Laureano Márquez 21 de julio de 2018
Una
junta de generales se reúne de urgencia, luego de encargar al secretario del
Estado Mayor dos bolsas de hielo por que la cosa va para largo, se sientan
frente a un mapa de Colombia a diseñar la estrategia para invadir y -de ser
posible- conquistar al vecino país. La reunión es ultrasupersecreta. Se exige a
los asistentes que apaguen sus celulares. Todos escriben mensajes a sus esposas
más o menos en el mismo tenor: “Mi vida, entrando a una reunión secreta para
invadir Colombia, luego te cuento”
Uno de
los generales asistentes, inicia una presentación PowerPoint:
–
Señores, oido al tambor. Nuestro plan ha sido meticulosamente diseñado, pongan
atención todos los componentes:
mientras
nuestras fragatas salen desde el Zulia por el Golfo de Coquivacoa para tomar la
ciudad de Cartagena, (señala con puntero laser en la pantalla a Cartagena en un
mapa, haciendo circulitos luminosos en torno a ella) controlando así la salida
de Colombia hacia el Caribe, los aviones Sukhoi Su 30 despegan de la Base Aérea
Libertador en Palo Negro…
– Mi
general no meta al Negro del WhatsApp en este lío- interrumpe el jodedor del
grupo. (todos estallan en carcajadas).
–
Vamos a enseriarnos, camaradas, que esta vez sí va en serio -dice con
severidad, mientras unos mesoneros entran con algunas bandejas de tequeños
recién fritos que distraen la atención de los hombres de armas con urgencias
menos bélicas) – ….Bien, prosigo -dijo el presentador a la vez que soplaba el
humeante tequeño-… los aviones de palo Negro salen rumbo al Aeropuerto
Internacional de la Chinita en Maracaibo…aquí esperarán instrucciones para
proceder al bombardeo de los cinco puentes que cruzan el Magdalena, a objeto de
dar un severo golpe a las comunicaciones fluviales del hermano país.
Por su
parte el Ejército de tierra, apostado en el Estado Apure, cruzará la frontera
aquí (señala el mapa) para invadir los llanos colombianos, invadiendo toda la
región de Orinoquia, tomando así el control ganadero del país. Luego viene la
parte más importante: la toma de Bogotá. Primero avanzamos con el Ejército
hasta Boyacá, pero ¿voy acá? (puntero sobre Bogotá), no camaradas, damos la
vuelta para entrarles por Tolima y así confundirlos y caerles de sorpresa.
Claro que la Fuerza Aérea mientras tanto nos respalda con bombardeos. Usamos
los aviones chinos los Hongdu K-8VV.
– Y
hablando de VV ¿esta partida es seca?
–
Paciencia camarada, todo a su tiempo, concéntrese en la estrategia, para que
todo esté claro…Nuestra misión es llegar hasta el Putumayo….
– Tranquilo
General, que eso antes del puto octubre está listo- apuntó uno de los
uniformados que no había abierto su boca.
La
operación estaba milimétricamente diseñada, sobre la mesa grande de
conferencias se desplegaba un mapa del área fronteriza con soldaditos de
plástico, de esos que traen como una base del mismo material para que se paren,
también aviones y camioncitos de guerra de juguete, fragatas y otros elementos
para armar el teatro (de operaciones). Solo faltaba la llamada del Comandante
en Jefe.
La
llamada ocurrió a eso de las dos de la madrugada. El repicar del teléfono rojo
tomó a los generales desprevenidos. Algunos ya estaban rendidos en el sofá con
ronquidos que han podido poner en retirada a batallones selváticos
aterrorizados por si se trataba de alguna fiera al acecho. Otros miraban la
televisión, mientras, el resto conversaba en torno a la mesa de conferencias
mientras jugaba distraídamente con los soldados sin prestar mucha atención.
Inmediatamente,
todo se puso en práctica como estaba previsto. Una semana más tarde, el
seguimiento de la operación reportaba las siguientes novedades:
Las
fragatas misilísticas navegaban ya rumbo a Cartagena, Cartagena, en España,
claro. Vuelven al Zapatero del que salieron.
Los
tanques de fuerte Tiuna no habían podido avanzar más allá de La Victoria: los
habitantes de la ciudad, en protesta por la ausencia del vital líquido, habían
trancado la autopista de forma indefinida.
Los
aviones Sukhoi nunca pudieron aterrizar en La Chinita, porque por ser una operación
secreta, era menester aterrizar de noche, desafortunadamente se había ido la
luz en todos los intentos.
En
cuanto a los aviones chinos, los técnicos de este país, encargados de su
mantenimiento, extrajeron repuestos esenciales para el vuelo y se niegan a
devolverlos si no se realizan algunos pagos de deuda pendientes con nuestra
aliada oriental.
Las
tropas apostadas en la frontera para la invasión de los llanos colombianos, a
pesar de que llevaban 4 días estacionadas allí, registran un consumo exponencial
de combustible que nadie logra explicar.
Los
voceros más destacados del régimen atribuyen todos estos fallos a saboteos, a
una supuesta “guerra guerrática” de la oposición, aunque no se sabe muy bien de
cuál de ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico