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jueves, 21 de enero de 2016

¿Qué es el Zika? ¿Cuáles son los síntomas y cuáles las amenazas? Por @juliocastrom


Por Julio Castro M.


Es terrible, pero en Venezuela ‎a muchos puede empezar a parecerle normal que cada cierto tiempo haya amenazas virales: chikungunya , dengue , influenza… pero no es normal que estos virus se hayan convertido en parte cotidiana de nuestra historia sanitaria.


Ahora tenemos entre nosotros el Zika, un virus descrito por primera vez en 1947 en Uganda y cuya actividad reaparece en África cada tantos años. Y no es sino hasta el siglo XXI cuando sobrepasó las fronteras africanas y produjo  epidemias en  Tailandia, Micronesia y otras islas del Pacífico.

Aquellas primeras teorías asomaron la posibilidad de que el virus haya salido del continente africano por el mundial de fútbol, bien por viajeros africanos que salieron del continente o asiáticos que lo visitaron.

Según reportes de la Organización Mundial de la Salud, el virus Zika entró en América  muy probablemente proveniente de las Islas de Pascua, relacionado con el Campeonato Mundial de Canoismo de 2014 que se realizó en Río de Janeiro, en el cual participaron equipos de la Polinesia Francesa, Nueva Caledonia, las Islas Cook y las Islas de Pascua. De allí se presume que llegó mueve a la zona noreste de Brasil (Bahia, Pernanbuco y Río Grande del Norte ).

La cantidad de casos que fueron reportados por las autoridades brasileñas en el período 2014-2015 fue cercana a los 400.000. Y, a pesar de su poca severidad en cuanto a manifestaciones clínicas, ya se está presentando un comportamiento que llama a la reflexión y nos compete a todos los venezolanos.

¿Qué es el Zika y cuáles son los sintomas?

‎El Zika es un virus de la familia Flavivirus, una especie de primo del virus del Dengue que puede vivir en el entorno selvático mantenido por primates. Los síntomas característicos de la enfermedad aguda son cuatro: fiebre, erupción en la piel, conjuntivis y dolor en las articulaciones, manifestaciones muy parecidas a las del Dengue y el Chikungunya, dos virus que todavía tienen actividad en el país.

Lo parecido de los síntomas genera complicación adicional a que la mayoría de los diagnósticos se harán con base en el ojo clínico del médico. ‎Aunque, en general, el cuadro clínico es menos severo que Dengue:  la fiebre es más corta, hasta ahora no representa mortalidad ni secuelas, el malestar no es tan importante y las alteraciones de laboratorio son menos notorias que en los casos Dengue.

‎¿Entonces por qué representa una amenaza?

La pregunta que surge en este contexto salta a la vista: ¿por qué un virus con poco potencial de gravedad puede ser una amenaza ?

Una gran proporción de los pacientes infectados (entre 50% y 65% según la OMS) pudieran no tener casi ningún síntoma y aun así tener virus replicante en su cuerpo, algo que dificulta el seguimiento de los casos.

Ya hemos dicho que la mayoría  de los brotes o  epidemias de esta enfermedad ha sido descrita en pequeñas comunidades de África, islas del Pacífico y zonas aisladas del sudeste asiático, pero fue la epidemia producida en Brasil durante el 2015, en especial en la zona noreste, la que dejó en evidencia una de sus principales amenazas: la infección en las madres embarazadas.

Hasta el momento en Brasil se han detectado 3.700 casos de niños con microcefalia (cráneo y cerebro diminutos) y la evidencia apunta fuertemente hacia la infección por Zika en las madres durante las primeras doce semanas de embarazo.

Y la combinación de una infección asintomática con potencial de lesión en madres embarazadas es extremadamente preocupante.

Y surgen más preguntas: ¿cómo detectar el riesgo de una embarazada de una infección por Zika si no tienen síntomas? ¿Cómo evitar el contacto de una embarazada en un entorno familiar donde puede haber Zika con pocos (o casi ningún) síntomas?

Una enfermedad neurológica severa

Una segunda razón para preocuparse es la posibilidad que tiene el virus de desencadenar un respuesta del sistema inmunológico del ser humano que tenga un efecto nocivo para el propio paciente.

Se ha descrito una asociación posterior a la infección por Zika con una condición de deterioro neurológico (concretamente de los nervios periféricos) conocida con el nombre de Síndrome de Guillain-Barré.

Se trata de una poliradiculoneuropatía sensitivo-motora, condición neurológica que se produce porque el sistema inmune de alguna manera confunde al virus con las propias estructuras neurológicas y las ataca de manera aguda, produciendo un cuadro de debilidad o parálisis nerviosa que habitualmente evoluciona desde los pies hacia la cabeza y puede producir incapacidad para respirar, con todas las consecuencias que eso implica.

Si bien esta condición se produce en una proporción que oscila entre 2 y 6 por cada 100.000 habitantes por año, siempre como producto de infecciones virales, ya se han detectado casos de Síndrome Guillain-Barre en  Brasil que aumentan esta posibilidad en 5 y hasta 6 veces. En resumen: la infección por Zika puede considerarse un disparador de los fenómenos que conllevan a la condición neurológica aguda del Síndrome de  Guillain-Barre.

En Venezuela durante las ultimas semanas,  según informaciones periodísticas, la cantidad de casos de Síndrome de Guillain-Barré se ha triplicado con relación a la cantidad de casos que se esperan “habitualmente” en este período. Y a pesar de que no se haya establecido una relación explícita entre el virus de Zika y esos casos del Síndrome, el antecedente en Brasil y Polinesia plantea una asociación bastante clara.

Para la segunda semana de enero, se han identificado cerca de 50 casos en varios estados del país que fueron vistos entre diciembre del año pasado y este mes. Es importante destacar que esta condición neurológica sólo se produce en una proporción muy baja de pacientes que padecen  de Zika.‎ Por estas razones nos enfrentamos a un agente viral que tiene la posibilidad real de causar impacto importante en la salud de los venezolanos: en el corto plazo, por el manejo de los síntomas complicados con afecciones neurológicas severas; y en el mediano plazo, por el riesgo de niños con alteraciones cerebrales.

Se requiere la articulación del sector científico, epidemiológico y logístico. Se requieren políticas públicas inmediatas en salud, que incluyan el acceso a información de calidad. Ya hemos expresado en anteriores artículos que sin áreas  severamente comprometidas en nuestro país. Y las nuevas autoridades del Ministerio de Salud tienen una oportunidad clara para demostrar amplitud y concertación a favor de los ciudadanos, que son quienes terminan siendo los mas afectados.

Si bien era bastante difícil evitar la entrada del virus al país, la labor del entorno de salud para  minimizar el impacto de esta amenaza es crucial .

Desde 2014 la OMS notificó a los gobiernos de América sobre estos riesgos, con una marca sugerencia de adelantar la preparación necesaria. Pero, lamentablemente, a los venezolanos nos vuelve a atacar un agente infeccioso con potencial epidémico preocupante en coincidencia con cambio de Ministro de Salud y, por ende, cambio en los equipos técnicos.

Pero en los últimos dos años ya llevamos cuatro  ministros de Salud. Y esta situación era previsible.‎

La ciudadanía debe promover políticas que los protejan de estas enfermedades. La lucha contra el vector trasmisor del virus (Aedes aegypti o patas blancas) debe ser una prioridad, tanto desde la perspectiva familiar de lucha contra los criaderos como en las estrategias de los diferentes niveles de gobierno para el combate de la lucha contra los vectores. Y hasta ahora el saldo en esa lucha la han ganado el vector y la enfermedad. Hay que evitar que se repita.

19-01-16




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