Por Yedzenia
Gainza, 25/07/2017
Dijeron
que ya no habría pobres ni niños de la calle, basta mirar alrededor para saber
el resultado. Dijeron
fortalecerían el sector industrial y atraerían la inversión, por eso expropiaron empresas que ahora
están arruinadas. Dijeron que el sueldo alcanzaría, pero
ahora se necesitan más de 18 salarios mínimos para cubrir la cesta básica. También dijeron que podrías revocarlos
cuando quisieras, pero pusieron
mil trampas y suspendieron el referéndum revocatorio.Dijeron que acabarían
con la corrupción, ocultándola bajo mucha propaganda, claro.
Dijeron
que eran un ejemplo para el mundo, prueba de ello es la oda al nepotismo y
la podredumbre representada de forma extraordinaria por la Contraloría
General de la República. Dijeron que gobernarían para todos, pero
amenazan, encarcelan,
torturan o matan si no piensas como ellos. Dijeron
que no faltarían las medicinas, pero hace falta pasar días mendigando para encontrarlas. Dijeron
que crearían las mejores universidades, pero de esas casas de adoctrinamiento
no hay ni una que valga un medio partido por la mitad, por eso
sus hijos estudian en el extranjero.
Dijeron
que cuidarían nuestros recursos naturales, pero el
arco minero está destrozando uno de nuestros tesoros más preciados. Dijeron
que la electricidad fallaba porque no llovía y, cuando llovía, le echaban
la
culpa a una iguana. Dijeron que acabarían con la oligarquía, la
burguesía y el capitalismo, ¿han
visto quiénes son, cómo viven, qué
comen, los carros tienen, cómo viajan y visten? Dijeron
también que Venezuela era el país más democrático del mundo, pero lo que
no consiguieron con votos intentan alcanzarlo con las armas. Dijeron
que teníamos la mejor Constitución del mundo, que dentro de ella todo y fuera
de ella nada, pero
la violan sistemáticamente hasta el punto de convocar sin previa consulta una
Asamblea Nacional Constituyente para elaborar una nueva Carta Magna, obviamente
a su medida.
Dijeron
que acabarían con la inseguridad y la violencia, pero el
año pasado murieron casi 28500 personas por esta lacra. Dijeron
que los jubilados vivirían dignamente, le
llaman dignidad a que la pensión no alcance para comer. Dijeron
que el país crecía a paso de vencedores cuando lo que realmente aumentaba era
el
saldo de sus cuentas bancarias. Dijeron que el Guaire sería
navegable y apto para bañistas, pero ahora se burlan cuando alguien tiene que meterse en sus
aguas fétidas para poder salvar la vida.
Dijeron que Miraflores sería la sede de
una universidad, hasta
ahora en lugar de recibir estudiantes, celebran
allí sus muertes. Dijeron que habría libertad de expresión, lo saben bien los
medios censurados y la larga lista de periodistas vetados, amenazados,
robados, perseguidos, golpeados…
Dijeron
que las empresas públicas no darían pérdidas, se referían a
las que ya no producen. Dijeron que el abastecimiento estaba asegurado… Previa
humillación a cambio de
una caja con unos cuantos víveres, claro. Dijeron
que acabarían la escasez y las colas, ¿desde cuándo no compras lo que quieres,
cuando quieres y donde quieres? Dijeron
que el dólar se mantendría a 6,30BsF, olvidaron
decir que solamente para
los enchufados que hacen negocio con ellos. Dijeron
que controlarían la inflación, a tres cifras le llaman control.
Dijeron
que repudiaban toda tipo de injerencia extranjera, aunque no consideren tal el protagonismo
de cubanos o chinos, ni las conexiones con grupos
terroristas. Dijeron que no había crisis hospitalaria, prefieren
que la gente se muera de mengua en sus camas. Dijeron que el
país sería justo y próspero, que apretarían la mano contra el narcotráfico;
para demostrarlo, nombraron
a un narco Vicepresidente de la República, cuentan con
todo un cártel en la cúpula del gobierno y, como guinda para la torta,
los
sobrinos de la primera dama arrastran la bandera nacional en una cárcel de
Nueva York después de haber sacado innumerables kilos de cocaína por la rampa
presidencial del principal aeropuerto del país.
Dijeron
que su revolución era humanista. Por eso cada día se multiplican los presos
políticos, diariamente reprimen las manifestaciones con armas de fuego que
disparan a quemarropa contra quienes se atreven a recriminarles su gran teatro.
Dijeron que respetarían la propiedad privada, lo
demuestran entrando a las viviendas a golpear y robar a sus habitantes aunque
sean menores de edad. Dijeron
que eran animalistas, lo dejaron claro cuando dispararon a un pobre perro asustado
durante un allanamiento ilegal.
Dijeron que eran el “corazón del pueblo”, aunque además
de utilizar la diversidad sexual como descalificación, no la consideren parte del mismo. Dijeron que su
revolución era bonita, por tal motivo cubren el rostro a los detenidos, piden
rescate en moneda extranjera a cambio de no presentarlos ante tribunales
militares, se
divierten torturándoles con descargas eléctricas, obligándoles a comer heces,
cubriéndoles la cabeza con bolsas de plástico, colgándoles de los brazos para
que apenas rocen el suelo con la punta de los pies, violándoles con tubos o
fusiles…
Dijeron
que tendríamos patria, socialismo o muerte. Mintieron en todo, excepto en lo de
la muerte.
Fotos:
Web
@mgutierrezphoto
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