Julio César Arreaza B. 22 de julio de 2018
Los
venezolanos genuinos de formación y accionar republicanos de esta hora sentimos
orgullo de provenir de dos fechas preclaras en el acontecer histórico: el 19 de
abril y el 5 de julio; y somos conscientes que nos ha tocado en estos últimos
20 años enfrentarnos a la ignominia, mentiras y putrefacta corrupción alojados
en el poder usurpado, y siendo consecuentes con nuestras convicciones
democráticas hemos combatido al narco régimen.
Nadie
ha dicho que es fácil el duro combate contra el mal, pero en lo hondo de
nuestro ser flamea la llama viva de la esperanza de que el bien vencerá al mal,
y con fe en Dios y en la justicia de nuestra lucha sabemos que está cerca el
final del régimen autoritario que tiene pasando hambre intencionalmente al
pueblo para controlarlo y mantenerse vilmente en el poder.
Los
que hemos participado en política animados por ideales de justicia y libertad,
comprobamos con el paso de los años que estos ideales se mantienen firmes e
incólumes y no mellan, y renovamos el compromiso de recuperar la democracia
bajo un clima de entendimiento nacional soportado en valores y principios que
afirman la dignidad de la persona humana. Construiremos juntos el futuro a que
nos convoca nuestro destino histórico de pueblo valeroso, libre y noble.
Hoy el
soberano de a pie lucha en medio de enormes dificultades para recuperar el
poder originario usurpado por el mal. El norte que nos guía es el respeto de
todos los derechos humanos fundamentales y el fiel cumplimiento de la
Constitución y las leyes, el Estado de Derecho y la independencia de los
poderes. La reforma del Estado volcada hacia la descentralización,
regionalización y municipalización del poder público y la subsidiaridad, que
significa que la sociedad actúe primeramente mediante el ejercicio de sus
capacidades evitando la intervención estatal. Restablecer la FA como
institución al servicio de la nación y nunca más de una satrapía. Promover la
elevación moral y espiritual de los venezolanos, retomando la educación moral y
cívica, y abrir espacio a la educación religiosa. Erradicar la corrupción como
parte integrante de la vida pública.
A un
año del mandato popular ciudadano del 16-7, reconocido como un hito singular en
el mundo democrático, estamos conscientes que hay que darle fiel cumplimiento a
lo dispuesto por la soberanía popular: desconocimiento de la espuria ANC
fraudulenta que impuso el régimen contraviniendo la Constitución; el
acoplamiento de la FA a la defensa del orden constitucional; completar la AN la
renovación conforme a los procedimientos de ley, de los poderes públicos; la
constitución de un gobierno de unidad nacional para restablecer el orden
constitucional mediante la convocatoria a elecciones libres y transparentes.
¡Libertad
para los presos políticos y regreso e los exiliados!
Julio
César Arreaza B.
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