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lunes, 18 de enero de 2016

DE FARSAS Y MÁSCARAS, por @AmericoMartin



Américo Martín 17 de enero de 2016

Muchas cosas pueden decirse del tiempo agrio que vivimos. La ronda incesante de fantasmas, falacias, farsas y fatigas bien puede ser una de ellas. Me ocupo en esta columna de la maquinación del PSUV contra la Asamblea Nacional, incluyendo la pintoresca Sala Electoral, que se apresuró a cubrir de agentes suyos. Ha tenido esa operación la dudosa virtud de reunir  monstruos, mentiras y comedias bufas en ejercicio de inimitable cinismo


En las elecciones de diciembre se superaron a sí mismos en la compra abierta, descarada, a plena luz, de votos en todo el país incluyendo el estado Amazonas. Y sin embargo le cargan ese delito a una obrera del gobierno de Liborio Guarulla, infamia en la que se apoyó la Sala Electoral para desconocer la soberanía popular manifestada el 6D y despojar de su investidura a la diputación electa.  ¿No es una desvergonzada  forma de cinismo?

– Bueno, sí, gobernador ¿pero esa señora no compraría votos también

– En absoluto, no solo porque es una humilde trabajadora a la que no le sobra el salario sino, sobre todo, porque es honrada y así será tenida hasta que alguno de los que la infaman se atreva a probar lo contrario. Por supuesto, ninguno lo hará.

La nueva AN ha tomado en serio el mandato que ha recibido del electorado. En medio de la sarta de calumnias, amenazas y  soboteo permanente no pierde un minuto en la ejecución de su agenda. Un ejemplo entre muchos. Una comisión  investigará la Sala Electoral. Los requisitos que no cumplió y la Constitución que violó. La preside el diputado Berrizbeitia, a quien don Américo Castro llamaría “centáurico” por consagrarse en alma, conocimiento y cuerpo a las tareas. Le temen a las   comisiones creadas para cumplir la función contralora que la vieja AN había abandonado, consagrada como estaba a encubrir hechos punibles y justificar violaciones a los DDHH.

Si la mayoría de la AN se mantiene serena y tan clara como firme, seguirá tejiendo su labor sin separarse de la Constitución, la paz y la vía electoral y ratificando el diálogo, que en último término sirve a todos por igual. Enfrenta un mecanismo tramposo que pretende alejarla de sus tareas. La cuestionada Sala Electoral, constituida a trompicones, la declaró en desacato por juramentar tres diputados de Amazonas que estaban revestidos de inmunidad desde que  fueron proclamados por el CNE. Es decir, si alguien pretendía desconocerlos tendría que esperar el levantamiento de su inmunidad; la Sala no hizo a la AN semejante solicitud y no creo que por olvido o ignorancia.

Escribo hoy martes, cuando todavía la  AN no se ha pronunciado, pero un nuevo “seudodesacato” podría ser aprovechado para inhabilitar a la propia directiva de la Cámara. Por eso, aún bajo justificada protesta, dejemos la solución al pueblo soberano. Amazonas ha sido despojada de su representación federativa. Hay que reclamar masivamente elecciones.

Sería la respuesta más apropiada. Primero, la trampa gubernamental será derrotada con una votación más abultada, como pronostica la consultora Hercon. Segundo,  se demostrará que la única máquina-compra-votos es la del régimen. Tercero con Guarulla al frente  nuestros pueblos indígenas de Amazonas y Apure derrotarán el racismo de los falsos revolucionarios. Y por último, la precaria Sala Electoral quedará abochornada y en ridículo.

Hay algo claro. El gobierno va contra la corriente sometido a la angustia de una crisis superlativa,  frente a la cual solo tiene retorica dura por fuera pero vacía hasta el vértigo, por dentro.

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