Papa Francisco 15 de diciembre de 2018
Evangelio
según San Mateo 17,10-13
Elías,
la figura de Juan el Bautista: Cuando bajaban de la
montaña, los discípulos preguntaron a Jesús: "¿Por qué dicen los escribas
que primero tiene que venir Elías?" Él les contestó: "Elías vendrá y
lo renovará todo. Pero les digo que Elías ya ha venido, y no lo reconocieron,
sino que lo trataron a su antojo. Así también el Hijo del hombre va a padecer a
manos de ellos". Entonces entendieron los discípulos que se refería a Juan
el Bautista. Palabra del Señor.
Reflexión
del Papa Francisco
Sólo
en privado, a los Doce, Jesús comienza a hacer la catequesis sobre su verdadera
identidad
El
Hijo del hombre, es decir el Mesías, el Ungido, debe sufrir mucho, ser
rechazado por los ancianos, por los jefes de los sacerdotes y por los escribas,
ser asesinado y resucitar.
Éste
es el camino de su liberación. Éste es el camino del Mesías, del Justo: la
Pasión, la Cruz. Y a sus discípulos, Jesús les explica su identidad...
Es
ésta la pedagogía que Jesús utiliza para preparar los corazones de los
discípulos, los corazones de la gente, para comprender este Misterio de Dios.
Es
tanto el amor de Dios, es tan feo el pecado, que Él nos salva así: con esta
identidad en la Cruz. No se puede comprender a Jesucristo Redentor sin la Cruz:
no se lo puede comprender.
Podemos
llegar a pensar que es un gran profeta, hace cosas buenas, que es un santo.
Pero a Cristo Redentor sin la Cruz no se lo puede comprender.
Y los
corazones de los discípulos, los corazones de las personas no estaban
preparados para entenderlo. No habían entendido las Profecías, no habían
entendido que, precisamente era Él, el Cordero para el sacrificio. La gente no
estaba preparada.
[...] Poco
a poco, Jesús nos prepara para entenderlo bien. Nos prepara para que lo
acompañemos con nuestras cruces en su camino hacia la redención. (Homilía
en santa Marta, 26 de septiembre de 2014)
Oración
de Sanación
Señor
mío, ven a llenar mi corazón con tu Palabra para siempre buscarte. Que sea el
amor y nada más que el amor el que mueva en mí el deseo seguirte y querer ser
mejor.
Quiero
agradecerte siempre por tu compañía y porque me brindas soluciones efectivas a
cada uno de mis problemas, pues Tú eres luz para mi vida.
Ayúdame
a creer más en Ti como mi Padre bueno y consolador, en quien debo confiar todos
los planes que tengo, mis victorias y mis derrotas.
Quiero
que me des la alegría de tu Espíritu para que, a dondequiera que vaya, pueda
llevar tu amor a los que se han entristecido a causa de sus problemas.
Tú
eres mi protección en todo momento, por eso, a Ti recurro en mis fallas y para
que me restaures la salud física y emocional y pueda así, renacer en tu amor.
Estoy
convencido de que, a tu lado, puedo lograr todo lo que me proponga. Mi vida
está en tus manos y mi corazón lo hago descansar en tu amor.
En los
momentos difíciles de mi vida, sé que no me dejarás caer ni tampoco que me
pierda en las desesperaciones que me quieren hacer dudar de tu poder.
Me
abro a la lluvia de todas tus gracias que vas dejando caer sobre mí y que me
hacen vencer todas mis barreras y superar todo miedo y dolor. Amén
Propósito
para hoy
Limitar
hoy el tiempo que dedico a mi esparcimiento en la televisión, o en el internet,
para dedicar más tiempo a mi oración personal.
Frase
de reflexión
"¡Qué
importante es aprender a escuchar! El diálogo entre esposos es esencial para
que una familia viva en paz". Papa Francisco
Tomado
de: https://www.pildorasdefe.net/liturgia/Evangelio-del-dia-No-se-puede-entender-a-Cristo-sin-la-cruz
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