Por Marino J. González R.
El gobierno aparece con
otra distracción. Un Decreto de Emergencia Económica que solo persigue que la
Asamblea Nacional sea corresponsable de la gestión de la crisis, y permita una
mayor intervención del gobierno en el manejo de la economía. La justificación y
diseño de dicho decreto no dejan dudas de que debe ser rechazado, solo refuerza
los errores del gobierno que nos han traído a esta monumental crisis.
La “emergencia” que ahora
plantea el gobierno tiene en realidad varios años. Podría decirse que al menos
desde 2009 ya eran muy evidentes los efectos perjudiciales de la política
económica que ha desarrollado este gobierno. Además, desde 2013 el gobierno ha
estado habilitado para múltiples materias. Es ahora que aparece con una
propuesta para enfrentarla. Mientras tenemos un gobierno que actúa con esta
“rapidez”, el deterioro social aumenta cada día.
Según los datos de ENCOVI (UCV-UCAB-USB)
del año 2014, ya la pobreza medida por ingresos afectaba al 48,4% de los
hogares venezolanos. Esto es, 3% más que la medición de pobreza con una
encuesta comparable en 1998. En esa medición de 2014, la pobreza extrema, esto
es, los hogares con ingresos menores con respecto a la canasta alimentaria, era
24% (cinco puntos más que en 1998). De manera que luego de 16 años
transcurridos de este gobierno, la pobreza no solo no se redujo sino que
alcanzó un nivel superior. Siendo que en 2014 no se implementó ningún cambio en
la política económica, lo previsible era el aumento de la pobreza en 2015.
Y efectivamente, así sucedió.
De acuerdo con ENCOVI 2015 (realizada a mediados de año), el 73% de los hogares
estaba en situación de pobreza, 76% cuando se toma en cuenta a las personas. La
pobreza extrema alcanzó al 50% de los hogares y de las personas. Esto es, 15
millones de personas no tienen los ingresos para adquirir los alimentos
requeridos cada día, en caso de que estuvieran disponibles. Es mucho peor
cuando ni siquiera están disponibles. Cuando se analiza la pobreza por
Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI), el aumento entre 2014 y 2015 fue de 8
puntos, de 21 a 29%.
La pobreza está en su máximo
nivel histórico en el país. Eso es un hecho incontrovertible. Se palpa en cada
hogar venezolano. Se siente en cada cola de muchas horas para conseguir
alimentos al menor precio posible en la economía con la mayor inflación del
mundo. Ante todo esto, tenemos un gobierno que no ha tomado medidas en casi
tres años, que no ha entendido el problema, que sigue creyendo en soluciones
que conducen a mayor pobreza, a mayor deterioro social.
Las decisiones que se
posterguen para atender esta situación ocasionan daño en el corto plazo, porque
hoy esas familias no pueden conseguir los alimentos, pero sus efectos se
prolongan por mucho tiempo. Hasta el punto que pueden ser irreversibles. Esta
es la verdadera emergencia, para la cual tenemos el gobierno más incompetente
que se pueda imaginar.
20-01-16
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