Por Andrea Tosta
Andrés Velásquez tiene los
días contados desde que propuso a los venezolanos asumir un paro nacional como
medida de presión. Hace un mes, el dirigente del partido La Causa R sugirió la
medida para determinar su viabilidad y su pertinencia, según explica. Cuenta
a El Pitazo que inició un recorrido nacional donde constató en
reuniones y consultas la aceptación de bajar las santamarías por un lapso
determinado. “El ciudadano de a pie dice que aquí no hay absolutamente nada por
perder, sino todo por ganar, con una acción como esta. Eso ha caído bien”,
atestigua.
Pese a que encontró cabida en
sectores populares, el llamado a un paro no caló dentro de la Mesa de la Unidad
Democrática (MUD). El 30 de mayo, su organización y Movimiento Progresista de
Venezuela entraron en la junta de conducción que vino con la tercera
reestructuración de la coalición electoral. Acción Democrática abandonó la
plataforma cinco semanas después, con el alegato de respuestas inoportunas de
la agrupación. Es un reclamo que también resuena en el sindicalista,
especialmente en referencia a su principal propuesta.
“La MUD no se pone a tono con
lo que la gente está viviendo o con la realidad del país. Allí, el avance en la
discusión sobre el paro ha sido más lento”, confiesa. Quien compitió en los
últimos comicios regionales con la tarjeta de la MUD celebra que la decisión se
tome en conjunto con la sociedad civil y el Frente Amplio Venezuela Libre y que
no emane de un solo partido o individuo, incluso desde la misma Mesa de la
Unidad. Estima que para la próxima semana podrá anunciar una fecha.
En principio, Velásquez espera
una unificación de lucha política que tenga “contenido de repudio” frente a lo
que cataloga como una “catástrofe” en materia económica. “Estamos en una
situación que pasó de urgencia a emergencia”, asegura. El Fondo Monetario
Internacional pronosticó que Venezuela cerraría 2018 con 1.000.000% de
inflación anual, lo que coloca al país caribeño en paralelo con Zimbabue a
finales de 2000.
Además, la ciudadanía
atisbaría una agenda y una dirigencia opositora que la promueva, de acuerdo con
los cálculos del excandidato presidencial. “De eso adolecemos en este momento
como oposición. El paro clarifica una dirección política para dar una pelea”,
dice. Que la sociedad recobre la confianza en la oposición, al igual que en sí
misma, es el valor agregado, pues “tenemos una población que viene
desmoralizada de las luchas del año pasado y que necesita de nuevo confiar en
su fuerza para retomar los niveles de lucha que queremos que se retomen”.
También el año pasado vimos
convocatorias a un paro que se duró 48 horas. La oposición no obtuvo el
resultado que esperaba: generar algún tipo de quiebre en el Gobierno; más bien,
vimos mucha más indiferencia gubernamental. ¿Qué se puede esperar de un llamado
a paro nacional en esta situación, en la que el gobierno parece importarle cada
vez menos que la sociedad se paralice de facto?
–Yo no tengo duda de que este
paro es distinto, porque las condiciones son distintas. El paro ahorita es un
deseo nacional, casi que un acto reivindicativo de protesta frente a un
gobierno que no encuentra qué hacer con esto y cuyas perspectivas, en materia
de alto costo de la vida, lo que nos depara es el infierno, son el apocalipsis
total.
¿Cómo respondes a eso? ¿Te
quedas de brazos cruzados? ¿Invitas al gobierno a una mesa de diálogo? Porque
si queremos “de verdad verdad” encontrar soluciones, en una salida negociada o
como sea, no va a caer del cielo. La salida tiene que ser presionada. La
comunidad internacional te va a seguir brindando apoyo en tanto que se muestre
presión interna, porque la agudización de la crisis la tenemos, solo que
parecemos zombies: andamos por la calle desesperanzados y sin aliento de
pelea.
Lo que quiero es lograr
reanimar a la población, lograr de nuevo moralizarla, movilizarla y que demos
la pelea. Es lo único que te puede permitir obligarlos a sentarse, a tomar
decisiones, ponerle freno o buscar soluciones al tema económico. Aunque creo
que ya aquí no vale ningún tipo de sugerencias, recomendaciones, porque este es
un gobierno que, para comenzar, no cree que la hiperinflación existe, sino que
hay una guerra económica que te está trampeando y que no es por culpa de ellos.
.
–Habla de reanimar a la
población, justamente cuando desde el año pasado la Mesa de la Unidad ha
mostrado una caída estrepitosa en su popularidad.
–La Mesa casi que no existe.
.
–Aunque hace semanas, La Causa
R integró la junta de conducción de la Mesa y forma parte del G5, ahora sin
Acción Democrática. Considerando esta baja popularidad y los paros que se están
dando de forma espontánea, ¿han considerado desde la MUD que quizá la población
pueda no acatar completamente el llamado a paro nacional?
–No, porque esto no está
siendo hecho por la Mesa de la Unidad. La Mesa de la Unidad es lo que menos
credibilidad tiene en Venezuela. Ha cumplido ciclos electorales muy exitosos,
pero ya ni siquiera eso es, porque ni siquiera defendió la tarjeta única, que
era la cosa que nos unificaba desde el punto de vista electoral. La alianza ha
sido electoral, más que para la pelea. No ha sido conductora. Es más, me atrevo
a hacer esta afirmación: Maduro ha surfeado todo esto, y seguirá surfeando esta
crisis y ganando tiempo, por lo errática y la falta de consistencia y de
firmeza de la propia oposición. Por sus propios errores. Entonces, esto no lo
va a convocar la Mesa de la Unidad.
.
–¿Cómo se recibió la propuesta
de paro nacional en la Mesa de la Unidad, después de que La Causa R llegara a
la junta de conducción, con usted como el principal impulsor?
–Es extraño que la dirigencia
política ande siempre con la chispa atrasada. No se pone a tono con lo que la
gente está viviendo o con la realidad del país. Allí, el avance en la discusión
ha sido más lento. Hoy, gracias a Dios, nos alegra y lo consideramos altamente
positivo, que el Frente Amplio Venezuela Libre en conjunto con la Unidad
asumiera la discusión. Se está realizando una consulta a nivel nacional. Se
abrió una página concreta para que se envíen todas las consultas allí, con las
opiniones de la población. Se está dando un debate: el martes pasado, en la
reunión normal del secretariado del Frente, fue el único punto. Ha ido
avanzando y se van estableciendo criterios. Eso concluye esta semana y
estimamos que para la próxima semana tengamos incluso una fecha para poder
anunciar al país de cuándo vamos a concretar esta acción. Es un paro con
tiempo determinado, una primera acción de un conjunto, que tendrá que ser
replicada posteriormente.
Como lo concebimos
inicialmente, es un paro de calles vacías, como ocurrió el 20 de mayo que se
dejaron las calles y los centros electorales vacíos. Aquí vamos a dejar las
calles vacías, los centros comerciales, el comercio, los bancos, todo. Luego
iremos a paros con movilización, hasta llegar a la posibilidad de convocar a la
gran huelga nacional indefinida, eso sería el tope de todo este inicio.
Ya el tema de la convocatoria
a paro y su realización ya no depende ni siquiera de que un partido en
particular quiera o no; sino que es una situación que se está dando casi que
natural y de corazón en la población. Hay una conflictividad natural en reclamo
de reivindicaciones de salarios y condiciones de trabajo. Se están dando en
distintos sectores de forma aislada, pero el paro vendría a ser como el
unificador de todo eso.
.
–¿Se consideró la medida en la
Mesa? Entiendo que se estuvo debatiendo.
–No, no. La Mesa ni siquiera
ha considerado eso. La Mesa tiene tiempo que no se reúne. Tiempo, tiempo. Mucho
tiempo. Por eso te digo que la Mesa casi que está extinta. Eso no quiere decir
que no tengamos que hacer un esfuerzo en unificarnos. Esto también va a servir
para que se unifiquen los que quieren de verdad resolver esto de una vez, de
raíz, y no los que quieren dormir con Maduro.
.
–La semana pasada se reunieron
varios dirigentes opositores para discutir un plan de acción conjunto, en la
que estuvo también Henri Falcón. ¿Sabe si en algún momento esta acción de calle
se discutió o se planteó?
–De acuerdo con lo revelado
por el propio Henri Falcón, porque se supone que eso era una reunión privada,
hablaron de unas ridículas elecciones de concejales y que él ponía a la orden
su tarjeta para aquellos que no la tuvieran. La movilización, la lucha, eso no
existe para ellos. Ellos creen que Maduro, de buena gente, va a ser iluminado,
no sé, y los va a convocar a conversar y Maduro les va a decir que van a ir a
un nuevo proceso presidencial por su cuenta, y que él va a nombrar un nuevo
CNE, reconocer la Asamblea Nacional, acabar con la ANC, nombrar a un nuevo TSJ,
porque Maduro es bueno.
Eso para mí, no existe, de
manera que aquí no nos podemos chupar el dedo. Esto hay que hablarlo con
claridad a la población. La salida puede ser negociada, pero para llegar a esa
salida tienes que presionar. Eso no cae del cielo. Eso es lo que nosotros
tratamos de hacer ver a quienes creen que participando en una eleccioncita de
concejales va a bajar la inflación, vamos a recuperar a PDVSA, Maduro va a
dejar de seguir violando los Derechos Humanos, dejar de cometer abusos de poder
y frenar la corrupción. Eso no existe. Las dictaduras no se derrotan
pasivamente, se derrotan con pueblos movilizados.
Hay quienes alegan que una
salida del gobierno de turno podría simplemente no ser electoral. ¿Es usted uno
de ellos?
–Al final de cuentas, gobierno
de transición, junta patriótica, renuncia o dimisión de Maduro, convocatorias a
nuevos procesos electorales, todo va a depender de lo que seamos capaces de
presionar. Constitucional y democráticamente, para que eso ocurra, tenemos que
presionar. Eso no te coloca en el dilema de si es o no electoral. Salido
Maduro, te tienes que proponer la convocatoria de un proceso electoral en un
tiempo perentorio. Tiene que darse en unas condiciones distintas a lo que hoy
tenemos, es decir, con Nicolás Maduro fuera del poder. Yo no veo que Maduro,
después de lo que hemos pasado, donde han sido capaces de asesinar a tanta
gente, de cometer tanto abuso, de violar tantos Derechos Humanos, de la noche a
la mañana cambie y te ofrezca todo eso.
Es un irresponsable aquel
opositor político que plantee las cosas en esos términos. El planteamiento y el
llamado tiene que ser a organizarnos, a unificarnos y a luchar, con la idea de
fortalecer la presión internacional, de establecer un gobierno de transición y
un tiempo determinado para convocar a nuevos procesos electorales en otras
condiciones. También de tomar algunas medidas correctivas en materia económica
que nos coloquen en el camino de ponerle fin a esta hiperinflación. Ellos no lo
van a hacer porque se trata de un modelo, y ese modelo no lo van a cambiar.
.
–Hablamos de que estamos en
unas condiciones políticas, económicas y sociales distintas a las del año
pasado. En este escenario, ¿considera que la dirigencia opositora, sea o no la
MUD, esté a la altura de lo que está sucediendo en la calle y de conducir a la
ciudadanía a una transición gubernamental?
–Yo creo que ese es el
desafío, el reto y la responsabilidad. Yo llego incluso a más: es la obligación
que tiene una dirigencia política que hasta ahora no ha dado pie con bola.
.
–Hasta ahora, está
fragmentada.
–No se unifica. Ha sido
errática. Los avances que hemos tenido, como la conquista de la Asamblea
Nacional, tan contundente, se desaprovecharon. El reto que tiene la oposición
democrática es ese. Y si en algo puedo contribuir es, primero, planteando que
dejen la aspiración presidencial a un lado en este instante. Creo que ese
síndrome, en buena parte, incide en los cálculos que unos y otros hacen. Vamos
a pensar en la solución que debemos dar ahora a Venezuela. Segundo, unifiquémonos
los que de verdad queremos luchar por salir de esto y no por cohabitar.
.
–¿Con quién estaría dispuesto
a unificar fuerzas?
–Fuerzas sociales, en primer
lugar. La sociedad civil. Allí está María Corina (Machado), que la acusan de
extremista, pero lo que ha sido es coherente con su planteamiento, lineal. Con
Voluntad Popular, con Primero Justicia, con Movimiento Progresista de
Venezuela, con Alianza Bravo Pueblo, que dirige Antonio Ledezma. Hay líderes
nacionales, como Alfredo Ramos en Lara, que no es porque sea de mi partido,
pero es un líder. Y así como Alfredo, hay liderazgos en todos lados. El caso de
Miguel Ángel Rodríguez en el Táchira, por citar alguno. Hay liderazgos
naturales en las regiones con los cuales debemos encontrarnos y para construir
una dirección política que efectivamente nos lleve a puertos. Al final, creo
que se tiene que convocar a todo el país para levantar a Venezuela, incluidos
esos sectores chavistas que se llaman críticos y disidentes. Venezuela nos va a
necesitar a todos.
.
–¿Hay esfuerzos para unificar
estas fuerzas políticas de las que habla?
–Sí hay voluntad.
.
–Porque María Corina Machado y
algunos partidos de la MUD parecen irreconciliables. ¿Se ha llegado a algún
tipo de acuerdos mínimos?
–Yo creo eso va a ser una
necesidad.
29-07-18
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico