Miguel Mendez Rodulfo 23 de mayo de 2014
Según el PNUD, organismo para el
desarrollo de las Naciones Unidas, Venezuela se ubicó en el puesto 71 del
Índice de Desarrollo Humano de 2013, el cual es un ranking mundial de naciones
que mide el grado en que éstas han logrado avances en su capital humano.
Nuestro país tuvo un coeficiente de 0,748, cifra que la incluye en el grupo de
naciones consideradas con un alto nivel de desarrollo humano, de un total 186
países evaluados. De acuerdo con este indicador del PNUD, el país se ubicó
veintidós puestos por debajo de la mitad del total de las naciones que componen
la muestra; así, el lugar 71, está 22 escaños más abajo (a la izquierda) de 93
que es la mitad de las 186 naciones evaluadas. Según esto, Venezuela sería un
país de alta calidad de vida en cuanto se refiere a la evolución socioeconómica
de sus habitantes.
El Índice de Desarrollo Humano es un indicador formulado por el PNUD a
comienzos de los 90, que pretende medir el grado promedio de desarrollo en
cuanto a las capacidades humanas básicas de la población de un país, para lo
cual considera 3 variables y 4 indicadores: salud (esperanza de vida),
educación (alfabetismo y tasa de escolaridad) e ingreso (PIB per cápita). Para
calcular el indicador, el organismo de las Naciones Unidas se vale de las
cifras proporcionadas por los gobiernos y también por la realización de una
encuesta que levanta por cuenta propia. En el caso venezolano, dicha encuesta
buscaba determinar la percepción de bienestar que tienen los ciudadanos, lo que
arrojó por ejemplo, que 75% de los encuestados afirmara estar satisfecho con la
libertad de elección que había en Venezuela, y 59% dijo que también estaba
satisfecho con su trabajo. Aunque no queda claro como estas dos interrogantes
contribuyen a la medición de las 3 variables, ni si los que manifestaban estar
satisfechos con su trabajo eran aquellos que tenían un trabajo formal, hay que
recalcar que el Índice de Desarrollo Humano, es una de las 4 dimensiones que
contribuyen a determinar el Desarrollo Social de un país y que ambos índices
consideran a la economía como una variable muy importante a medir.
En 2014 la Universidad de Harvard y
otras fundaciones establecieron el Índice de Progreso Social (IPS) para medir
el bienestar de los ciudadanos de 132 países del mundo. El progreso social es
la capacidad de una sociedad para satisfacer las necesidades humanas básicas de
sus ciudadanos, así como crear las condiciones para que todos los miembros de
la sociedad logren alcanzar su pleno potencial. El IPS a diferencia del Índice
de Desarrollo Social (IDS), no considera la variable económica. Venezuela logró
ubicarse en el puesto 67, de 132 países en cuanto a progreso social, un escaño
más arriba (a la derecha) del puesto 66 que es la mitad del total de los países
evaluados. Significa entonces que medido por el IPS el país ocupa un sitial más
alejado de los primeros lugares, que cuando se evalúa por el IDS. Así la
preponderancia de la economía condiciona hacia mejores lugares la medición de
los índices.
Pero no es solamente éste el único
aspecto que tergiversa las mediciones. Más importante es la falta de veracidad
de la data que suministran los gobiernos, algo que por cierto contamina por
igual a los dos índices. Cuba, Argentina y Venezuela, son casos emblemáticos de
países que adulteran sus cifras para mostrar un bienestar que a la luz de los
hechos no existe. En el país austral la inflación según cifras oficiales es la
mitad de la que muestran las mediciones independientes, por lo que el FMI
recomendó al gobierno kirchnerista a poner orden y veracidad en las cifras
económicas. Si con toda esta manipulación Venezuela, para efectos del IDS, aún
están detrás de Uruguay, Panamá, Granada, Antigua, Trinidad y no digamos de
Cuba, ¿dónde estaríamos en verdad de mostrar las verdaderas cifras? ¿En qué
lugar estarían Cuba y Argentina? Seguramente en los últimos lugares.
Caracas, 22 de mayo de 2014
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