Por Claudio Nazoa
“El tamaño de tu éxito será
del tamaño de tu esfuerzo”.
Francisco de Miranda.
Arturo Michelena no pintó en
óleo un cuadro inspirado solo en la figura de Francisco Miranda. No. En la
enigmática pintura de Miranda en La Carraca, Michelena dibujó tristeza en
la mirada del prócer, soledad, injusticia, decepción y dejó un mensaje: no
debemos dejarnos vencer.
Francisco de Miranda, al
igual que Simón Bolívar, aun en la derrota física, siguen conquistando las
batallas que siempre ganan aquellos quienes creen en la democracia y que, con
esperanza y fe, sostienen la justicia entre sus manos. ¿Quién podría decir que
Jesucristo fracasó porque lo crucificaron? ¿Acaso Simón Bolívar también fracasó
porque lo enterraron con una camisa prestada en Santa Marta, Colombia? Y para
no desviarnos de nuestro personaje, ¿quién puede negar que don Francisco de
Miranda fue el más grande soñador de América a pesar de un infame final?
Nacer es una casualidad
misteriosa, y los logros que en un futuro conquistará un recién nacido lo son
más aún. Entre los siglos XVII y XIX, en Venezuela, nacieron unos bebés cuyos
nombres fueron: Simón Bolívar, Andrés Bello, Simón Rodríguez, Francisco de
Miranda y Antonio José de Sucre. Las palabras son insuficientes para explicar
la obra de estos venezolanos quienes, años atrás, caminaron por estos espacios
por los que usted y yo hoy transitamos, por una Venezuela que no debemos dejar
morir aunque parezca desahuciada.
Francisco de Miranda estuvo
preso en La Guaira y finalmente falleció en la prisión de la Carraca, en Cádiz,
España. Sin embargo, su espíritu sigue vivo gracias a sus ideas universales, al
talento de artistas como Arturo Michelena y a los venezolanos de a pie que lo
recordamos y admiramos.
Cuando sintamos que vamos a
perder la fe, a entregarnos a la tristeza por la derrota, recordemos que
Venezuela ha sido cuna de luchadores tenaces como Francisco de Miranda, el
primer venezolano universal.
La tumba de Miranda sigue
abierta en el Panteón Nacional, esperándolo. Ojalá y nunca lo entierren e
ilumine a los venezolanos que tienen proyectos e ideas para recuperar la
democracia, rescatar a la familia y ser otra vez venezolanos con esperanzas,
alegrías y derechos.
Generalísimo Francisco de
Miranda, aún creemos en usted. Esperamos que nos traiga el tricolor con las
siete estrellas de la bandera libertaria. Hoy, la necesitamos más que nunca.
Esta vez, prometemos que no le haremos bochinche y que lo trataremos mejor.
28-05-18
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