Por Laura Weffer Cifuentes
El cubículo en el que sirven
café es el espacio más popular de la Asamblea Nacional, justo al lado del
hemiciclo de sesiones. Es pequeño, y por fuerza quien entre queda codo con codo
con su vecino. Además, es un espacio de igualdad social y política. Beatriz
tiene 23 años sirviendo los vasitos de plástico con la misma deferencia a
chavistas, adecos, justicieros, masistas o comunistas. Y a todos les toca hacer
la cola. El único que tiene el “privilegio” de que le sirvan en un pote de
comida china es quien está al frente de la directiva; pero aclara, hoy esta
prebenda es exclusiva para “el nuevo presidente”.
“El mejor café” dice María
Corina Machado, mientras le estampa un beso a Beatriz en la mejilla. A su lado
está el diputado José Ávila, del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV)
con una chaqueta roja. Se saludan con cariño y él le comenta a la diputada
sobre su ingreso, luego de ser despojada de su cargo en 2014. “Hay mucha gente
que está contenta de volver a verla”. A su lado, un hombre serio, con un traje
oscuro y corbata roja, responde: “Pues yo no”. Era Hugo “El Pollo” Carvajal que
se estrena en su curul.
Dentro del hemiciclo la sesión
empezó a las 11:25 am. Pero en los pasillos, la actividad, mucho antes. Alfredo
Ramos (Causa R) recuerda, con cierta nostalgia, señalando el cuartico del café:
“yo me la pasaba allí”. Minutos antes ingresa la representación del cuerpo
diplomático de países como Francia, Reino Unido, Unión Europa y Estados Unidos.
Sí, Estados Unidos.
El expresidente colombiano,
Andrés Pastrana, llega rápido y sin mirar hacia los lados. Precedido por la
madre de Leopoldo López y la esposa del preso político, Lilián Tintori. Dos
minutos después, entra el exministro del Interior en tiempos de Rafael Caldera,
Asdrúbal Aguiar.
Pedro Carreño (Psuv) llega
como primera avanzada de la bancada del Gobierno. Le comentan que parece poco
feliz y responde que es hombre de pocas sonrisas. Veinte minutos se escucha un
murmullo y luego crece. Crece y crece. Hasta que se distingue. Son las barras
de los diputados chavistas que llegan en bloque. El lema: “Chavez vive, la
lucha sigue” acompañan el transitar de Diosdado Cabello, que encabeza el grupo,
seguido de Cilia Flores desde la puerta del Hemiciclo hasta la sala de
sesiones.
Los retienen durante unos segundos
porque la entrada es angosta. Entonces, deben pasar de dos en dos. Muy
diferente a la situación que les tocó a los legisladores de la bancada de la
oposición, que respondieron al llamado tempranero.
A las 8:00 am un grupo de
aproximadamente 60 diputados espera pacientemente que un piquete de la Policía
Nacional Bolivariana los deje ingresar por la esquina Dr. Díaz en el centro de
Caracas. La mayoría con gorra de bandera tricolor. Insisten y nadie les da
respuesta. Juan Requesens (Primero Justicia) manotea y exigen que lo dejen
pasar. Se abre un resquicio entre las barreras y ahí comienza el forcejeo. Los
efectivos empujan, los diputados responden. Alguna que otra mano. Ismael García
(PJ) grita “a mi no me tocas, carajo!”. El concejal Alejandro Vivas increpaba a
los uniformados. Les habla de Derechos Humanos e inmunidad.
Al final, después de superar
tres piquetes, llegan a la esquina de Pajaritos. Allí ponen en el mismo lote a
medios y diputados. Durante tres horas hay empujones, gritos insultos. Todos quieren
entrar y solo dejan entrar de uno en uno.
Ya el trato adentro es otro.
Muchos llegan directo al cuartico del café. Pero pidiendo agua. Al final de la
jornada, la jarra plateada está vacía. Los vasitos se acabaron. Pero habrá que
reponerlos. Porque convocaron la sesión el miércoles a las 10:00 am. Ya Beatriz
se prepara. Tendrá que aprenderse nombres nuevos y abrazar a otros que
regresan. Ahora es que vendrán jornadas. Ahora es que apenas comienza.
05-01-16
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico