LUCÍA ABELLÁN 28 de mayo de 2018
La
Unión Europea se dispone a actuar “rápidamente” para imponer más sanciones a
Venezuela tras las elecciones sin garantías que se celebraron el pasado 20 de
mayo. Los ministros de Exteriores de los 28 países comunitarios han adoptado la
decisión este lunes como respuesta a la “falta de credibilidad” de la consulta,
que registró una abstención récord y se celebró en ausencia del grueso de la
oposición.
Con
ese mandato político de añadir nuevas medidas restrictivas “que no dañen a la
población de Venezuela”, según el texto aprobado por los ministros en el
Consejo de Exteriores, los expertos de la UE evaluarán ahora los nuevos nombres
que van a añadir a la lista de personas a las que se prohíbe la entrada en
territorio comunitario y cuyos bienes quedan embargados. "Vamos a poner en
marcha los procedimientos para ampliar el círculo de personas afectadas por las
medidas restrictivas", ha asegurado el ministro español, Alfonso Dastis, a
su llegada a la reunión que se celebra en Bruselas.
Europa
aplica sanciones a Venezuela desde noviembre de 2017. Tras varias alertas sobre
el deterioro político y económico en el país latinoamericano, los 28 países
miembros acordaron por unanimidad un embargo de armas. En enero, aprobaron por
primera vez sanciones individuales contra siete altos cargos del Gobierno de
Maduro, entre ellos el número dos del régimen, Diosdado Cabello. Todos ellos
tienen prohibida la entrada en la UE y confiscados los posibles bienes que
guarden en territorio comunitario.
La
decisión de este lunes supone dar un respaldo político a la ampliación de esa
lista, que incluirá a altos cargos considerados responsables del retroceso
político y económico que experimenta el país sudamericano. Las medidas
restrictivas deberán quedar definitivamente aprobadas en el próximo Consejo de
Exteriores, a finales de junio.
Con
las trabas a los líderes opositores y la “falta de respeto a los mínimos
estándares democráticos”, la UE considera que las elecciones venezolanas no
fueron “ni libres ni justas”. En esa lógica, el bloque comunitario subraya “la
necesidad de elecciones libres y transparentes que respeten las reglas
constitucionales de Venezuela”. La abstención llegó al 68% de los electores, según
estimaciones oficiosas. El recuento oficial la situó en el 54%.
Castigo de baja intensidad
Pese a
rechazar la deriva de Maduro, Europa recela de ensayar cualquier estrategia que
pueda dañar económicamente a una población ya muy castigada por la involución
del país. "Por eso no adoptamos ninguna medida relacionada con el sector
petrolero", argumenta un alto cargo del servicio diplomático europeo.
Estados Unidos sí decidió restringir la compra de deuda venezolana por parte de
los ciudadanos estadounidenses como respuesta al fraude electoral.
Bruselas
ha querido aguardar hasta la celebración de los comicios para ejercer más
presión en el régimen venezolano a través de las sanciones. Aunque el
Parlamento Europeo pidió en febrero ir más allá en este castigo diplomático,
visto el deterioro de la situación política en Venezuela, Mogherini quiso
agotar el diálogo con las fuerzas de Gobierno y de oposición en el país.
La
alta representante se entrevistó a principios de abril con el ministro de
Exteriores venezolano, Jorge Arreaza, a quien explicó que la Unión Europea no
participaría como observador electoral en Venezuela porque el proceso carecía
de las garantías necesarias. Más tarde, recibió al presidente de la Asamblea
Nacional, Omar Barboza —institución parlamentaria orillada por el régimen al
crear el verano pasado la llamada Asamblea Constituyente—, y con representantes
de los cuatro principales partidos de la oposición.
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