso al trabajo mancomunado de las partes actuantes en el proceso político que
comenzó en nuestro país este pasado 5 de enero.
La trampa, la mentira, la zancadilla,
la guerra sucia y la ideologización sin sentido para aferrarse al poder de
manera indefinida deben desaparecer del escenario político de una vez por todas
y para siempre.
El 6 de diciembre el pueblo
venezolano hablo con una sola voz, clara y contundente para conseguir un cambio
a las paupérrimas condiciones de vida por las que está atravesando. El pueblo
quiere la comida necesaria y suficiente en los anaqueles para no tener que
hacer colas, quiere seguridad en las calles y en sus casas, quiere tener acceso
a la salud y a la educación, quiere empleos dignos y bien remunerados, quiere
vivienda digna sin que esto signifique tener que demostrar adhesión y sumisión a
un proyecto político determinado, quiere expresarse sin temor a ser reprimido o
perseguido. El pueblo de Venezuela quiere volver a la normalidad.
Ya la gente se cansó de las excusas.
Con las excusas no se resuelven los problemas. El argumento de la guerra
económica no convenció a nadie, ni puso comida en los anaqueles. El acusar al
adversario de golpista no disminuyo los niveles de inseguridad, responsabilizar
de todos los males a la “cuarta” no resolvió la escasez de alimentos ni oculto
el desastre en que se sumió al país en los últimos 17 años y nos tiene al borde
del precipicio, tener presos políticos no atemorizo al pueblo que cobro
sabiamente en las urnas tantos desafueros.
Es perverso usar poderes constituidos
de manera dudosa para boicotear el trabajo de otro poder que esta investido de
la legalidad máxima que es la elección indiscutida por parte del soberano, que
en definitiva es el único dueño del poder. Es retorcido llamar al pueblo a
protestar contra una ley que les otorgara la propiedad de viviendas a las
cuales hasta ahora solo tenían uso y disfrute como parte de un chantaje para
que se “portaran políticamente bien” con la clase gobernante.
Es una falta absoluta de respeto
convocar a grupos de personas día tras día a las afueras de la Asamblea
Nacional a insultar y agredir con objetos contundentes, huevos y tomates muy
caros y escasos por cierto, a parlamentarios electos por una inmensa mayoría de
los venezolanos con el solo fin de atemorizar y sabotear su trabajo.
Con un barril de petróleo por debajo
de los 24 dólares, con agobiantes compromisos de deuda externa e interna, con
un déficit fiscal abrumador, con la inflación más alta del mundo y el aparato
productivo del país destruido se avizora un panorama oscuro para el país y es
ya hora que todos, absolutamente todos los venezolanos pongamos nuestro aporte
para salir de este atolladero en vez de poner en marcha triquiñuelas,
descalificaciones y estrategias burdas para mantener el poder “como sea”. Llego
la hora de trabajar por Venezuela.
@freddyspaz
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