Por Eddie Ramírez, 01/12/2015
El paro cívico de tal día como hoy hace trece años doblegó al régimen,
pero también produjo decepciones.
Lo doblegó porque sin ese paro jamás hubiese accedido a firmar el
Acuerdo con la Coordinadora Democrática, avalado por el facilitador de la OEA
César Gaviria, con apoyo técnico del Centro Carter, de la OEA y del Programa de
Naciones Unidas para el Desarrollo, y visto bueno del Grupo de Países Amigos
integrado por Brasil, Chile, España, Estados Unidos, México y Portugal. A
posteriori algunos opinadores políticos han satanizado este paro, olvidando que
con este Acuerdo el régimen se comprometió ante el mundo a rectificar el rumbo.
Resumimos los 10 puntos firmados entre representantes del oficialismo y
de la Coordinadora Democrática:
1- Encontrar solución constitucional, pacífica, democrática y
electoral.
2- Garantizar democracia participativa, pluralista, vigorosa y
auténticamente representativa.
3- Celebración de elecciones libres, justas y transparentes, y
separación e independencia de los poderes públicos; estricto respeto a los
derechos humanos, a los derechos de los trabajadores, a la libertad de
expresión, de información y de prensa, a la eliminación de todas las formas de
discriminación e intolerancia.
4- Aceptar los principios de la Carta de la OEA, y la Convención
Interamericana de Derechos Humanos.
5- Limitar el uso de la fuerza por parte del Estado a través de la
Fuerza Armada y policías metropolitanas, estadales y municipales. La función de
los órganos policiales deberá dirigida por autoridades civiles. Ninguno de los
cuerpos policiales deberá utilizarse como instrumento de represión arbitraria o
desproporcionada, así como tampoco para ejecutar acciones que impliquen
intolerancia política.
6- Campaña de desarme de la población civil.
7- Conformación de la Comisión de la Verdad para esclarecer los sucesos
de abril de 2002.
8- Realización de referendos revocatorios del mandato de todos los
cargos y magistraturas de elección popular de acuerdo a la Constitución.
9- Contar a la brevedad posible con un árbitro electoral confiable,
transparente e imparcial, a ser designado en la forma prevista en la
Constitución.
10- Compromiso con la libertad de expresión y crear enlace permanente
entre ambas partes para el cumplimiento de este Acuerdo.
Evidentemente este Acuerdo fue incumplido por el régimen. Desconocemos
si la oposición no exigió el cumplimiento a los garantes de la OEA, Centro
Carter y países amigos, o bien si estos desatendieron las quejas. El punto es
que gracias al paro cívico se logró un buen Acuerdo y el mismo Gaviria instó a
que no cesara hasta que el gobierno cediera.
El paro no logró la renuncia de Chávez. Aunque ese no fue el objetivo
planteado, decepcionó a muchos que deseaban que así fuese. Parafraseando
aquello de que “los rusos también juegan”, sin duda el régimen estaba mejor
preparado que el 11 de abril e impidió que el paro fuese general. Quizá la
fecha no fue apropiada y no debió ser indefinido. Algunos opinan que el régimen
salió fortalecido, olvidando que el Acuerdo firmado evidenció que había un
malestar general y que el gobierno no respetaba la Constitución. Realmente el
fortalecimiento del oficialismo se produjo meses después cuando el aumento de
los precios del petróleo le permitió crear las Misiones sociales y desarrollar
una campaña mediática.
Los petroleros y muchos empresarios y ciudadanos de a pie nos sumamos a
título personal a la convocatoria de la Confederación de Trabajadores de
Venezuela (CTV), de Fedecámaras y de la Coordinadora Democrática donde estaban
representados todos los partidos políticos de oposición. Muchos demócratas nos
resteamos con el paro y sufrimos las consecuencias. No nos arrepentimos. Otros
actuaron tímidamente y algunos no estuvieron de acuerdo. Unos cuantos fariseos
que lo apoyaron o al menos no se opusieron, hoy le achacan la culpa de lo no
logrado a Carlos Ortega (CTV), Carlos Fernandes (Fedecámaras) y a los
petroleros.
Como es sabido, el referendo revocatorio presidencial fue ilegalmente
pospuesto hasta que los elevados precios del petróleo permitieron al régimen
aumentar su popularidad. Además, maniobró para instalar un Consejo Electoral
sumiso. Sin embargo hay que reconocer que Chávez logró inicialmente una gran
aceptación popular, que gradualmente fue perdiendo.
Ahora su hijo putativo tiene no solo en contra la época de las vacas
flacas, sino también un cúmulo de errores producto de su torpeza y la de sus
colaboradores. Por eso ha desatado la violencia para amedrentar.
Irremediablemente los representantes del régimen serán derrotados este domingo.
Como en botica: Almagro dejó claro lo que es basura. El voto es
secreto. Vota por los candidatos de la Mesa de Unidad, abajo y a la izquierda.
Los empleados públicos que cumplen con su deber no serán despedidos. Las
Misiones continuarán para los menos favorecidos. Lamentamos el fallecimiento
del ingeniero petrolero Arévalo Guzmán Reyes, quien defendió los intereses de
Venezuela como director del Ministerio de Minas e Hidrocarburos y de Pdvsa. ¡No
más prisioneros políticos, ni exiliados!
Eddie Ramírez
eddiearamirez@hotmail.com
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