El presidente de la
Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Diego Padrón, afirmó que el comienzo
del nuevo año representa una gran esperanza para toda la humanidad y sobre todo
para Venezuela, pues comienza a gestarse un cambio en el país, fundamentado en
las parlamentarias del 6 de diciembre, que permitirán que la acción legislativa
en la Asamblea Nacional se realice de forma diferente, con una gran
participación de los factores democráticos.
“El 6 de diciembre la gente
envió un mensaje de cambio, también de paz. El acto mismo de la votación fue un
mensaje de que la mayoría del país quiere un cambio pacífico y que ese cambio
se genere a través de un método democrático. El pueblo está cansado de una
diatriba y un enfrentamiento”, señaló.
Monseñor Padrón lamentó que el
gobierno aplique maniobras que pretenden desconocer la voz del pueblo que se
expresó el 6-D. “Si el gobierno desoye al pueblo, deshonra su voluntad”,
aclaró.
Recordó que a pesar de las
amenazas del oficialismo de salir a las calles el día de la elección, se impuso
la actitud pacífica del pueblo, llena de serenidad, tranquilidad y cercanía.
“A pesar de nuevos llamados a
la calle, pedimos que el 5 de enero sea un día de paz para Venezuela. Esas
amenazas no tienen ningún fundamento y no serán atendidas: la línea del pueblo
es contraria a la violencia, que rechazamos. Pedimos al pueblo asumir una
actitud de paz”, indicó.
Mensaje. Monseñor Padrón
recordó que el papa Francisco ha pedido a la humanidad vencer la indiferencia
para conquistar la paz. “Es interesante porque el papa nos hace ver cómo en el
mundo se globalizan las indiferencias, la lejanía, el poco contacto, la poca
disposición para ayudar a resolver los problemas de los demás; hay un
encerramiento del hombre. Hay una indiferencia del hombre de hoy ante Dios y
eso tiene consecuencias del hombre para con el hombre. Hay que promover una
cultura de solidaridad y compasión frente al hombre”, instó.
Aseguro que el papa pide
evitar que los países se enfrasquen en una nueva guerra, que califica de guerra
mundial por fases y exige una política de cooperación entre los pueblos.
Violencia. El prelado
dijo que justamente el desconocimiento de lo que Dios quiere para la humanidad
y para el hombre, “la criatura máxima en la que pone su cariño y poder
creador”, lleva a que en Venezuela se vivan crisis tan fuertes como la de los
asesinatos a causa de la violencia.
“Esa lejanía de Dios nos lleva
a que se acabe con la vida de las personas por cualquier motivo. Tenemos que
hacer un llamado a la familia y a la escuela para que en la educación se
transmita la doctrina del hombre como imagen de Dios y respeto y
consideración”, expresó.
Padrón aseveró que la
situación que atraviesa el país reclama diálogo, que los venezolanos además lo
quieren y recordó que la Iglesia lo ha pedido con insistencia.
“Nuestros conflictos se pueden
resolver si los sectores opuestos se sientan a dialogar teniendo como objeto el
bien común, el de Venezuela entera y no el de un interés parcial de grupos e
ideologías. Es nuestra invitación”, añadió.
31-12-15
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