Por Vanessa Davies
“Estamos en momentos duros, en
momentos difíciles, pero aquí nadie baja la guardia, y seguimos con proyectos
nuevos”, dice el padre Manuel Aristorena, conocido como el padre Piedra
La pregunta: “¿Quién puede
hablar de Fe y Alegría?” obtuvo una respuesta inmediata: “Allá está el padre
Piedra”. Y el padre Piedra –que en realidad se llama Manuel Aristorena, pero se
ha ganado a pulso el nombre cariñoso que le dieron sus colaboradores-
efectivamente estaba en la puerta del Aula Magna de la Universidad Católica Andrés
Bello (UCAB), este viernes 25 de mayo.
El padre Piedra, y la
organización que dirige, Fe y Alegría, fueron dos de los protagonistas del IX
Encuentro Constructores de Paz “Nuestro reto es Venezuela”, celebrado en la
UCAB. Basta escucharlo para entender por qué: “Estamos en momentos duros, en
momentos difíciles, pero aquí nadie baja la guardia, y seguimos con proyectos
nuevos”.
La innovación comenzará con el
preescolar / Foto: Rafael Briceño/ Contrapunto
Uno de esos proyectos es para
preescolar, con el apoyo de la hermana Monserrat, conocida popularmente como
sor innovación.
“Estamos lanzados en un
proyecto de innovación de preescolar, con las inteligencias múltiples: una
manera nueva de enseñar al niño aprovechando las capacidades que tiene”, detalló
Aristorena a Contrapunto.
En principio, comenzarán con
un colegio ubicado en Petare, y esperan llevarlo a otras 10 instituciones
educativas. Esto necesita “recursos didácticos nuevos”, así como también
adaptar las aulas; es decir, tumbar paredes para atender a más estudiantes.
“Hay que hacer aulas más grandes, que pueda haber hasta 50 muchachos con más
atención y reunidos en grupos en función de sus competencias”, explicó. Esto
incluye paredes de vidrio, e incluso, un ágora.
—¿Cómo van a hacerlo sin plata?
—Lo haremos sin plata.
Conseguiremos la plata. Sé que hay gente que se entusiasmará.
No hay dinero, pero sí hay
voluntad
Manuel Aristorena no deja de
recordar dos cosas: que Fe y Alegría se mantiene casi en su totalidad (98%, más
o menos) “con apoyo del Gobierno nacional”, y que se puede hacer mucho con
poco.
Los salarios de los docentes
de los 176 colegios los asume el Ejecutivo, “y nos queda todo lo demás”, que
incluye dotación, reparaciones y mantenimiento. Eso se hace con la comunidad,
con aportes de empresas y con mucho trabajo voluntario. La hiperinflación es un
reto más: “Lo que no podamos hacer con dinero, lo haremos con trabajo
voluntario”.
Los robos, sin embargo, son
una variable con la que les cuesta lidiar, porque no es solo material lo que se
pierde. Este viernes 25 de mayo hurtaron el colegio Pampero -ubicado en Valles
del Tuy- por quinta vez. Pero pese a ello, no se deja amilanar. “Nosotros vamos
pa’lante. Van saliendo los recursos. Cada escuela es un motorcito de búsqueda”.
Este viernes 25 se hicieron
mesas de trabajo / Foto: Rafael Briceño/ Contrapunto
Sin dejar de atender las
contingencias –como bien lo aclaró el padre José Virtuoso, rector de la UCAB–
el encuentro de este viernes busca mantener un horizonte claro para las organizaciones
sociales afines al trabajo de la Iglesia católica.
25-05-18
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