ANTONIO MARIA DELGADO 28 de julio de 2017
Las
sanciones que Estados Unidos podría imponer la próxima semana al crudo
venezolano tendrían su mayor impacto sobre los tenedores de sus bonos y el
aparato de represión que sostiene al régimen de Nicolás Maduro, dijeron
analistas al advertir que la población lleva ya tiempo que no se beneficia de
la renta petrolera.
El
presidente Donald Trump ha advertido que aplicará sanciones “rápidas y severas”
contra Venezuela –que podrían incluir un embargo a su crudo– si Maduro insiste
en su empeño de realizar el domingo la elección “fraudulenta” de una Asamblea
Constituyente.
A 36
horas de la programada apertura de las urnas, el régimen socialista no está
dando señales de estar dispuesto dar marcha atrás, y funcionarios en Washington
han señalado que el gobernante estadounidense tiene toda la intención de
cumplir con sus palabras.
Aun
cuando Venezuela asegura que podría conseguir compradores para el crudo que no
pueda colocar en Estados Unidos a la vuelta de pocos meses, expertos dijeron
que la medida propinaría un golpe muy difícil de superar para el ya atribulado
régimen socialista.
“Sin
esos recursos, el gobierno tendría menos margen de maniobra para seguir
manteniéndose en el poder”, advirtió desde Londres Diego Moya-Ocampos, analista
senior de IHS Country Risk.
“Y es
poco probable que la situación para la población pudiera ser peor de lo que ya
es con la severa escasez de alimentos y de medicinas, que básicamente fuerzan a
la población a depender de la beneficencia del estado para poder suplirse”,
agregó.
De
hecho, Maduro actualmente destina una porción muy marginal de los dólares que
ingresan al país para la compra de alimentos y medicinas.
Él
mismo lo ha admitido, al declarar que la nación ha dedicado $20,000 millones en
los últimos dos años para el servicio de su deuda externa, al tiempo que un
informe de la Asamblea Nacional señala que el régimen solo estaba otorgando el
año pasado menos del 15 por ciento de las divisas que se necesitaban para
mantener abastecidos los anaqueles de los supermercados y las farmacias.
“Cuando
dicen que va a afectar principalmente a los más pobres, ese comentario no toma
en cuenta el hecho de que el gobierno dedica muy pocas divisas a los pobres”,
enfatizó desde Caracas el columnista David Morán.
“La
gran mayoría de los programas del gobierno son financiados con impuestos
internos y por dinero inorgánico. Eso es lo que más invierte el gobierno en los
pobres y no divisas”, agregó.
Ya los
mercados están dando por sentado que el país sudamericano no podrá evitar
entrar en default este año, con los precios de sus bonos cayendo en más de 17
por ciento en cuestión de una semana.
En
otra señal de volatilidad, el ilegal dólar negro, el único al cual la mayoría
de venezolanos tiene acceso, perdió más del 22 por ciento de su valor en los
últimos cinco días, cotizándose el viernes en 10,389 bolívares por unidad,
según la página de internet Dólartoday.com, que le hace seguimiento.
La
renta petrolera también es crucial para sostener el vasto aparato de corrupción
utilizado por el régimen para preservar la lealtad de la cúpula militar que lo
sostiene. Una disminución de los ingresos petroleros podría poner fin a esos
incentivos y en teoría llevar a algunos oficiales a darle la espalda al régimen
en medio de las crecientes presiones sociales que enfrenta.
Russ
Dallen, socio gerente de la firma Caracas Capital Markets, dijo que las
pretensiones del régimen bolivariano de reemplazar rápidamente a Estados Unidos
como comprador de su crudo –ante la eventual aplicación de sanciones– podrían
verse complicadas si Washington acompaña esa medida con otras sanciones que
limitarían su acceso al sistema financiero internacional.
Estados
Unidos, por ejemplo, podría colocar a PDVSA en la lista negra del Tesoro, como
ya ha hecho con algunos altos funcionarios del régimen, los cual impediría que
pudiera hacer operaciones en dólares.
Esa
posibilidad quedó abierta hace ya bastante tiempo luego de que autoridades
estadounidenses denunciaran que la estatal de petróleo estaba siendo usada para
lavar dinero de la corrupción.
Por
otro lado, dejar de comprar crudo venezolano podría generar beneficios
políticos adicionales a Trump, dado que crearía las condiciones perfectas para
cumplir con sus intenciones de vender la mitad de las Reservas Estratégicas de
Petróleo del país, que el gobernante considera innecesarias ante el incremento
de la producción local.
Cubrir
por un año los 700,000 barriles diarios de crudo venezolano que Estados Unidos
dejaría de comprar con las sanciones, requeriría cerca de 255 millones de
barriles, menos de la mitad de los 688 millones que el país tiene en esas
reservas.
Trump
tenía planes de vender esa cantidad gradualmente durante un plazo de diez años
para que de esa manera no se produjera una sobreoferta de crudo que pudiera
alterar al mercado.
Delcy
Rodríguez: "Nos moriremos de hambre, pero aquí estaremos"
La ex
canciller de Venezuela y actual candidata a la Asamblea Constituyente, Delcy
Rodríguez, afirmó el martes durante una transmisión del canal del Estado que el
gobierno chavista no se doblegará al chantaje de "la guerra
económica", aunque el pueblo venezolano tenga que pasar hambre.
Pero
las sanciones permitiría colocar los 255 millones en pocos meses, en una medida
que en vez de alterar el mercado estaría protegiéndolo de volatilidad, explicó
Dallen.
“Y al
final del año, esos $16,000 millones adicionales que se van a obtener a través
de las venta van a hacer que él [Trump] luzca como un héroe porque ese monto le
va a permitir recortar el déficit” escenario que no se producía en Estados
Unidos desde la administración de Bill Clinton, dijo Dallen, quien ha sido
consultado por Washington sobre la situación en Venezuela.
“El
[Trump] ya trazó una raya en la arena. El dijo que lo iba a hacer y va a salir
a respaldar sus palabras después del domingo”, agregó Dallen.
Las
refinerías estadounidenses también están dando señales de que se están tomando
las palabras de Trump muy en serio.
Según
un cable de la agencia Reuters, las refinerías estadounidenses ya comenzaron el
proceso de dejar de comprar crudo pesado, del tipo venezolano, para disminuir
el futuro impacto que las sanciones al régimen de Maduro podría tener sobre sus
operaciones.
Tomado
de: http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/venezuela-es/article164272772.html
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