Fernando Mires 27 de mayo de 2014
Para quienes pensamos que a través de
elecciones los países se piensan a sí mismos, ese Domingo 25 de Mayo de 2014
fue un día muy intenso. Cuatro elecciones tuvieron lugar: las europeas, las
presidenciales de Ucrania y de Colombia, y las aparentemente muy
insignificantes en las ciudades de San Diego y San Cristóbal en Venezuela.
Comencemos con las –también aparentemente- más importantes: las europeas.
Las encuestas funcionan bien en Europa
de modo que antes de que se dieran a conocer los resultados, ya casi se sabían.
Que el candidato conservador Jean Claude Juncker tenía algunas más opciones que
el socialdemócrata Martin Schulz o que la no-participación iba a disminuir
levemente o que los antiguos y nuevos partidos populistas de derecha iban a
crecer, todo eso se sabía. Sin embargo, hubo una que otra sorpresa.
Si los sectores democráticos saludaron
el revés electoral del peligroso xenófobo holandés Geert Wilders el 23 de Mayo,
el 25 de Mayo tuvieron suficientes motivos para preocuparse frente al avance de
la ultraderecha populista en el resto del continente.
Su xenofobia más sutil y menos brutal
que la de su padre, permitió a Marine Le Pen y al Frente Nacional constituirse
en la primera fuerza política de la nación (26%). Del mismo modo, el notable
incremento de los ultraderechistas del Partido Popular (27%) indica que algo
comienza a oler mal en Dinamarca. El FPÖ (Partido de la Libertad) austriaco
subió al 20%. El éxito del UKIP (Partido Independista del Reino Unido, 28%) fue
enorme. Los nazis del Amanecer Dorado de Grecia alcanzaron el 12%.
Los demócratas de Europa tienen
motivos para preocuparse, pero tampoco hay que exagerar. Europa no está
(todavía) ante las puertas de una nueva ola fascista similar a la de los años
treinta del siglo XX. No hay que olvidar que la tendencia hacia el populismo
siempre ha sido mayor en las votaciones europeas que en las nacionales. Además,
no todos quienes votan por los populistas lo hacen en contra de los
extranjeros. Una parte, y con razón, protesta en contra de la dispendiosa
burocracia de la UE. Otros, y con más razón, por la creciente desigualdad
social. Y si no hay una alternativa de izquierda, esa protesta será, obvio,
canalizada por el lado derecho. El auge de la ultraderecha populista es
correlativo a la crisis de la izquierda europea.
Interesante es mencionar, a manera de
ejemplo, que en Alemania, país que recibe la mayor cantidad de extranjeros de
toda Europa, la votación de ultra-derecha fue baja. Cierto es que el AFD
(Alternativa para Alemania) obtuvo un 7% pero ese nuevo partido solo plantea
críticas a la EU sin asumir con radicalidad el tema de las migraciones.
En fin, las encuestas fueron
confirmadas, aunque las tendencias fueron superadas. Si esas tendencias siguen
manteniéndose, lo más probable es que los partidos democráticos (conservadores
y socialistas) deberán unir sus fuerzas en algunos países (Francia, Inglaterra)
y formar bloques en contra del avance del populismo ultraderechista.
En Ucrania en cambio, las encuestas no
funcionan tan bien como en la zona EU. Esa era una de las razones por las
cuales los resultados fueron esperados con mucha expectación. ¿Logrará el
separatismo impulsado por Putin boicotear las elecciones? ¿Podrá imponerse el
abstencionismo? ¿Regresarán alternativas que fracasaron en el pasado reciente?
Ninguna de esas posibilidades ocurrió. El independiente Petro Poroshenko ganó
las elecciones con una mayoría absoluta (55%).
Los periódicos han resaltado su
condición de millonario. Pero desde el punto de vista político eso no es lo más
decisivo. Lo importante es que Poroshenko figura como una persona
independiente, equidistante y dialogante, es decir, justo lo que necesita
Ucrania en estos momentos.
El pueblo ucraniano votó de modo
inteligente. Por de pronto, infligió una dura derrota a la exhibicionista Yulia
Timoshenko quien hubo de conformarse con un magro 13%. La mayoría de los
ucranianos no la quiere en la cárcel pero tampoco en la presidencia. Sí, en
cambio, quisieron ver a Vitali Klitschko, el querido y simbólico boxeador del
pueblo, como alcalde de Kiev (57,4%). Klitschko representa el espíritu
ciudadano que dio origen a la revolución democrática de Febrero.
Poroshenko apoya una mayor integración
de Ucrania en Europa pero a la vez mantiene relaciones amistosas con no pocos
políticos del Kremlim. No por eso Putin lo dejará en paz. Lo más probable es
que el autócrata ruso continuará alimentando a las fuerzas separatistas de
Ucrania. Todo indica que del separatismo pro-ruso surgirá una especie de FARC a
la ucraniana, es decir, una organización armada que nunca triunfará pero si
podrá llevar a la militarización de la política y destruir a la incipiente
estructura democrática de la nación.
Las FARC, las verdaderas, las
colombianas, determinaron, y no por primera vez, el curso de las elecciones
presidenciales. A través de la campaña electoral más sucia de las que se tiene
noticia, se enfrentaron las posiciones del santismo y del uribismo, este último
representado en la figura del ganador de las elecciones, Oscar Iván Zuluaga
(29,26%), Sin embargo, más allá de la pasión retórica de ambos candidatos, hay
motivos para pensar que las contradicciones entre ambos son más aparentes que
reales.
Santos fue el iniciador de la política
del diálogo con las FARC y por lo mismo es presentado por los uribistas como
alguien que traicionó a la política militar de Uribe. Afirmación no muy cierta.
Por una parte, desde el punto de vista militar, Santos asestó, durante su
mandato, golpes decisivos a las FARC. Por otra, Santos entendió que la salida
del conflicto militar deberá ser política y no militar. Luego, lo que está en
juego en las conversaciones en La Habana es la posibilidad de una rendición
pactada de las FARC. Y bien, eso, después de la derrota militar de las FARC,
deberá ocurrir con Santos o sin Santos.
Numéricamente el ganador de las
elecciones fue Zuluaga, pero no hay que olvidar, si sumamos la votación de los
demás partidos políticos, que la mayoría electoral del país está más cerca de
las posiciones de Santos que de las de Uribe, de modo que en la segunda vuelta
podría darse la paradoja de si Zuluaga es elegido presidente, deberá hacerlo
con la política de Santos y no con la de Uribe frente a las FARC. O dicho así:
si Zuluaga quiere derrotar a Santos, deberá realizar alianzas, y por lo mismo,
hacer concesiones. No extrañaría que un día Uribe llame “traidor” a Zuluaga.
Con Zuluaga o con Santos, Colombia ha
entrado a la fase histórica del post-uribismo. Pues si el uribismo representó
frente a las FARC la hegemonía de lo militar por sobre lo político, el
post-uribismo, en cualquiera de sus formas, santistas o zuluaguistas, deberá
representar la hegemonía de lo político por sobre lo militar.
La disputa entre la hegemonía militar
y la política es también una de las marcas que signan la historia del país
hermano de Colombia en los últimos 15 años. Esa lucha está presente en cada
acontecimiento importante que ocurre en Venezuela, lo que lleva a que todas las
elecciones –incluyendo a las que en cualquier otro país serían insignificantes-
adquieran una dimensión nacional. Mucho más aún si se tiene en cuenta la
pre-historia de los aplastantes triunfos de las candidatas de la MUD, Rosa
Brandomicio de Scarano en San Diego con un 87,69% (¡) y Patricia Gutiérrez de
Ceballos en San Cristóbal con un 73,69%
Ambas elecciones tuvieron lugar debido
a que los alcaldes titulares Enzo Scarano y Daniel Ceballos fueron enviados a
prisión por el gobierno Cabello/ Maduro acusados del “delito” de no reprimir y
sumarse a las protestas populares iniciadas en Febrero. Tal vez el gobierno
creyó que así la oposición sería dividida entre electoralistas e insurgentes,
acentuándose la presunta crisis de hegemonía que parece afectarla. No ocurrió
así: Rosa y Patricia no solo aplastaron electoralmente a los candidatos
oficiales, sino, además, superaron las votaciones de sus propios esposos. La
lección que han dado las dos mujeres al país es inequívoca: La salida del
“gobierno cívico militar” será electoral, pero a la vez, las elecciones solo
podrán ser ganadas sobre la base de protestas populares y democráticas.
Las protestas populares sin
perspectivas electorales están destinadas a estrellarse contra el aparato
militar y para-militar del sistema. Las elecciones, sin protestas populares,
están destinadas a perderse. Rosa y Patricia, una en San Diego, la otra en San
Cristóbal, han mostrado la ruta política a todo un país. Para que nadie se
equivoque.
Europa, Ucrania, Colombia, San Diego y
San Cristóbal. ¿Cómo escribir en un mismo artículo sobre elecciones
continentales, nacionales y locales? ¿Tienen acaso todas la misma importancia?
Evidentemente, no. Pero tampoco está de más recordar que vivimos en un mundo
global en el cual nadie puede decir a ciencia cierta que lo que ocurre allí es
más importante que lo que ocurre acá. La globalización, hay que admitirlo, no
solo es económica y climática. Es también política. Una subida de precios en
Tailandia puede alterar radicalmente los números de Wall Street. Un alza de las
emisiones de gas en una industria china puede desatar una catástrofe en la
Antártica. Con ello no quiero decir que la época de las historias nacionales
está terminando. Pero también es cierto que, si escribimos sobre un país, no
podemos hacerlo sin dejar de pensar en el mundo.
El Engaño de Juan Manuel Santos a los Colombianos con un "Referendum para la Paz" y el fraude de Rafael Correa a los Ecuatorianos con un Referendum para volverse dictador vitalicio. Historia de los fraudes con Referendums : Mussolini, Hitler, Franco, Pinochet, etc ...
ResponderEliminarPrimeros Grandes Maestros de la Dictadura mediante Referendums fueron Napoleón Bonaparte y su sobrino Louis-Napoleón Bonaparte.
El Gran Napoleón hizo ratificar una constitución para el Consulado, haciéndose en ella Primer Cónsul de por Vida ( vitalicio ). Este referendo se celebró el 10 de Mayo de 1802. 99.76% de los votantes lo aprobaron. El 49.45% se abstuvo. Esta dictadura trajo grandes guerras, muerte y destrucción para la juventud de Francia.
El Príncipe Louis-Napoleón Bonaparte ( sobrino de Napoleón Bonaparte ) siendo presidente de Fancia utilizó el Referndo para volverse dictador y emperador como Napoleón III.
Después de dar un golpe de Estado el 2 de Diciembre de 1851, el Presidente Louis-Napoleón, disolvió la Asamblea Nacional de Francia, y usó un referendum para declarse gobernante por 10 años más y finalmente emperador de Francia. Esta dictadura terminó con la Guerra Franco-Prusiana de 1871, nuevamente gran destrucción y muerte para los jóvenes Franceses.
Benito Mussolini utilizó varios referendos en los años 192X para embobar a los Italianos y convertirse en dictador.
Varios Referendos de Hitler :
Hitler es nombrado Canciller del Reich por Hindenburg en Enero de 1933. Veamos como usa Hitler el Referendum para engañar a los incautos :
Un referendum para salirse de la Liga de las Naciones se celebró en Alemania el 12 de Noviembre de 1933.
Un referendo para fusionar los cargos de Canciller y Presidente del Reich Alemán se celebró el 19 de Agosto de 1934, después de que Hitler fuera Canciller por un año y medio, y después de 17 días de la muerte del Presidente Paul von Hindenburg. Hitler tomó los títulos de Führer y Reichskanzler ( Canciller del Reich ).
Hitler organizó otro referendo el 29 de Marzo de 1936, con una sola pregunta a los Alemanes : Que si aprobaban el hecho cumplido de la ocupación militar del Rhineland por Alemania. En este Referendo hubo intimidación masiva.
Stalin en Europa del Este, Franco y Pinochet fueron grandes maestros del Referendum Engañoso para validar sus dictaduras.
Juan Manuel Santos escribirá su "Referendo para la Paz" en un lenguaje engañoso y fraudalento para ocultar que es un dispositivo para dar Impunidad Total y Amnistía Total a los NARCOS TERRORISTAS FARC y meter en el gobierno a estos secuestradores, asesinos, genocidas, pone bombas y sembradores de minas quiebrapatas.
Soy Vicente Duque
y trabajo el blog TIRANIAS.COM