Por René Núñez, 14/01/2016
El 6 de diciembre de 2015, haciendo uso del derecho al voto consagrado
en la Constitución Nacional, casi 8 millones de venezolanos tomamos la sabia y
democrática decisión de elegir una nueva junta directiva de la Asamblea
Nacional con la finalidad de restablecer el orden, el equilibrio y la
funcionalidad legislativa. No tuvimos dudas de hacerlo por la desatención de la
anterior directiva en la función contralora del poder ejecutivo; responsable principal
de la actual y grave crisis de país que hoy padecemos en lo político, económico
y social los ciudadanos.
Se votó por una opción parlamentaria distinta (opositora) con un
mandato claro, una mayoría calificada, para instar al Jefe del gobierno central
a un decoroso diálogo, de concertación nacional, a fin de construir un clima
propicio y respetuoso donde las prioridades sean buscar soluciones sin dilación
a los serios problemas estructurales de abastecimiento, inflación, baja
productividad, baja calidad de empleo, bajo poder adquisitivo, inseguridad e
impunidad, entre otros.
Cuando pensábamos que el gobierno nacional, sin excusa y retórica, iba
a dar la lectura correcta a esta soberana expresión popular, no lo hizo; por el
contrario, optó por iniciar este 2016 con la misma actitud y conducta arrogante
y recurrente de las amenazas y el reciclaje de las mismas políticas públicas
fracasadas que nos condujo a las dificultades que hoy atravesamos. La
revolución y el socialismo del siglo XXI continúan siendo prioridades de la
presente administración pública. Si bien es cierto el gabinete fue renovado en
su mayoría; no es menos cierto, las credenciales, el conocimiento y la
experiencia en áreas estratégicas de la economía de algunos ministros, no nos
da mucha esperanza de cambio y de éxitos.
Las nuevas energías, la certidumbre y el anhelo de avanzar en positivo
que nos mentalizamos las mayorías nacionales a final del año pasado, duraron
muy poco por la estrategia oficialista de jugar el conflicto de poderes. La
confrontación. Vía poder judicial.
No se necesita ser experto de la economía para entender que la máxima
del mercado es la confianza, la confianza necesaria para la inversión y el
emprendimiento con reglas claras y transparentes. Garantes y respetuosas del
libre trato y la competitividad.
La apuesta debe ser única, la Venezuela Productiva. De producción
nacional. Creadora de mayores y mejores empleos directos e indirectos;
defendiendo y reconociendo con justicia el esfuerzo y el trabajo decente.
No se puede pensar, y quienes piensen distinto, mienten y se burlan de
la dignidad ciudadana democrática, que los problemas de inflación, escasez,
desempleo y devaluaciones van a solucionarse con medidas aisladas, impositivas,
restrictivas, y revestidas de trabas o guayas ideológicas.
Basta de ser un país dependiente de ingresos petroleros. Se necesita
con urgencia de una reingeniería del Estado para transformar la dependencia de
una economía rentista petrolera por una diversificada con crecimiento
sostenido, justo y equitativo. Unos ingresos promovidos y potenciados por la
educación, la ciencia, la tecnología, la innovación e imaginación creadora y
libre de los venezolanos; apoyados por un gobierno central y unos poderes
públicos actuando como facilitadores y no obstructores del progreso y
desarrollo integral humano.
Ello requiere de una sinergia entre los sectores público y privado.
Ambos fuertes, responsables, unidos, haciendo equipo para crear riqueza
material, espiritual y humana. Bienestar social. Quién no está en esa
dirección, no puede estar con nosotros. Ni merece nuestro apoyo.
El presidente Macri de Argentina, en el primer mes de su gobierno no le
tembló el pulso para dictar medidas ineludibles e impostergables como la
liberación del dólar (no provocó corrida alguna); la eliminación de subsidios
innecesarios; el inicio de un proceso progresivo de reducción del alto gasto
público heredado de su antecesora mandante Cristina Kirchner. Una política
exterior pragmática “a ganar a ganar”. Buscando alianza con los grandes en la
región y en el mundo. ¿Y nosotros, cuándo?
Presidente del Ifedec, Capítulo Bolívar
@renenunez51
Los domingos, 8 a 9 am, en Onda Global por Onda 97.3 FM Guayana
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