Cesar Alonso 07 de junio de 2016
La
delincuencia y los altos niveles de inseguridad son sin duda alguna uno de los
más graves problemas que afrontamos los venezolanos en nuestro día a día.
La
descomposición social nos ha llevado a niveles inimaginables de violencia.
Observamos con consternación como cada vez es más común que hechos grotescos
por su agresividad y bestialismo ocurran con mayor frecuencia y tal vez lo más
triste es como los venezolanos hemos “aprendido” a convivir con ellos y
hacernos “La vista gorda” ante esta escalada violenta que nos convierte en
“presos en nuestras propias moradas”.
Entiendo
que el tema no puede abordarse a la ligera y hay que entender que el mismo es
sumamente complejo, con muchísimas aristas, que deben ser analizadas con suma
responsabilidad, pero si estoy absolutamente convencido que ante muchos delitos
que a diario de desarrollan, el uso de la tecnología es un verdadero elemento
determinante para prevenirlos y en otros casos para castigar a los
trasgresores. Las Cámaras de Seguridad son un aliado esencial en esta lucha y
por tanto deben ser “la punta de lanza” de cualquier plan que se quiera
ejecutar.
Es por
esta razón que desde Un Nuevo Tiempo Vargas hemos ido aportando ideas de
trascendencia para la lucha contra el delito, creemos que deben de existir
Cámaras de Seguridad en los Espacios Públicos, Unidades de Transporte Público,
Centros Educativos y Centros de Salud. La Gobernación del estado Vargas tiene
esa responsabilidad y estamos seguros que tienen esa materia pendiente por
cumplir, entre otras.
Por
otro lado la lucha contra el delito debe involucrarnos a todos sin distingo de
ninguna especie por lo que nosotros le solicitamos formalmente al ciudadano
Gobernador así como a los inoperantes Legisladores regionales que tomen la
iniciativa y evalúen la posibilidad real de legislar para que el uso de las
Cámaras de Seguridad sea obligatorio en los Comercios y en su frente, en las
Unidades de Transporte Publico, en los Centros de Diversión Diurna y Nocturna,
en los Restaurantes, las Plazas Públicas, los Centros Educativos y de Salud; en
fin en donde sea necesario, que sean una obligación tanto del Ejecutivo Estadal
como del Sector Privado.
Esta
iniciativa seria determinante en la lucha contra el delito y aunada a políticas
de seguridad con organización, preparación, logística y operatividad,
lograríamos disminuir los índices delictivos y consecuencialmente sumarle paz y
felicidad a nuestro pueblo.
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