Ismael Pérez Vigil 17 de junio de 2018
@Ismael_Perez
No se
ve es tarea fácil el tema de la unidad en la muy amplia, diversa y dispersa
acera de la oposición. En todo caso, por lo pronto, lo primero es entender y
analizar las diversas posiciones y opciones.
Sin
atender a filosofías e ideologías, en 2017 con relación a los procesos
electorales, nos dividíamos básicamente en tres grupos: MUD (participantes, que
creíamos en la salida democrática, electoral), los abstencionistas y los
disidentes del chavismo. Para el 20M se mantuvo más o menos esta división, pero
con algunos cambios de “signo”, la MUD y disidentes del chavismo se conformaron
en el Frente Amplio Venezuela Libre y llamaron a no participar en el proceso
electoral, cosa que si hizo un grupo disidente de la oposición, encabezado por
Henry Falcon, su partido, el MAS y un tercio de Copei, entre otros, que
llamaron a participar y votar el 20M.
Tras
el resultado del 20M, se consolidan estas posiciones eminentemente pragmáticas
y electorales. Sin que sepamos aún muy claramente que más hay como estrategia
fundamental, aparte de estar a favor o en contra de lo electoral, detrás de
cada opción se ha armado el entramado opositor y demócrata del país, el cual
pretendemos analizar, comenzando por el grupo más numeroso: la MUD y el Frente
amplio.
En
torno a la MUD y el llamado Frente Amplio se congregan los No
Participacionistas del 20M; compuesto por unas 20 organizaciones en donde
destacan: Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular, Un Nuevo
Tiempo y La Causa R; es de destacar que en este sector hay un importante grupo
de “no participacionistas descontentos”, precisamente por haber asumido la
posición de no participar en el pasado proceso y que se mantienen muy críticos
frente a cualquier opción que plantee este Frente. Hasta el momento, son varias
las posiciones sobre estrategia, diferente a lo meramente electoral, que se han
asomado en este sector; resumamos algunas.
Si
damos por buenas las palabras de Angel Oropeza, Coordinador Político de la
llamada MUD, la estrategia de este sector estaría conformada por estos cinco
elementos:
1. Promover la presión social democrática,
pacífica y articulada a escala nacional 2. Acrecentar la presión externa,
mediante la estimulación de la solidaridad internacional.
3. Reforzar el trabajo institucional de la
Asamblea Nacional.
4. Acentuar la organización y el trabajo de
docencia política entre la población
5. Estimular desde la lucha cívica el quiebre
de la coalición gobernante.
Algunos
sectores de la sociedad civil, cercanos a esta opción, como el grupo La Colina,
han planteado también algunas opciones de estrategia:
1. Reunificar y ampliar hasta lo posible la
alternativa democrática, en torno a un proyecto común de rescate institucional
y de reconstrucción nacional,
2. Generar esperanza a millones de venezolanos
que hoy padecen una calamidad pública,
3. Seguir exigiendo elecciones libres y
democráticas,
4. Seleccionar un líder-vocero del gran acuerdo
nacional democrático.
5. Definir una ruta de luchas enfocadas en los
graves problemas de la gente,
Como
se puede ver, fraseando de manera diferente, algunas de las estrategias
planteadas por el Grupo La Colina, son similares a las que plantea Oropeza, de
la MUD.
Tampoco
podemos dejar de mencionar otras alternativas de estrategia planteadas al
Frente Amplio; por ejemplo, las realizadas en el evento del Aula Magna el
pasado 31 de mayo, Renace la Esperanza, y que se resumen en la posición
expresada por el Padre Luis Ugalde:
1. Restablecer la Constitución: eliminar la
ANC, cambiar el CNE, liberar a presos políticos y exiliados, restituir a los
partidos, tarjetas opositoras y candidatos presidenciales inhabilitados, y
establecer las condiciones electorales básicas que diferencian en el mundo
entero una votación dictatorial de una elección democrática, libre, justa y
transparente.
2. Buscar “Una Gran Unidad Superior”, donde
converjan cuatro factores claves:
* El profundo malestar del pueblo que se
manifestó el 20M.
* Los países e instituciones democráticas del
mundo que no reconocen la farsa del 20M y exigen la elección verdadera para el
cambio.
* Un renacido liderazgo nacional y local en
todos los sectores e instituciones: trabajadores, vecinos, empresarios,
educadores y universidades, academias, partidos políticos, comunidades
espirituales, organizaciones de la sociedad civil, etc.
* La Fuerza Armada, que está obligada a
restablecer la Constitución y evitar que se perpetúe la miseria.
La
incógnita es: lo hasta ahora enunciado como “posición” o “estrategia”, ¿Cubre
las expectativas del 70% del país que se ha manifestado contrario a la actual
dictadura? ¿Es suficiente con formulaciones generales de propósitos e
intenciones? o ¿Lo que la población opositora espera ─y el país en general
exige─ es lo que hoy llaman una “hoja de ruta”, con acciones concretas y
propuestas más “programáticas”?
En la
próxima entrega evaluaremos la posición de los abstencionistas y
abstencionarios ─como a ellos les gusta llamarse─ y la de los seguidores de
Henri Falcón, hoy agrupados bajo una “nueva oposición”, para completar el
variopinto panorama de la fragmentada oposición ─celebrada desde el régimen─ y
sobre la cual se debe construir una unidad con fortalezas que nos permitan
salir de esta oprobiosa dictadura. Reitero, ¡No es una tarea fácil, pero no
debemos hacerla más difícil!
Ismael
Pérez Vigil
@Ismael_Perez
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