Julio César Arreaza B 11 de junio de 2018
Observamos
como un hecho positivo la reactualización de la Doctrina Betancourt en el seno
del organismo internacional más importante del continente. Están dispuestos a
aislar y desconocer a los regímenes forajidos que infectan con males purulentos
los países y al vecindario, coartan la libertad, reprimen a la población, la
controlan social y políticamente a costa del hambre, y sirven de guarida a
organizaciones del crimen organizado y a los delincuentes parias.
La OEA
dijo basta y desconoció la farsa electoral del 20-5. Si para algo ésta sirvió
fue para catapultar el rechazo a Maduro, fue contundente el sonoro silencio y
soledad que rodea al sátrapa por parte de una ciudadanía que le fue arrancada
su derecho soberano a la alternabilidad que prescribe la Constitución. Los
voceros del régimen agotaron el discurso del farsante mayor que alguna vez
aplaudió la izquierda caviar. Pero hoy ese discurso simplón y de factura cubana
es repelido por la realidad, los chapuceros lanzan bombita y los cancilleres
democráticos del continente le dan con todo y desnudan la estulticia. Cada día
se hace más eficaz el cerco profiláctico.
El
difunto acabó con la institución de las fuerzas armadas y corrompió a sus altos
mandos hasta los tuétanos, humilló a los militares imponiéndoles el control
directo de los Castro, conducta jamás vista y contrasta con la digna actuación
al respeto de los 40 años de la era democrática. Pero tanto da el cántaro a la
fuente hasta que se rompe. El estado policial abusa con los militares
institucionales y los mete preso y los investiga de la peor manera. Se están
casando de tanta represalia injusta. Esto lo observa todos los componentes y
llegan a la conclusión que así paga el diablo. Este dominio férreo y brutal del
régimen ha comenzado cada día a resquebrajarse. Ellos ven como todo el país el
colapso de la salud, de 17 centros de radioterapia que inauguró el difunto
eterno, ninguno está en servicio. Ningún niño de la patria tiene completas las
14 vacunas que requieren. De crisis humanitaria pasamos a catástrofe
humanitaria El polio erradicado resurge en el Delta y se hace presente la sarna
por falta de jabón y agua.
Comienzan
a procesarse los delitos de lesa humanidad con expedientes bien estructurados,
sobran los casos y crímenes que implican violación a los derechos humanos. La
Justicia tarda pero llega. La hegemonía dominante está fracturándose, son
varios los impactos a su centro de flotación, a saber: el histórico plebiscito
del 16-7, y los rompimientos sucesivos del orden constitucional por parte del
TSJ del moreno Maikel, la farsa de la elección de la ANC cubana y la farsa
electoral que dejó a Maduro desnudo y con la brocha en la mano. Es tiempo para
la transición y una elecciones limpias.
¡Libertad
para los presos políticos y regreso de los exiliados!
Julio
César Arreaza B.
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