ANTONIO MARIA DELGADO 19 de
mayo de 2014
Puede que Globovision ahora se dedique
a promover el Socialismo del Siglo XXI las 24 horas del día en Venezuela, pero
los nuevos dueños del otrora canal de noticias viven como aristócratas cuando
están de paso por Miami, residiendo en mansiones, manejando autos de lujo y
gastando dinero a manos llenas en algunas de las tiendas más exclusivas de la
ciudad.
Documentos obtenidos por El Nuevo
Herald muestran parte de las suntuosas posesiones que los “empresarios amigos
del chavismo” Raúl Gorrín y Gustavo Perdomo poseen en el Sur de Florida,
incluyendo empresas bajo las cuales están registradas las propiedades en el
suntuoso sector de Cocoplum.
Gorrín y Perdomo, quienes junto con el
también venezolano Juan Domingo Cordero pasaron a asumir el control de
Globovision después que fuera vendida en el 2013, no han pasado inadvertidos a
los ojos de las autoridades de Estados Unidos.
“¿Saben dónde viven?”, preguntó
recientemente el senador Marco Rubio a la subsecretaria de Estado para el
Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, en una audiencia organizada como parte
de los esfuerzos del Senado por aprobar sanciones contra dirigentes clave del
chavismo.
“Viven en Miami, son dueños de una
mansión de varios millones de dólares en Cocoplum. Manejan por las calles en
sus autos lujosos, y se ríen de usted y se ríen de nosotros porque saben que
pueden hacer esto sin que se les castigue”, declaró el senador.
El Senado y la Cámara de
Representantes preparan simultáneamente dos proyectos de ley para castigar la
corrupción y las violaciones de los derechos humanos en Venezuela tras la ola
represiva emprendida por el régimen de Maduro contra los manifestantes.
Se desconoce si los dueños de
Globovisión están en la lista de los posibles sancionables, pero las
declaraciones de Rubio dejan entrever que es una posibilidad.
La venta de Globovision propinó un
duro golpe a la población venezolana, ya que cerró el último de los canales de
televisión que se atrevía a reportar noticias en desafío a la censura impuesta
por el régimen de Maduro.
La programación del canal de noticias
cambió radicalmente con el correr de las semanas posteriores a la venta, con
destacados periodistas renunciando a sus puestos progresivamente ante los
esfuerzos por amordazarlos de la nueva directiva, encabezada por Gorrin,
Perdomo y Cordero.
Gorrín, quien también es el accionista
mayoritario de la compañía venezolana Seguros La Vitalicia, se ha esforzado por
demostrar en Venezuela, al menos públicamente, que es un hombre que respalda
los ideales del Socialismo del Siglo XXI.
Muestra de ello fueron los comentarios
que brindó en la propia Globovisión, donde declaró que había llegado “la hora
de los empresarios humanistas”.
“Hay que pasar de la Responsabilidad
Social al compromiso verdadero […] El compromiso es como un matrimonio, es para
toda la vida, mientras podamos, mientras estemos de acuerdo en que la ayuda es
para el más necesitado”, agregó.
Pero la retórica socialista no
concuerda con el estilo de vida que los empresarios llevan en Miami.
Según los documentos obtenidos por el
Nuevo Herald, son varias las propiedades que Gorrín y Perdomo tienen en
Cocoplum, dos de ellas valoradas en más de cuatro millones de dólares.
Una de ellas, en la que Gorrín se
hospeda con su familia cuando se encuentra en Miami, se encuentra ubicada en
144 Isla Dorada Blvd, y está valorada en cerca de $4.4 millones.
La propiedad, de cinco cuartos y seis
baños, ubicada en una de las zonas más lujosas de Miami, tiene acceso a la
bahía y cuenta con un pequeño muelle para atracar yates.
Perdomo, por su parte, posee una
vivienda de 6,203 pies cuadrados (576 metros) en Cocoplum. La vivienda fue
adquirida en octubre del 2011 por $3.5 millones por la firma Magus Holding II
Corp, en la que Perdomo aparece como director.
La empresa, registrada en Florida, fue
abierta pocos días antes de que se realizara la compra de la propiedad, que
actualmente está valorada en unos $4.48 millones, según la firma de internet
Zillow Real State.
Ambos venezolanos han sido muy
cuidadosos en evitar colocar las propiedades bajo sus propios nombres,
registrándolas como activos de las compañías donde ellos, o sus familiares,
aparecen como ejecutivos o directores, según los documentos obtenidos.
Los empresarios también andan rodeados
de lujo cuando manejan por las calles de Miami. Los vehículos que conducen
incluyen camionetas Mercedes, y Audi Q7; autos deportivos Ferrari, y un
Meserati Quatroporte, algunos de estos autos están valorados entre los $100,000
y los $200,000.
Los empresarios y sus familias también
aprovechan su tiempo en el sur de Florida para ir de compras con sus familias,
y fueron observados en diciembre visitando algunas de las tiendas exclusivas de
la ciudad, incluyendo las tiendas Gucci y Carolina Herrera.
Según personas familiarizadas con la
presencia de los empresarios y de sus familias en diciembre, los venezolanos
gastaron decenas miles de dólares en prendas de vestir y en otros productos. En
una de las compras más extravagantes, los venezolanos adquirieron más de 20
bicicletas infantiles que fueron repartidas durante una fiesta realizada en
unas de las mansiones.
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