Fernando Camino 16 de diciembre de 2018
En
estos casi veinte años de desgobierno del régimen la cesta navideña se ha
venido reduciendo año tras año, hasta llegar prácticamente a su mínima
expresión. En los gobiernos democráticos la cesta contenía hayacas, pernil, pan
de jamón, ensalada de gallina, dulce de lechosa licores, nueces, frutos secos y
uvas, entre otras delicias. Ahora a duras penas para un 10% de la población la
“cesta básica navideña” se reduce a: hayacas, pernil, ensalada de gallina y
dulce de lechosa.
El 90%
de nuestra población empobrecida no puede disfrutar de la “cesta básica
navideña” completa y tiene que optar únicamente por uno o máximo dos de sus
componentes. Asumiendo que una familia de cinco personas decide celebrar
cenando el 24 y el 31 de diciembre, con un menú de una hayaca por persona por
cena, ensalada de pollo (muy difícil conseguir y más costosa es la carne de
gallina), pernil y dulce de lechosa; eso tendría un costo (según los precios
que presenta el Cenda) de: 7.000 Bs.S las 10 hayacas, 2.835 Bs.S la ensalada de
pollo, 5.200 Bs.S los dos kilos de pernil y 610 Bs.S el dulce de lechosa. Esto
tendría un costo total de 15.645 Bs.S; que sería el equivalente a 3.48 salarios
mínimos mensuales. Si agregamos a este costo los gastos normales del mes de
diciembre: ropa y calzados, medicinas, productos de aseo personal,
transporte, alimentos y otros bienes y
servicios, sería un enorme sacrificio familiar poder celebrar navidad y año
nuevo. Lo que era un gasto manejable hace veinte años para la mayoría de los
venezolanos, ahora se convierte en un tormento más para nuestra maltratada
población.
Como
vemos, hasta las cosas más normales como eran las celebraciones decembrinas,
nos las ha arrebatado este régimen indolente inepto y corrupto. Estamos sumidos
en la mayor inflación del planeta superando por más de cuatro dígitos la
inflación estimada para países que están en plena guerra como Siria. Además nos
azota la escasez de todos los bienes y servicios básicos, pero sobre todo, las
medicinas, los alimentos y los servicios de electricidad, agua potable y el suministro
de gas doméstico.
Hemos
llegado a esta situación de crisis humanitaria debido la obstinada posición del
régimen de destruir la producción privada de bienes y servicios de nuestro
país. Mediante la aplicación de leyes violatorias de nuestra carta magna, se
irrespeta la propiedad privada, se aplican controles y regulaciones que impiden
la libertad económica y el derecho al trabajo, debido a ello se mantienen
ociosas más de diez millones de hectáreas y han tenido que cerrar alrededor de
diez mil empresas. Además a causa de la incapacidad y la corrupción, las
empresas públicas están casi paralizadas trayendo como consecuencia la falta de
divisas y el grave deterioro de los servicios públicos.
Si
queremos volver a celebrar nuestra navidad en paz, debemos retornar a la
Democracia. Necesitamos un Gobierno Democrático que tenga como norte, el
bienestar de cada uno de los venezolanos, que quiera de verdad a nuestra
nación, que se preocupe por estimular el funcionamiento de todo el aparato
productivo para devolver la felicidad al espíritu de nuestra gente. En eso
creemos. En eso trabajamos.
Fernando
Camino Peñalver
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