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jueves, 3 de diciembre de 2015

Votar es romper la cerca, @hmcaminante



Lorenzo Figallo Calzadilla, 03/12/2015

El camino ha sido largo, extenuante, difícil. El régimen XXI es feroz. Ha cercado la vida, conculcando toda opción de libertad individual y colectiva. Es una cárcel, una isla en tierra firme. Hay un control absoluto sobre todos los ámbitos del quehacer nacional.Empleo, salud, educación, recreación, alimentación, transporte, vialidad, servicios son filtrados por el modelo para dominar a la sociedad.

Se trata de confiscar la existencia humana. Apropiarse modificando el estilo de vida. Llegar a la familia, dividirla, atomizarla, impactarla.Cambiar los hábitos y sembrar nuevos, borrar la memoria, hacer otra historia, crear un lenguaje distinto, construir otros códigos, inculcar una simbología diferente,amurallar la expresión, el libre pensamiento, creatividad.

Confinar las posibilidades de desarrollo en lo social conduce indefectiblemente a la inmovilización de las opciones personales particulares. He allí un gran peligro, se busca perturbar al individuo, aislarlo del mundo, frustrarlo, deprimirlo, censurarlo. Se le golpea constantemente la autoestima para debilitarlo, excluirlo, someterlo.

El socialismo radical no tiene escrúpulos: retuerce, exprime, limita al ser, extrae la savia vital de cada quien. Aplasta toda intención, tergiversa los sentimientos, no siente empatía ni le interesa el bienestar del otro. Mientras exista mayor miseria en la sociedad con gran tranquilidad puede ejercer su reinado. Todo está preconcebido. No hay azar o casualidad. La propaganda es incesante, la mente se va agotando, llega un punto que empieza a decaer, luego a aceptar. La alienación es una posibilidad concreta.

Hasta ahora nos hemos opuesto con fuerza al embate, tenemos que seguir resistiendo, actuando, participando. Hoy debemos resolver. Si queremos vivir con dignidad es urgente salir de este modelo violador de los derechos humanos. Votando tenemos una oportunidad para abrirle un boquete a la cerca. Frenar la hecatombe. Hacer que prevalezca la vida.

La autodenominada revolución ha hecho un gasto inconmensurable en propaganda. Pese a ello sus dirigentesestán muy angustiados. El malestar en la calle se percibe en cada esquina. Las conversaciones giran alrededor del caos que ha producido el régimen. Los representantes del palacio buscan escaparse de sus responsabilidades pero le es imposible. Lograr una mayoría democrática en la Asamblea es fundamental, una señal directa al sistema de que se desea un cambio profundo.

Somos en esencia mujeres y hombres de libertad. Es indispensable abrir la cerca y traspasarla. Nuestro programa apunta a la vida en lo ambiental, espiritual y social con todos sus componentes. La autodenominada revolución XXI implica una bota militarista nacional y el entreguismo total a tiranías con agentes internacionales llenos de oscuros intereses sobre nuestra tierra. Un negocio. Eso significa fenecer.

Votar este domingo 6 de diciembre es clave para empezar a construir una nueva sociedad con valores humanos universales.Unidad Democrática es la vía. Salud Venezuela.


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