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jueves, 22 de mayo de 2014

Renovar la protesta, @FranciscoAlfonz



Por Francisco Alfonzo, 20/05/2014

El movimiento democrático que inició en febrero de este año, liderado por los estudiantes, ha logrado victorias importantes en la lucha por la libertad de nuestro país. Han sido más de 3 meses de evolución y cambio constante en ese movimiento, el cual ha tenido altos y bajos, momentos de efervescencia y de calma. Sin embargo, es necesario que ahora vaya un poco más allá.
Durante más de 3 meses el país ha estado atento y a la expectativa de lo que hagan o digan los estudiantes. Gozan de una gran credibilidad ante la opinión pública venezolana y han demostrado tener la fuerza y las convicciones necesarias para triunfar en su lucha. Sin embargo, después de tanto tiempo de protesta, represión, tortura, guarimba y zozobra, los estudiantes corren el riesgo de que su voz sea silenciada por lo prolongado y rutinario de la protesta. Debido a que las marchas y otras manifestaciones estudiantiles han sido prácticamente iguales durante tres meses y ya no se están logrando nuevos objetivos con ellas, es obvio que lo extenso de esa situación puede más bien generar rechazo y valoraciones negativas.
Por su parte, mientras que la sociedad venezolana está atenta y aterrorizada por las groseras violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen, la situación socioeconómica del país sigue empeorando. Todos los días meten estudiantes presos de forma arbitraria, los torturan, no los dejan manifestar, les allanan sus campamentos y los reprimen desproporcionadamente, esos hechos ocupan las primeras planas y las noticias. Sin embargo, lo anterior desvía la atención en la opinión pública sobre los graves índices de inflación, escases, asesinatos, robos, etc. El gobierno está intentando iniciar un debate sobre el tema del precio la gasolina. Poco a poco se han incrementado los precios regulados de algunos productos de la cesta básica. Y mediante el entramado del SICAD y el CENCOEX le han metido varias devaluaciones a la moneda.
Por su parte, la MUD está concentrada en el tema del diálogo con Maduro y sus amigos. Parece que todavía creen que de esa forma van a sacar al país adelante, pero no hay indicios de cambios, resultados o avances. Muy claro lo dijo Jorge Rodríguez la semana pasada, afirmando, por ejemplo, que la liberación de Simonovis no era más que una fantasía.
Existen muchas maneras mediante las cuales los estudiantes pueden renovar su movimiento para darle un aire fresco y lograr victorias mucho más contundentes y efectivas en el camino por lograr su gran objetivo. Este año no hay elecciones, es el año de hacer política. Es hora de que la protesta de los estudiantes se vuelva positiva, que dejen de quemar, trancar y confrontar, la mirada y el objetivo de los estudiantes no puede centrarse en el gobierno, sino en la gente, sin la gente los estudiantes no lograrán nada.
La situación del país está muy mal, el gobierno ha creado un caos generalizado en la economía y la sociedad reporta unos índices de conflictividad tremendos, los estudiantes deberían de aprovechar esa situación para sacar el mayor provecho posible. Pero el mayor provecho posible se conseguirá enseñándole a la gente lo mal que lo está haciendo el gobierno, explicando por qué el gobierno es el culpable, demostrando que el gobierno es el problema y que la salida es la solución.
Protestando, marchando, guarimbeando o manifestando se logran muchas cosas, pero muchas otras se lograrían si los estudiantes salen a las calles a hablar, discutir y debatir con la gente, en todos los espacios públicos, sobre los errores del gobierno, los problemas que enfrenta la sociedad, sus causas y sus soluciones. Sabemos que es muy difícil entrar en los barrios y más a hacer política, pero no es imposible, y no pasa en todos los barrios, además la gente que ahí vive sale diariamente de sus casas a trabajar y las plazas, el metro, los autobuses y las aceras son excelentes lugares para hacer política. Asambleas ciudadanas, debates, panfleteos, foros, encuentros de todo tipo, son múltiples las actividades que los estudiantes pueden emprender para lograr convencer a la gente de que el problema es el gobierno y que la solución es salir de él. Debe ser un objetivo convencer a los mismos militares que están en la calle reprimiendo.
Los estudiantes están organizados, tienen fuerza, ganas, convicciones y la inteligencia necesaria para mover a este país. Las protestas en positivo serían mucho más exitosas que las protestas en negativo. Si a eso además le sumáramos la ayuda de todos los dirigentes de la oposición, este país no tardaría en cambiar.

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