Por Vanessa Davies
Para detener las sanciones el
Gobierno venezolano debe anular las elecciones del 20 de mayo y reconvocar un
nuevo proceso comicial con otras condiciones, afirma Simón Calzadilla, diputado
y secretario general del Movimiento Progresista de Venezuela
Ser economista en un país con
hiperinflación convierte a Simón Calzadilla, diputado y secretario general del
Movimiento Progresista de Venezuela (MPV), en un hombre permanentemente
estresado. Las elecciones presidenciales del domingo 20 de mayo no solo no
calmaron sus angustias: las aumentaron.
Calzadilla conversó con Contrapunto el
martes 22 de mayo, pocas horas después de los comicios, y advirtió que en
Venezuela todo va para peor.
—¿Cuáles son las perspectivas
económicas para el país ahora en este nuevo periodo presidencial?
—Todas las perspectivas
económicas empeoran, las expectativas que tenemos los venezolanos a futuro y
con certeza son que en un mes la situación va a estar mucho peor.
—¿Por qué va a estar peor?
—Porque hoy tenemos un
presidente más ilegítimo, más aislado, más cuestionado. La pregunta es: si no
ha podido en estos últimos años, ahora que está más débil y cuestionado, ahora
que comienzan las demandas y los embargos contra la República por las deudas no
canceladas, todo va a empeorar.
—¿Qué cree usted que va a
pasar en los próximos días?
—Que el problema inflacionario
y la devaluación se van a acentuar.
—¿Por qué?
—Porque el esquema y la forma
como está gobernando Nicolás Maduro no va a variar. Maduro va a seguir igual,
irrespetando la Constitución, violando la ley, permitiendo la corrupción,
teniendo a sus compañeros corruptos e ineficientes en las empresas del Estado.
Pdvsa va a continuar disminuyendo su producción, la ganadería sigue cayendo,
ahora a los ganaderos les roban descaradamente su producción; lo hacen
inclusive algunos sectores de las Fuerzas Armadas. La producción de pollo,
huevos, cerdo y las áreas cultivadas cayendo aceleradamente.
—¿No hay nada bueno ocurriendo
en la economía venezolana?
—No, todo lo contrario. Todo
está empeorando. El descontento es general. Los abogados que defienden a
funcionarios del área militar están denunciando detenciones de oficiales de
primera línea, tenientes coroneles. Jefes de comando y de batallón están siendo
arrestados, supuestamente y según lo que dicen el Gobierno y los propios
expedientes, por conspiración. Eso quiere decir que el descontento en las
Fuerzas Armadas es a todos los niveles, como está en los cuerpos policiales y
de seguridad del Estado.
Hacia la ingobernabilidad
—Pero este descontento no se
va a traducir en un cambio político o económico necesariamente.
—No. Se va a traducir en un
proceso de postración, de frustración, de colapso.
—Cuando habla de colapso, si
ya tenemos una situación difícil, ¿qué más podemos ver?
—La ingobernabilidad.
—¿Cómo se va a manifestar esa
ingobernabilidad?
—Eso nadie, a menos que sea
adivino, lo puede predecir, porque los mecanismos que se pueden predecir son
los que están en la Constitución, que tienen fechas, elecciones, revocatorios…
ese tipo de cosas el gobierno las ha desconocido. Entonces no tenemos rutas ni
legales, ni constitucionales. Así que lo que va a suceder será porque los
factores económicos políticos y sociales nos van a llevar a condiciones de
insostenibilidad. Eso ha sucedido en el pasado. En el caso venezolano tenemos
una crisis de carácter político-institucional. Tenemos una crisis social porque
cuatro millones o más de venezolanos han abandonado el país y tenemos una
terrible crisis económica con un profundo malestar en todos los órdenes. No hay
que ser muy estudioso de la historia para saber que esto va a terminar muy mal.
—¿Qué tanto van a pesar las
nuevas sanciones de Estados Unidos o de otros países que las puedan aprobar?
—Bueno, las sanciones de la
administración Trump están afectando a los funcionarios corruptos: los que
ellos señalan de estar incursos en presunto narcotráfico, en corrupción, en
desconocer la democracia, y les están prohibiendo a sus ciudadanos hacer
gestiones con el sistema público venezolano. Cada país es soberano para hacer
negocios con quien desee hacerlo, decidir con quién transar o no, a quién
comprar o no. Pero el problema que tiene Pdvsa ahorita no es por las sanciones
económicas; es porque tiene una deuda y una demanda de Conoco por una
expropiación del año 2007. Y van a venir más, porque tiene más de 8 mil
millones de dólares de deuda en intereses y capitales que no ha pagado, tanto
de los bonos de la República como de Pdvsa.
—¿No cree que estas nuevas
sanciones tengan una afectación real sobre la economía?
—Es posible que vayan a
afectar algunos flujos financieros de Pdvsa porque el problema es que el
Gobierno habla mal contra el imperio, pero le vende petróleo al imperio;
presuntamente tienen los reales de los testaferros en el imperio. Es un doble
discurso muy hipócrita. Ahora, sí, eso va a afectar. Pero, ¿no le dijeron al
presidente Nicolás Maduro que no hiciera ese proceso írrito, ilegal e
inconstitucional? ¿No le clamó toda la comunidad internacional que postergara,
que fuera a un proceso de diálogo real y concertara una nueva fecha con
garantías?
¿Quién es el culpable de las
sanciones?
—¿Cuál es la posición de la
oposición venezolana frente a esas sanciones: las avala, las aprueba, las pide?
—Nosotros no vamos ni a avalar
ni a rechazar. El responsable de esas sanciones es el Gobierno por violar la
Constitución, la democracia, la ley, todos los parámetros internacionales que
definen hoy lo que es una democracia. Estamos causando graves problemas a
nuestros países vecinos por el éxodo de venezolanos. Venezuela hoy no les sirve
ni a los venezolanos, ni a nadie.
—Ahora, ¿si esas sanciones se
recrudecen es porque la oposición ha pedido que eso ocurra o es por la
hiperinflación?
—No. Si se recrudecen es
porque el Gobierno sigue violando sistemáticamente la democracia. Quien pidió
que se adelantara el proceso electoral fue la oposición, y debió ser la
oposición la que dijera qué tanto se adelantaba, no el Gobierno. Lo que está
diciendo la comunidad internacional es: “No puedes hacer un proceso electoral
convocado solo por ti; para eso era el diálogo, para que fuese de mutuo acuerdo”.
Le recomendó que lo suspendiera, porque si no la situación de condena y rechazo
sería mayor. Ahora, ¿por qué la comunidad internacional está rechazando a este
gobierno? Porque no reconoce el proceso electoral del 6 de diciembre de 2015,
porque no reconoce los efectos de sus resultados…
—Pero, ¿no cree que se
impondrá el pragmatismo y lo aceptarán?
—Yo no sé lo que llamas
pragmatismo, pero lo que sí sé es que en el interés de la geopolítica mundial
hay muchos gobiernos a los que les está afectando negativamente el desastre de
Venezuela. Esa es la verdad. Las sanciones no son juego. Por primera vez en la
historia, desde que se fundó la Comunidad Económica Europea, que fue el
antecedente de lo que hoy es la Unión Europea, su posición es unánime para sancionar
a una nación. No solamente los 28 estados miembros, sino los 12 que están
solicitando ingresar. Son 40 naciones de Europa, eso no es cualquier tontería.
Igual pasa con países del mundo asiático, casi toda América. El 97% de los
países que producen el producto interno bruto están en contra de esto. La
situación de aislamiento es una condena a violaciones a la democracia y el
recrudecimiento de esa condena, y las acciones que de ella se derivan es porque
el Gobierno sigue intransigente aferrado al poder.
Anular el proceso
—¿De qué manera se podría
detener esta avalancha de sanciones o lo que pueda suceder con ellas?
—Muy sencillo, muy sencillito:
anulando el proceso electoral del domingo, iniciando un proceso de conversación
seria y estableciendo una nueva fecha que les dé garantías a todos los actores.
—¿Esa sería una forma de que
se paren las sanciones? ¿Sería automático?
—Pero, bueno, no es un
problema de anunciarlo, es hacerlo. El Departamento de Estado norteamericano,
cuando estábamos en pleno proceso de negociaciones en República Dominicana,
dijo oficialmente que si se lograba un acuerdo firmado por las partes ellos
iban a evaluar disminuir las sanciones. ¿Por qué las están recrudeciendo?
Porque el Gobierno hizo todo lo contrario: no respetó el diálogo, se burló de
ellos.
Seguir protestando
—Pero, ¿y la gente que votó
por Maduro o por otros?, ¿no es irreal desconocer a la gente que votó?
—Es tan irreal desconocer a la
gente que votó, como desconocer la utilización del carnet de la patria, que es
un mecanismo de subsidio del Estado venezolano con recursos de los venezolanos.
También los puntos rojos, la maquinaria de uno de los candidatos.
—¿Todos los que votaron por
Maduro votaron coaccionados por el carnet de la patria?
—Lo que yo vi es que todos los
chavistas tenían que pasar por el punto rojo y allí les exigían el carnet de la
patria. ¿Qué hace un comando de campaña exigiendo la presentación y la
codificación QR de un carnet de un subsidio gubernamental? ¿Qué hace un
candidato, que es a la vez presidente, diciendo en cadena nacional que había
que votar con el carnet de la patria? ¿En qué parte de la Ley Orgánica de
Procesos Electorales o de la Constitución dice que hay que votar con el carnet
de la patria?
—Pero hubo gente que votó por
candidatos opositores, no fue por el carnet de la patria. ¿No se está
desconociendo su voluntad?
—No, la está desconociendo el
propio candidato cuando dice que ese no fue un proceso electoral. ¿O no?
—Bueno, pero entonces estamos
atrapados sin salida. ¿No hay perspectivas en lo inmediato? Sigue la
hiperinflación y vienen más sanciones…
—No, es que la salida la
tenemos que producir los venezolanos. Nosotros tenemos que hacer lo que hemos
venido haciendo en los últimos cinco años: seguir luchando por nuestra democracia,
por nuestro país, por nuestro futuro, por nuestra dignidad, por nuestro
bienestar. Eso es lo que nos toca.
—Seguir luchando, ¿qué implica
en este momento?
—Luchar significa organizarse,
protestar.
—Pero la oposición no se ve
organizada en lo absoluto.
—Está organizándose. Ayer
(lunes 21 de mayo) dio una rueda de prensa. Pero lamentablemente a la oposición
los medios de cobertura nacional solo le dieron un minuto en el noticiero de la
noche, mientras que a Jorge Rodríguez le dieron hora y media. Ese es un
problema que tenemos. Pero ayer el Frente Amplio, constituido por tantos
sectores y por la Unidad, dio una rueda de prensa.
—¿Qué hacemos ante la
situación en este momento?
—Protestar, porque este
gobierno nos va a poner peor.
26-05-18
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