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lunes, 18 de junio de 2018

Mapeando la oposición, por @Ismael_Perez




Ismael Pérez Vigil 17 de junio de 2018
@Ismael_Perez

No se ve es tarea fácil el tema de la unidad en la muy amplia, diversa y dispersa acera de la oposición. En todo caso, por lo pronto, lo primero es entender y analizar las diversas posiciones y opciones.

Sin atender a filosofías e ideologías, en 2017 con relación a los procesos electorales, nos dividíamos básicamente en tres grupos: MUD (participantes, que creíamos en la salida democrática, electoral), los abstencionistas y los disidentes del chavismo. Para el 20M se mantuvo más o menos esta división, pero con algunos cambios de “signo”, la MUD y disidentes del chavismo se conformaron en el Frente Amplio Venezuela Libre y llamaron a no participar en el proceso electoral, cosa que si hizo un grupo disidente de la oposición, encabezado por Henry Falcon, su partido, el MAS y un tercio de Copei, entre otros, que llamaron a participar y votar el 20M.

Tras el resultado del 20M, se consolidan estas posiciones eminentemente pragmáticas y electorales. Sin que sepamos aún muy claramente que más hay como estrategia fundamental, aparte de estar a favor o en contra de lo electoral, detrás de cada opción se ha armado el entramado opositor y demócrata del país, el cual pretendemos analizar, comenzando por el grupo más numeroso: la MUD y el Frente amplio.

En torno a la MUD y el llamado Frente Amplio se congregan los No Participacionistas del 20M; compuesto por unas 20 organizaciones en donde destacan: Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular, Un Nuevo Tiempo y La Causa R; es de destacar que en este sector hay un importante grupo de “no participacionistas descontentos”, precisamente por haber asumido la posición de no participar en el pasado proceso y que se mantienen muy críticos frente a cualquier opción que plantee este Frente. Hasta el momento, son varias las posiciones sobre estrategia, diferente a lo meramente electoral, que se han asomado en este sector; resumamos algunas.

Si damos por buenas las palabras de Angel Oropeza, Coordinador Político de la llamada MUD, la estrategia de este sector estaría conformada por estos cinco elementos:

1. Promover la presión social democrática, pacífica y articulada a escala nacional 2. Acrecentar la presión externa, mediante la estimulación de la solidaridad internacional.

3. Reforzar el trabajo institucional de la Asamblea Nacional.

4. Acentuar la organización y el trabajo de docencia política entre la población

5. Estimular desde la lucha cívica el quiebre de la coalición gobernante.

Algunos sectores de la sociedad civil, cercanos a esta opción, como el grupo La Colina, han planteado también algunas opciones de estrategia:

1. Reunificar y ampliar hasta lo posible la alternativa democrática, en torno a un proyecto común de rescate institucional y de reconstrucción nacional,

2. Generar esperanza a millones de venezolanos que hoy padecen una calamidad pública,

3. Seguir exigiendo elecciones libres y democráticas,

4. Seleccionar un líder-vocero del gran acuerdo nacional democrático.

5. Definir una ruta de luchas enfocadas en los graves problemas de la gente,

Como se puede ver, fraseando de manera diferente, algunas de las estrategias planteadas por el Grupo La Colina, son similares a las que plantea Oropeza, de la MUD.

Tampoco podemos dejar de mencionar otras alternativas de estrategia planteadas al Frente Amplio; por ejemplo, las realizadas en el evento del Aula Magna el pasado 31 de mayo, Renace la Esperanza, y que se resumen en la posición expresada por el Padre Luis Ugalde:

1. Restablecer la Constitución: eliminar la ANC, cambiar el CNE, liberar a presos políticos y exiliados, restituir a los partidos, tarjetas opositoras y candidatos presidenciales inhabilitados, y establecer las condiciones electorales básicas que diferencian en el mundo entero una votación dictatorial de una elección democrática, libre, justa y transparente.

2. Buscar “Una Gran Unidad Superior”, donde converjan cuatro factores claves:

* El profundo malestar del pueblo que se manifestó el 20M.

* Los países e instituciones democráticas del mundo que no reconocen la farsa del 20M y exigen la elección verdadera para el cambio.

* Un renacido liderazgo nacional y local en todos los sectores e instituciones: trabajadores, vecinos, empresarios, educadores y universidades, academias, partidos políticos, comunidades espirituales, organizaciones de la sociedad civil, etc.

* La Fuerza Armada, que está obligada a restablecer la Constitución y evitar que se perpetúe la miseria.

La incógnita es: lo hasta ahora enunciado como “posición” o “estrategia”, ¿Cubre las expectativas del 70% del país que se ha manifestado contrario a la actual dictadura? ¿Es suficiente con formulaciones generales de propósitos e intenciones? o ¿Lo que la población opositora espera ─y el país en general exige─ es lo que hoy llaman una “hoja de ruta”, con acciones concretas y propuestas más “programáticas”?

En la próxima entrega evaluaremos la posición de los abstencionistas y abstencionarios ─como a ellos les gusta llamarse─ y la de los seguidores de Henri Falcón, hoy agrupados bajo una “nueva oposición”, para completar el variopinto panorama de la fragmentada oposición ─celebrada desde el régimen─ y sobre la cual se debe construir una unidad con fortalezas que nos permitan salir de esta oprobiosa dictadura. Reitero, ¡No es una tarea fácil, pero no debemos hacerla más difícil!

Ismael Pérez Vigil
@Ismael_Perez

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