Rosalía Moros de Borregales 31 de diciembre de 2014
@RosaliaMorosB
Dedicado con todo mi amor a mi hijo
Andrés Eduardo Borregales Moros
Es la víspera del año nuevo, mi esposo y
yo compartimos un rato de solaz contemplando la hermosa montaña que se levanta
como un guardián en nuestra ciudad; cada uno con un libro, que a ratos leemos
y, a ratos, dejamos de un lado para conversar. Muchos pensamientos inquietos
cabalgan en nuestras mentes, como caballos impetuosos que recorren la sabana
haciendo gala de su libertad. Esa libertad que en muchos ámbitos de nuestras
vidas hemos visto coaccionada, pero que en nuestro ser interior está intacta,
que nos impulsa como un caudaloso río que busca su cauce y despliega toda su
potencia en una gran cascada. ¡La libertad indómita que sólo la fuerza del bien
puede subyugar!
Entre todos esos pensamientos, mi esposo
comparte conmigo reflexiones sobre su lectura, sobre sus vivencias, sobre sus
proyecciones para el año nuevo. Me cuenta la historia de una mujer de 40 años
que fue sometida a una cirugía de revascularización cardíaca. Tenía una
obstrucción de sus arterias coronarias que el cirujano había reparado. Una vez
terminada la cirugía esperaba que al restablecerse el flujo sanguíneo el
corazón de aquella mujer latiera de nuevo, pero no comenzó a latir. Entonces,
el siguiente paso en la rutina de esta cirugía era administrar ciertos
medicamentos que harían que el corazón comenzara a latir de nuevo, pero esta
vez tampoco hubo latido. Al ver que todos los recursos médicos se habían
agotado, como dándole un lugar a la esperanza, se le acercó al oído de la
paciente susurrándole: - Dile a tu corazón que lata de nuevo. Como por un
milagro, mientras el cirujano se incorporaba escuchó, como música a sus oídos,
el maravilloso latido bum- bum- bum.
Al escuchar esta historia pensé en mi
corazón, ciertamente está latiendo, lleno de vida; pero sentí que mi alma, mi
ser interior, ese plano de nuestra vida espiritual en donde nacen y se guardan
los sentimientos ha dejado de latir por sueños que un día lo hicieron acelerar
su ritmo, por esperanzas que se han perdido, por caminos que no se han
transitado, por no dejar ir al pasado que a veces pareciera un ancla que nos
hunde en un océano de naufragios, que no nos deja ver al futuro con ilusión.
Entonces, desde el fondo de ese corazón herido elevé una oración a Dios:
- Señor, haz que mi corazón lata de nuevo. Me quedé allí, con mi mirada
fundida en el silencio del cielo intensamente azul de este día; de repente,
comencé a escuchar el latido de los sueños olvidados, de las esperanzas perdidas...
Este nuevo año se nos presenta como un
desafío ante el cual es necesario desplegar todas las fuerzas de nuestro
corazón. Aunque los fundamentos de nuestra sociedad y de nuestra nación
parecieran desvanecerse es imperativo que sigamos en la construcción de
nuestras vidas, sobre el fundamento de nuestra fe en Jesucristo. Este nuevo año
se nos presenta como una oportunidad más para escuchar esa voz que nos susurra
al oído diciéndole a nuestro corazón que comience a latir de nuevo; que el
flujo de nuestro torrente sanguíneo lleve hasta los lugares más recónditos de
nuestra alma entristecida el oxígeno de la vida; que seamos capaces de
comprender en nuestra humanidad el Amor de Dios en quién todo es posible.
El no ha olvidado ninguno de tus sueños,
cada una de tus oraciones han subido hasta El como un grato perfume; las
lágrimas que has derramado han sido guardadas en el cofre de sus joyas, sólo El
transforma el dolor en un diamante. Has sido provisto con talentos
invalorables, no permitas que el miedo te paralice; tus manos pueden hacer
mucho más de lo que puedes imaginar. Aunque contra ti se levanten personas
inescrupulosas y quieran manchar tu nombre, recuerda que El es escudo alrededor
de ti, tu gloria y quien levanta tu cabeza. Persiste, sigue adelante, pon tus
ojos en Cristo y escucha su voz que como la de aquel cirujano le dice hoy a tu
corazón que comience a latir de nuevo.
"Sobre toda cosa guardada, guarda
tu corazón;
Porque de él mana la vida".
Proverbios 4:23
Reina-Valera (RVR1960)
@RosaliaMorosB
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