Uno de los temas de conversación en las redes sociales este fin de semana, fue la publicación por parte del Instituto Nacional de Estadística de las cifras oficiales de pobreza, utilizando el método Línea de pobreza (más detalle sobre los métodos de medición de pobreza en Venezuela, aquí). En un contexto polarizado, las interpretaciones de estos datos naturalmente varían. Desde un punto de vista pro-oficialista, se entiende que la pobreza ha retomado su tendencia descendente puesto que disminuyó de 29,4% de los hogares a 27,3% entre el primer y el segundo semestre de 2013 (ver artículo en El Mundo). Las voces que miran esta información desde una posición política de oposición enfatizan, por el contrario, el aumento de la pobreza de más de 6 puntos entre el segundo semestre de 2012 y el segundo semestre de 2013 (ver artículo en El Nacional). ¿Cuál de estas interpretaciones es la correcta?
Ambas narrativas se basan en los mismos datos, así que en principio ambas son verdad. Lo que ambas necesitan es una perspectiva temporal más larga, para entender ese valor (27,3% de hogares pobres en el segundo semestre de 2013) en el marco de la lógica que explica las variaciones del fenómeno. Como ya he mencionado en otros artículos, las mediciones de pobreza basadas en el ingreso tienden a presentar mayores variaciones, puesto que todas aquellas variables que afectan el ingreso inciden sobre el indicador: crecimiento de la economía, nivel de desempleo, inflación, entre otras. Así que es de esperar que un año con alta inflación (como fue el 2013), aumentara la incidencia de la pobreza por la pérdida del poder adquisitivo del ingreso.
Pero además de eso, hay que considerar otros elementos: al observar la serie entre 1997 y 2013 se puede observar que en la mayor parte del período la pobreza tiene una incidencia mayor en el primer semestre de cada año que en el segundo. Esto se explica por el comportamiento de la economía venezolana: el pago de las utilidades y el aumento del consumo en la temporada decembrina impulsa un crecimiento estacional de la actividad económica (ingreso y consumo) que parece tener un efecto positivo sobre la medición de pobreza. Esto explicaría por qué la pobreza pudo mejorar entre los dos semestres de 2013.
Pero es necesario considerar un elemento adicional. En el gráfico se ha marcado con un círculo las dos últimas elecciones presidenciales en las que participó el difunto Presidente Chávez. Nótese que en ambas ocasiones, el incremento del gasto público que acompañó esas campañas presidenciales también significó en 2006 y 2012 una mejoría en el nivel de pobreza, aunque la diferencia resulta mucho más notoria en diciembre de 2012: si omitimos el efecto de la campaña electoral, la realidad es que la incidencia de pobreza presenta una leve tendencia ascendente desde el primer semestre de 2009.Como ya he explicado en otro post, este indicador basado en el ingreso, durante un prolongado período de bonanza petrolera ha sobreestimado los logros sociales de la revolución bolivariana, puesto que los factores causantes de la desigualdad (servicios públicos de educación y salud) no han mejorado en la misma magnitud y siguen existiendo importantes problemas de exclusión.
Los logros en el ingreso no son estructurales. Por tanto, escasez, inflación y estancamiento económico seguirán mostrando sus efectos adversos sobre las condiciones de vida de la población venezolana.
Lissette González
http://conjeturasparallevar.blogspot.com
@LissetteCGA
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