Por Damián Prat C.
El nuevo ministro de Industria
y Comercio, Miguel Pérez Abad estaría hoy en Guayana. Es un empresario de larga
trayectoria como propietario de medianas industrias y también como dirigente
gremial de la pequeña y mediana industria, antes y durante la revolución.
Ha sido también un acérrimo partidario de este gobierno por década y media a
pesar del constante discurso -más las expropiaciones y acciones hostigantes- de
la alta jerarquía roja contra la empresa privada verdadera y productiva, porque
ya sabemos del doble discurso de muchos de los jefes oficialistas que han
montado docenas de empresas muchas de ellas de
maletín para negocios y guisos dentro del país y sobre
todo en el exterior con muy gruesas cuentas en dólares en EE UU, Europa y
paraísos fiscales junto con lujosas propiedades.
Aquella contradicción entre
ser empresario de verdad y la acción de estar al lado de un gobierno anti
empresa privada, parece haberla resuelto Pérez Abad con frases como esta;
“Fedeindustria ha hecho un gran esfuerzo en repensar el rol del empresario. El
comandante Chávez decía que este es un socialismo inédito, donde vamos a tener
marchas y contramarchas”. Incluso ha hecho alarde de sus lecturas y
conocimiento del marxismo-leninismo al recordar que “en la construcción de una
sociedad socialista los grandes pensadores hablan de la industrialización como
la fase previa a esa sociedad socialista”.
Como sea, en círculos
pesuvistas se dice que Maduro fue asesorado para colocar a Pérez Abad en
Industria y Comercio para llevar adelante algunos cambios
veladamente capitalistas en un mientras tanto para rescatar
algo de la producción nacional destrozada pero que al mismo tiempo coloca a un
radical estatista y anti empresa privada como el sociólogo Luís Salas a coordinar
el equipo de ministros de la economía quizás para calmar a esa parte
de la base del PSUV que ha sido fanatizada todos estos años en que
el estatismo extremista es lo revolucionario. Estará por verse
cómo evoluciona toda esa contradicción política.
En fin, en caso de que finalmente Pérez
Abad venga este miércoles a Guayana como se había anunciado, si es importante
hablarle claro. Es con usted, ministro. En algunas entrevistas de estos días
recientes ha dicho que “insta a las empresas a buscar insumos, materias primas y
repuestos dentro de Venezuela (…) a comprar lo hecho en Venezuela y a
poner énfasis en la producción nacional”. Eso suena muy bien y uno lo apoyaría
sin reservas, aunque… sin esconder que eso es justo lo contrario de lo que
hecho SU gobierno a lo largo de varios años.
Es así, claro y sin tapujos,
señor ministro Pérez Abad. La robo-lución ha sido sistemática
destruyendo lo productivo venezolano para sustituirlo por
importaciones, muchas de ellas realmente escandalosas, con marcado sello anti
soberanía nacional y seguramente vinculadas a los guisos. Le pongo
ejemplos de la Guayana industrial.
- ¿Sabe usted, señor ministro,
que Sidor (y en parte también las empresas del aluminio) compraba hasta 2008 el
90% de las piezas y productos refractarios para sus hornos de fusión y de
metalurgia en industrias locales especializadas en Refractarios? ¿Sabe Ud. que
las dos empresas del ramo que estaban activas fueron estatizadas en 2009 y
desde entonces no producen nada o casi nada y que Sidor compra todo a
proveedores del exterior, entre ellos a una transnacional brasileña? ¿Cómo
explica ese desastre anti nacional, señor ministro?
- ¿Sabe usted, señor Pérez
Abad, que desde 1962 y hasta 2008, Sidor produjo todos los tubos sin
costura necesarios para nuestra industria petrolera? Era la fábrica
de tubos de Sidor o Tavsa, como se llamó al funcionar como empresa aparte
por una década. Eran 60 a 70 mil ton/año de tubos que cubrían todas las
necesidades de Pdvsa e incluso sobraba un poquito para exportar?
¿Sabe Ud., señor ministro, que al estatizar Sidor en 2008, la primera medida
de la revolución fue paralizar la producción de Tavsa para sustituir
su producción por un contrato de importación con una transnacional de China?
¿Dónde queda la patria en ese negocio? Tras muchas protestas de
calle de sus trabajadores se obligó al gobierno a reanudar unpoquito (no
más de 10%) la producción pero Pdvsa se ha negado a comprar el producto y que
hoy está de nuevo totalmente paralizada? ¿Qué le parece? ¿Hay alguna
explicación racional para semejante traición a Venezuela?
- Con esto de la producción
nacional de tubos para la industria petrolera, hay, además, un para
colmo. Dentro de Sidor se construye, desde 2009, la “nueva fábrica de tubos”,
una planta supuestamente más moderna. ¿Sabe qué? Como todos los proyectos
industriales durante este gobierno inconsecuente, jamás se ha terminado. Allí
está ese elefante rojo paralizado. Pero, ¿sabe qué más? Que en otro
de esos negocios turbios con transnacionales de China, se contrató
mediante endeudamiento una máquina de colada para una línea de producción
de redondos, materia prima para que la “nueva fábrica de tubos” produjera.
O sea, sumamos más deuda en hacer una máquina de colada continua inútil, porque
ella no tiene a quienalimentar. ¿Qué le parece? ¡Ah!. Somos el deleite para
China y sus transnacionales. Nos endeudamos para un proyecto inútil. Les
tenemos que comprar a ellos los equipos que serán inservibles. Y les compramos
también los tubos petroleros que aquí se producían durante más de 50 años. Son los
logrosde la revolución. SU gobierno, sin embargo, hace discursos sobre “patria,
soberanía, independencia y socialismo”,
- Sigo, señor ministro. ¿Por
qué no pide que le muestren el contrato de Alcasa con otra transnacional de
China, la Chalieco? Nos endeudamos con 403 millones de dólares para hacer una
pequeña extrusora (que si se medio-hizo y funciona a un 15% de su capacidad
nominal) y para reconstruir unas 60 celdas de reducción electrolíticas de las
que su gobierno destrozó antes, tanto en Alcasa (quedan 80 celdas de las 586
que eran) y en Venalum (quedan 210 de las 905 que siempre fueron). Mire
la letra chiquita y la no tan chiquita de ese contrato. Los
cascos de celdas (piezas de acero de 11 toneladas), por ejemplo, hubo que
importarlas de China aunque aquí hay 5 metalmecánicas que las han fabricado con
alta calidad por décadas e incluso han exportado. ¿Cómo fue que Ud. dijo
sobre hecho en Venezuela? El colmo es que esas celdas jamás se
reconstruyeron.
- Es para llorar y para
indignarnos. Por eso votamos por el cambio. Pero dígame, ¿qué le parece que
estamos importando cabillas, tubos petroleros, laminados de acero, hojalata,
aluminio? Todo eso, como Ud. lo sabe, se producía en Guayana, gracias a
la siembra petrolera que aquí se hizo, con luces y sombras pero más
de las primeras, durante varias décadas de gobiernos civiles democráticos.
Ahora es importado. ¿Sabe Ud, señor ministro, que Sidor produjo en 2014 y en
2015 apenas 24% de lo que solía producir antes del estatismo salvaje? Ya
no se producen 4.3 millones de ton de acero sino apenas 1 millón. Ni las 380
mil ton/año de cabillas. Ni las 300 mil ton/año de hojalata. Tampoco se
producen en FMO los 22-24 millones de ton de mineral de hierro sino menos de la
mitad. Y, para colmo, solo una tercera parte con equipos y personal de FMO. Ni
los 6 millones de ton/año de bauxita sino apenas 1 millón 200 mil. Ni los 2
millones de ton/año de alúmina sino 450 mil. Tampoco se producen los 8 millones
de ton/año de briquetas sino cuando mucho 900 mil. Pregunte Ud. por la ruina
que causó SU gobierno en Sidetur, Venprecar, Orinoco Iron, Comsigua, Matesi, en
Friosa y en Carbonorca. Pida informes.
- Le doy un último dato
aunque podría agregar varios párrafos más. Este último detalle muestra
cuánto retroceso anti venezolano hemos sufrido estos años de robo-lución. La
industria de Guayana había alcanzado un avance fundamental al transformar
dentro de Venezuela, el 64% del mineral de hierro que extraía Ferrominera. Dos
de cada tres toneladas se transformaban en productos derivados generando
empleo, valor agregado y riqueza en una cadena productiva esencial. O sea 64%
de aquellas 22-24 millones de ton/año de mineral que extraía FMO. No necesito
explicarle lo valioso que es para la economía de una nación libre transformar
lo más posible de sus materias primas tanto para el consumo interno como para
exportación. Saque cuentas. Exportar briquetas genera el triple que vender
mineral simple. Exportar acero puede generar ingresos de hasta 10-12 veces más
dependiendo del producto. ¿Sabe cuánto nos ha hecho retroceder la
falsa revolución? Es para llorar y para indignarse. Tan solo el 25% de una
producción de hierro que es menos de la mitad es lo que se transforma dentro de
Venezuela. O sea… Y luego hablan de apátridas.
- Cuando usted vuelva a hacer discursos
sobre lo hecho en Venezuela o sobre lo productivo venezolano,
recuerde que está, sin querer, auto-acusando al gobierno del que
forma parte. “Escupiendo pa’ arriba” reza una nada elegante expresión de uso
común. No solo es una farsa lo de revolución sino que ha significado
un horrible retroceso destructor de la soberanía nacional. Nunca tuvimos menos
patria que hoy.
13-01-16
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