Régimen misógino: Violencia de Género como política de Estado, @hmcaminante

Heddy Mansilla Moret, 01/01/2016

Ante los primeros intentos de acciones inconstitucionales, ejercidos desde el poder rojo contra la voluntad popular, producto de los resultados adversos que obtuvieron en las recientes elecciones parlamentarias,  una amiga, incansable luchadora por los derechos de la mujer, se hizo la siguiente pregunta: “de las y los 8 diputados impugnados, cinco son mujeres. ¿Por qué será?“.

Este régimen se ha caracterizado por su brutalidad en el trato con las mujeres. No podemos olvidar escenas que son clara muestra de ello: "esta noche te doy lo tuyo Marisabel", las agresiones del inefable Acosta Carles, la conducta demostrada por el difunto comandante intergaláctico cuando respondía las preguntas de la periodista Adriana Núñez (Televen), la detención arbitraria bajo tortura de la Jueza María Lourdes Afiuni,  las amenazas de violación a las estudiantes detenidas, la golpiza infringida a María Corina Machado, entre tantos otros episodios. Lo peor, es que hay supuestas defensoras de los derechos de la mujer militantes del PSUV que voltean para otro lado. Es un régimen homofóbico, misógino, negador de la diversidad sexual.

Sin embargo, en  el plano discursivo, este proceso “revolucionario” habla de inclusión, reivindicación del rol de las mujeres en la sociedad  y aceptación de la diversidad sexual, pero no es de extrañar este tipo de inconsistencias, cuando de imposturas se trata.

Este maltrato ha sido ejercido con toda la fuerza y poder de un “Estado Totalitario” en forma de agresión física, psicológica, sexual, laboral, mediática, económica e institucional”. Cabe destacar que todas están contempladas en el capítulo III de la “Ley orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia” Más allá de la careta progresista, ese es el concepto real que tienen de la mujer, es vista como algo utilitario que ponen y quitan a su antojo.

Insisto, ¿dónde están los pronunciamientos del Ministerio de la Mujer,  Defensoría del Pueblo, Fiscalía General, Magistradas del TSJ? Surge un silencio cómplice y complaciente.