Por Pompeyo Márquez
Este escrito aparecerá a pocos
días de una fecha histórica, corolario del 6-D, como lo será el 5 de enero de
2016. No es poca cosa arribar a un día que le abre las puertas a la democracia
venezolana, después de 17 años de dictadura militar-civil, y de una
lucha sostenida, constante, perseverante para llegar a tal evento.
La experiencia que arrojan
estos 17 años de régimen chavomadurista tienen que grabarse en el corazón de
nuestro pueblo para evitar repetir esta ignominia resultante de estos tres
lustros de satrapía. Vamos a volver a vivir en democracia, vamos a
disfrutar de las libertades civiles y el bien que significa haber
conquistado ese modo de gobierno perfectible.
No nos cansaremos de repetir
estas verdades para hacerla “carne y sangre” de nuestro pueblo que no debe
olvidar los años de lucha, de sacrificio que nos arroja este largo periodo
histórico.
Salimos de un régimen corrupto
y además manchado por la supuesta implicación en narcotráfico de figuras
emblemáticas como los sobrinos de Cilia Flores y el secretario privado de
Maduro, entre otros, pues no hemos señalado a los altos oficiales de la fuerza
armada a quienes sé también se les investiga por estar involucrados en ese
delito cuyas pruebas están en manos de la DEA, y las más recientes acusaciones
de lavado de dinero a personeros del régimen y sus acólitos. Estuvimos a
punto de ser declarados como un régimen delincuente, y ahora tenemos que hacer
el esfuerzo por limpiar al nuevo régimen que se instaure e impedir caer en
corrupción y en narcotráfico.
Ahora tenemos por delante
cumplir con las promesas electorales, enfrentar las tareas que significan
superar la profunda crisis económica, sobreponernos a la crisis política que
significa en primer término la división del país y por tanto es perentorio
unirlo, porque como hemos dicho hasta la saciedad hay que unirlo sobre la base
de que todos somos venezolanos, de que tenemos que construir un país para todos
y por tanto darnos un gobierno que gobierne para todos, poner fin a esa
anomalía implícita en un gobierno que solo piensa en sus partidarios, que
contribuía a la polarización, que estimulaba la división, y por supuesto, en
esas condiciones era imposible conquistar el progreso y entrar en la
modernidad.
Hay venezolanos que hablan de
la posmodernidad, sin pensar que no hemos llegado siquiera al estado previo,
que estábamos viviendo en la barbarie. Salir de la barbarie significa dar un
gran salto, y eso lo iniciaremos el próximo 5 de enero, fecha que marcará la
historia del país en dos grandes hitos, porque hemos dicho que con el
fracaso de 17 años de gobierno chavomamadurista, se cierra un ciclo
histórico,ahora podemos gritar jubilosamente que se abre un nuevo ciclo a
partir del 5-E. pmmillan1@yahoo.com
03-01-16
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