Editorial El Nacional
Desde luego que no se podía
esperar otra cosa de este gobierno malintencionado y maluco, ¡y vaya que lo
es!, que una conducta tan vil como la que ofreció el fin de semana en contra de
los ancianos que acudieron a los bancos a cobrar su pensión. No solo no se les
informó debidamente sobre las marchas y contramarchas del régimen de Maduro a
la hora de pagar lo que se les debe a estas personas en los años finales de sus
vidas, sino que esgrimieron como excusa una supuesta falla en las
comunicaciones oficiales.
¿Qué tipo de falla de
comunicación puede haber en este gobierno que dispone de una exagerada red de
radioemisoras civiles y militares, de los colectivos y de las comunas, de las
gobernaciones y alcaldías? ¿Es que acaso tampoco pudieron convocar a los
canales de televisión del oficialismo para dar a conocer la suspensión del pago
de las pensiones durante ese fin de semana?
¿Y esos animadores de
televisión (militares retirados y civiles enchufados) que conducen unos
“programas” que rechazan cualquier intento de culturizar políticamente al
pueblo y que son meras plataformas para insultar a los enemigos del “proceso”,
atemorizarlos o arrinconarlos con la amenaza de una expropiación, como ha
ocurrido con varias cadenas de supermercados o con bancos como Banesco? Lo peor
es que esos actos los cometen desde televisoras del Estado.
¿No pudo el señor Maduro
llamar a esos animadores rojos rojitos y rogarles que anunciaran que los bancos
pagarían el lunes y que solo entregarían una migaja que no alcanza para comprar
unos bollos de pan y algo de mantequilla? Los venezolanos siempre hemos
respetado a las personas mayores de edad, nos enseñaron a tratarlos con respeto
y consideración, a darle la prioridad en cualquier diligencia que estén
tramitando, a cederles el primer puesto en las colas, a tenderles la mano si
necesitan bajar por una escalera o protegerlos si cruzan una calle con mucho
tránsito?
Pero desde que esta
camarilla civil y militar nos gobierna los valores ya no hacen presencia en la
vida diaria del venezolano. Se ha puesto de moda relegarlos, hacerlos a un
lado, empujarlos y si es posible amenazarlos con la Policía Nacional
Bolivariana. Y no es exageración, pues cuando los pensionados reclamaron en la
calle que se sentían engañados por el gobierno y cerraron algunas vías se les
trató como si fueran agitadores peligrosísimos. Olvida el señor Maduro que el
derecho de manifestar pacíficamente sigue vigente y es un derecho
constitucional.
Algunos conductores, quizás
simpatizantes del régimen rojito, lanzaron sus automóviles contra los ancianos
y los atropellaron malamente. Uno de ellos fue identificado tanto por el color
de su automóvil, la marca y el número de la placa, pero que se sepa no ha sido
detenido y no lo será. ¿Para qué? Total es un anciano y una pensión menos.
04-09-18
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