Por Rafael Viloria
Desde tiempos inmemorables
se dice que “quien remienda no estrena.” Para las décadas del sesenta (60) y
setenta (70). Hicieron acto de aparición dos (2) “Generaciones”, que tuvieron
como misión promover, organizar y poner en marcha el desarrollo de una
doctrina, que había tenido su origen por allá en 1.844.
Más concretamente el
21-12-1944, en un pueblo de Inglaterra denominado Rochadle, allí veintisiete
(27) hombres y una (1) mujer; dieron inicio a la primera cooperativa de consumo
que se conoce en el mundo. Entre los precursores (los pioneros de Rochadle), se
destacaron Rober Owens y William King
Se dice que la idea del
desarrollo de la doctrina de la cooperación se dio en momentos sociales,
económicos y políticos, que la denominada “Revolución Industrial” cambio la
mano de obra artesanal, por la máquina, que sustituyó al hombre en el
desarrollo económico empresarial. Ello trajo como consecuencial presencia de
grandes cadenas de hombres y mujeres en situación de desempleo, por
consiguiente una incontrolable crisis social, económica y política; no solo en
Inglaterra, si no en el mundo entero. En ese orden de referencia, hace la
cooperación como modelo alternativo de carácter social y económico.
Noventa y seis (96) años después
en Tacuato de Paraguaná, en el Estado Falcón de Venezuela, hacen su aparición
las generaciones del sesenta (60) y del setenta (70), que darían inicio al
desarrollo del cooperativismo en las regiones de Falcón, Lara, Zulia, Mérida,
Barinas, Portuguesa y Caracas.
Se inicia el cooperativismo
en Venezuela a raíz de la caída de la dictadura de Pérez Jiménez y el inicio de
la democracia como sistema de gobierno. En ese orden se originaron dos (2)
hechos importantes: la Constitución de la República de Venezuela, promulgada
por el Congreso Nacional el 23-01-1.961; En su artículo 72°, estableció en los
derechos sociales: “El estado protegerá las asociaciones, corporaciones,
sociedades y comunidades que tengan por objeto el mejor cumplimiento de los
fines, de la persona humana y de la convivencia social y fomentara la
organización de cooperativas y demás instituciones destinadas a mejorar la
economía popular.
Relevante trayectoria a lo
largo de sesenta años de desarrollo cooperativista de las generaciones de los
sesenta y setenta en la promoción, organización y desarrollo del cooperativismo
como intento de convertirse en un modelo alternativo de organización social,
económico y político a lo largo y ancho de nuestro país.
Hasta el año dos mil (2000),
todo indicaba que el proceso desarrollado; aun con sus tinos y desatinos.
Estaba, dando muestra de que la visión trazada y la misión desempeñada estaba
dando buenos resultados. En ese orden crecer y consolidar las cooperativas
desde Tacuato, a lo largo y ancho del país y haber dado pasos ciertos de
integración regionales, con la promoción, organización y puesto en marcha a
veinte (20) organismos de integración regionales (centrales cooperativas),
haber dado el paso de la integración nacional, indicaba la presencia activa de
un movimiento cooperativo nacional en Venezuela era un hecho real.
Las generaciones del sesenta
y del setenta (60 y 70). Fueron construyendo una visión y una misión capaz de
caminar coherentemente en el marco de una verdadera economía solidaria: que fuera
autogestionaria sustentable y autosustentable en lo social y económico. Ello
quedaba evidenciado en los grandes resultados visibles y tangibles en las
actividades financieras de ahorro y crédito, salud, funeraria, distribución de
alimentos, metalmecánica, agricultura, transporte, etc.
La llegada del siglo XXI, no
obstante a los avances observados en la Constitución Bolivariana de la
República de Venezuela, la nueva y poco coherente Ley especial de Asociaciones
Cooperativas; el interés de la Asamblea Nacional en declarar el 26 de junio,
día nacional del cooperativismo, en Venezuela; que la Central Cooperativa
Nacional de Venezuela “Ceconave” es expresión clara del esfuerzo mutuo de
catorce (14) Centrales regionales cooperativas, que impulsan el socialismo del
siglo XXI. Que el gobierno Bolivariano ha adoptado una política de Estado
orientada a promover, fortalecer y ampliar el tejido social
cooperativo. De ahí que la Asamblea reconocía el modelo cooperativo como
una senda que indefectiblemente pueda conducirnos a la construcción del
socialismo del siglo XXI se quedó solo en la intención.
Hoy el cooperativismo
venezolano se enfrenta a una cruda realidad. Está desapareciendo de la faz de
la tierra venezolana. Ahora la Asamblea Nacional Constituyente no reconoce el
esfuerzo de sesenta años de lucha, por consiguiente en el borrador del nuevo
texto constitucional el cooperativismo no está contemplado, no existe, no
interesa; no cuadra en el contexto del estado comunal
La acción silente de los
cooperativistas tendrá que despertar, reaccionar y actuar.
Hoy o remendamos el traje
que diseñamos y confeccionamos, lo cambiamos y hacemos uno nuevo, el que
tenemos y usamos, lo tiramos al canasto. Hay que revisar, las causas, efectos y
consecuencias de la situación en que esta lo que queda del cooperativismo hoy.
Ex Presidente de Ceconave
19-10-18
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